Discapacidad Psíquica

Discapacidad intelectual y discapacidad por enfermedad mental

La discapacidad psíquica se manifiesta por alteraciones en el desarrollo intelectual o por enfermedad mental de la persona, que pueden interferir en sus relaciones con los demás y en su adaptación a diversas situaciones y entornos.

Dentro de discapacidad psíquica hemos diferenciado entre:

  • Discapacidad intelectual
  • Discapacidad por enfermedad mental

Las personas con una u otra discapacidad deben luchar sobre todo con el estigma que existe en torno a las enfermedades o patologías que provocan discapacidad psíquica, la mayor parte de las veces por desconocimiento sobre las mismas.

Por eso consideramos que puede ser de utilidad la información que se ofrece a través de esta sección, para normalizar la situación de las personas con discapacidad intelectual o discapacidad por enfermedad mental, y para informar y ahondar en su realidad diaria.

Como sucede con otras patologías siempre es importante acudir al profesional sanitario especializado que pueda diagnosticar la enfermedad, patología o alteración, y planificar un tratamiento o terapias que puedan ayudar a la persona con dicha discapacidad, con la finalidad de derribar barreras y facilitar su desarrollo pleno en la sociedad.

Discapacidad intelectual

La discapacidad intelectual se puede encontrar en diferentes tipos y grados según afecte a las funciones y capacidades de la persona con esta discapacidad, y según como influya en su desarrollo intelectual para adquirir nuevos conocimientos, retenerlos, adaptarse a situaciones, memorizar y recordar datos y tareas, entender textos o conversaciones, entre muchos otros rasgos.

En principio se entiende por discapacidad intelectual la alteración del desarrollo cognitivo que va a provocar alteraciones en el aprendizaje y desarrollo de esa persona, en las relaciones y trato con los demás, en la comunicación y acceso a la información y para ciertas funciones de la vida diaria, que harán que la persona pueda tener más o menos dificultades para desarrollarlas, y por consiguiente, más o menos autonomía.

Una persona con coeficiente intelectual inferior al 70 (la puntuación media de la población se encuentra entre 90 y 110) será valorada como persona con discapacidad intelectual.

Las personas con discapacidad intelectual precisan de apoyo y seguimiento para poder mejorar su autonomía personal y también sus relaciones interpersonales.

Los niveles de discapacidad intelectual se pueden dividir entre:

  • Leve
  • Moderado
  • Grave
  • Profunda

Algunos ejemplos de personas con discapacidad intelectual son las personas con Síndrome de Down, autismo o Síndrome de Prader Willi, entre otras.

Discapacidad por enfermedad mental

La discapacidad por enfermedad mental se debe a alteraciones de la salud mental que pueden provocar diversas situaciones en las que el individuo tiene dificultad para controlarse solo ante ciertas situaciones o momentos de su vida, y por ello puede necesitar tratamiento y seguimiento de un profesional, para poder normalizar su situación y recuperar sus capacidades. Un trastorno o alteración mental no tiene por qué mermar la capacidad intelectual o el grado de cociente intelectual de la persona que la padece.

Un trastorno mental se puede presentar como una alteración de las emociones, de la comprensión o del comportamiento.

La conducta de la persona puede verse alterada y también su percepción del entorno y de las personas que le rodean, causando así una mayor dificultad para su adaptación en la sociedad y creando un malestar en quién lo padece.

Con un tratamiento adecuado la mayoría de las personas con enfermedad mental pueden desarrollar su vida cotidiana de forma normalizada.