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Descripción (enlaces externos abren en ventana nueva)

El autismo se encuentra dentro de lo que se conoce como trastorno del espectro del autismo o TEA, que es una alteración de carácter neurobiológico. Esto quiere decir, que el trastorno está relacionado directamente con el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso de la persona con TEA.

Debido a la incidencia sobre esas dos partes del organismo la persona con TEA desarrolla una forma particular de interactuar y comunicarse con los demás, y puede tener ciertos patrones de comportamiento y pensamiento, que describiremos en estas páginas.

El autismo aparece desde la infancia y acompaña a la persona durante la vida, así como el resto de las patologías que se recogen dentro del TEA.

Dentro del TEA se engloba el autismo, el Síndrome de Asperger, el trastorno desintegrativo infantil y otros trastornos generalizados del desarrollo, como veremos en el apartado de clasificación.

¿Por qué se produce?

Hoy en día se desconocen las causas concretas que producen el autismo y otros trastornos del espectro del autismo.

Lo que sí afirman investigadores e informan las asociaciones de atención a personas con autismo es que existe una carga genética que puede influir en ese desarrollo.

Muchos estudios se han orientado a la relación entre hermanos gemelos y mellizos y TEA. En hermanos gemelos la posibilidad de desarrollar autismo es un porcentaje bastante alto, que va disminuyendo en mellizos y en hermanos de diferente edad, dependerá de la carga genética interviniente.

Desde la Confederación Autismo España explican que asimismo puede haber una interacción entre genes y diferentes factores ambientales que hacen que el desarrollo del autismo tenga muchas variables y se desarrolle de una diferente forma según cada persona.

Pero la incidencia de estos factores ambientales aún se está investigando.

Algunos estudios han apuntado a la influencia de elementos contaminantes o tóxicos en el ambiente, otros a la incidencia de alteraciones ambientales durante el embarazo o en el parto, pero a ciencia cierta no se han podido concretar las variables.

Lo que sí es cierto, es que las alteraciones de tipo genético o de tiempo ambiental, influyen directamente en el desarrollo neurológico del cerebro, como afirma también la Organización Mundial de la Salud.

En la actualidad muchos casos de autismo se tipifican como idiopáticos, es decir, sin causa conocida.

¿Qué características tienen las personas con TEA?

En primer lugar, hay que saber que no habrá dos casos de personas con TEA iguales.

Se presenta en cada persona de forma particular al influir diversos factores: sus características personales, los apoyos con los que cuenta, el nivel de alteración que pueda afectar o no a su capacidad intelectual y al propio desarrollo del lenguaje y otras capacidades de comunicación.

Las características que definen a las personas con trastorno del espectro del autismo dependerán en gran medida de sus pautas de conducta y comunicación, ya que, a nivel físico, por ejemplo, no hay ningún rasgo distintivo de TEA.

Las características de las personas con TEA influyen principalmente en:

  • Capacidad de comunicación e interacción con los demás.
    Comunicación. El autismo puede alterar la capacidad para comunicarse o entender a los demás.
    En personas que tienen un desarrollo lingüístico apropiado, a veces el problema puede residir en que no siempre pueden participar en una conversación de forma adecuada o entender ciertos tonos, como la ironía. En otros casos hay personas con TEA que no han desarrollado su lenguaje verbal y se apoyarán en sistemas aumentativos o alternativos de comunicación (SAAS).
    Interacción. La persona con TEA puede encontrar dificultad para relacionarse con otras personas, entender o mostrar sus emociones o adaptarse a diferentes contextos.
  • Pautas de conducta, comportamiento y forma de pensar.
    Las personas con TEA se sienten por lo general más cómodas siguiendo unas rutinas y haciendo sus tareas siempre de la misma forma. Por lo tanto, los cambios o imprevistos pueden provocarle intranquilidad y ansiedad debido a su dificultad para adaptarse a las novedades.

Asimismo, las personas con TEA tienen muchas habilidades como es su respeto por cumplir las normas, prestar gran atención a los detalles, conocer muy bien aquellos temas que más les interesan, adaptarse óptimamente a la realización de rutinas diarias y funciones repetitivas, y su minuciosidad y perfeccionismo al hacer una tarea.

Por lo general, podemos decir que las personas con TEA son honestas y sinceras, dos valores muy positivos en cualquier ámbito.

Las principales señales que pueden hacer que los padres acudan al especialista para buscar un diagnóstico de TEA son las siguientes:

  • Si en el primer año de vida el niño/a no intenta emitir sonidos, palabras para comenzar a hablar, no señala objetos, no atiende cuando le llaman…
  • Si en el primer año y medio de vida el niño/a todavía no dice ninguna palabra por fácil que sea, no responde (incluso no verbalmente) ante preguntas o al hablarle.

Es importante prestar atención a todos estos detalles, y según va creciendo el niño/a analizar si tiene dificultad para comunicar lo que quiere, en qué cosas muestra interés o si se relaciona con hermanos, compañeros en guardería, etc.

Desde la Asociación Autismo Madrid comparten un vídeo de un congreso sobre autismo donde indican y explican con detalle todos estos elementos a tener en cuenta para acudir al especialista.

Otras características de las personas con TEA pueden ser la alteración de su sensibilidad sensorial, que hace que le puedan molestar o disgustar ciertos sonidos que para ellos pueden parecer especialmente estridentes, y también pueden experimentar dificultades para tener unas rutinas de sueño.

Clasificación del trastorno del espectro de autismo

El autismo, enclavado dentro del trastorno del espectro del autismo, tiene una serie de características, que acabamos de explicar, y que hacen que este clasificado en los listados sobre salud mental internacionales.

Estos sistemas de clasificación internacional de salud se encuentran recogidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría y en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud.

En ambos se ha actualizado la anterior denominación de “Trastorno Generalizado del Desarrollo”, donde estaba incluido antes el autismo, por “Trastorno del Espectro del Autismo”.

El CIE-11 entra en vigor el 1 de enero de 2022 y actualizará los datos de la anterior con referencias a las patologías actuales y se encuentra en 43 idiomas.

El objetivo de los listados es que exista un lenguaje y pautas comunes a la hora de reconocer y diagnosticar las patologías existentes en todo el mundo.

Dentro del CIE-11 se recoge la nueva sección de Trastorno del Espectro del Autismo, dentro de los trastornos del neurodesarrollo, y en la misma se clasifican estas patologías:

  • Autismo
  • Síndrome de Asperger
  • Trastorno Desintegrativo Infantil
  • Otros trastornos generalizados del desarrollo, no generalizados

Además, en esa clasificación se dan pautas para distinguir entre autismo con y sin discapacidad intelectual. Por ejemplo, el Síndrome de Asperger es una forma de autismo sin discapacidad intelectual.

La clasificación contempla tres niveles en estos trastornos:

  • Nivel 1. Leve. Con bastante autonomía y capacidad de adaptación y solo necesidad de algunos apoyos puntuales.
  • Nivel 2. Medio. Algo más de necesidad de apoyo debido a que la alteración es algo más severa y con más síntomas.
  • Nivel 3. Grave. En este caso se precisa intervención y apoyo en casi todos los ámbitos para que la persona pueda realizar su vida diaria.

En las características del TEA se incluye, como explican desde la Confederación de Autismo España, las siguientes:

  • Dificultades en la interacción y comunicación social.
  • Intereses limitados.
  • Conductas repetitivas.

Síndrome de Asperger y autismo

Tanto el autismo como el Síndrome de Asperger se engloban dentro de los trastornos del espectro de autismo o TEA.

Tienen características comunes y otras que los diferencian.

Con el autismo, el Síndrome de Asperger comparte sus características centrales:

  • Dificultad para la comunicación e interacción social.
  • Rigidez del pensamiento y también de conducta.

Pero, se diferencia en cambio, en que las personas con Síndrome de Asperger no ven mermada su capacidad intelectual y su comunicación verbal es correcta, aunque quizá en ocasiones demasiado literal y formal. De hecho, en la clasificación internacional aparece como Trastorno del Espectro de Autismo sin discapacidad intelectual.

En esta página de Confederación Autismo España explican algunas características más de las personas con Síndrome de Asperger y se puede consultar también la página de Fundación Caser sobre Asperger.

Recomendaciones (enlaces externos abren en ventana nueva)

Tratamiento

El primer médico que puede observar las características de un niño con autismo o con otra forma de TEA es el pediatra, ya que este trastorno aparece en la infancia, y es entonces, cuando hay que aumentar la atención y si es posible encontrar un diagnóstico precoz para que el niño o niña pueda acceder al programa de atención temprana.

El tratamiento y seguimiento se realizará por diferentes especialistas entre los que se puede encontrar el logopeda, terapeuta ocupacional, psicólogo infantil y  el neurólogo pediátrico, entre otros.

¿Cómo dar un diagnóstico?

El pediatra será quién evalúe la historia clínica y características particulares del niño que visita su consulta.

Puede que no dé un diagnóstico específico, pero si puede derivar a otro especialista para que estudie en profundidad el caso y se pueda dar la atención que requiere el menor.

El especialista que da el diagnóstico de TEA debe ser un especialista o equipo de especialistas con conocimientos sobre los trastornos del neurodesarrollo.

Pruebas

El autismo no se puede diagnosticar por pruebas simplemente biológicas, sino que requiere un estudio compuesto por observación y análisis de la forma en qué se comporta y comunica esa persona.

Se ha de analizar a la persona en sí que podría tener autismo y también su entorno. Los progenitores ayudarán a completar la historia clínica con sus referencias sobre la evolución en su desarrollo.

¿Qué preguntas y pruebas se realizarán?

  • Para comprobar que la impasividad o trastornos que presenta el niño/a, por ejemplo, que no responde ni atiende cuando se le llama, etc., no se deben a una discapacidad auditiva se realizarán exámenes audiológicos
  • También se puede solicitar un análisis genético para comprobar si hay una causa genética existente.
  • Análisis neurológico para observar si hay partes afectadas en el cerebro o sistema nervioso que provocan una alteración en su desarrollo. Se pueden incluir pruebas de neuroimagen.
  • Se preguntará a los padres y tutores por la forma en qué se ha comportado el niño durante su crecimiento: si participa en juegos, si quiere interactuar, si mantiene la mirada, etc.
  • Según la edad del niño también se le puede hacer pruebas sobre la capacidad intelectual.
  • Y también según la edad, se observará su capacidad o autonomía para vestirse o comer, entre otras tareas cotidianas.

El equipo médico valorará otros factores como otras patologías existentes, la autonomía, capacidad motora y de movilidad, etc.

Además, los especialistas pueden recurrir a cuestionarios y guías que tienen listas de verificación para comprobar si la persona puede tener autismo o no. Uno de estos cuestionarios es el de comunicación social.

Está compuesto por breves preguntas para los padres o tutores y cuenta con puntuaciones a cada pregunta de las que se puede extraer si se observan problemas de interacción, conductas restringidas o limitadas, o hábitos repetitivos.

Tras obtener los resultados de todos estos análisis y estudios el equipo multidisciplinar puede ofrecer un diagnóstico y a su vez unas pautas sobre el tratamiento y terapias recomendadas.

El diagnóstico precoz es importante para reducir o prevenir otras discapacidades que puedan surgir de este trastorno, ya que se podrá trabajar antes en mejorar su lenguaje, capacidad de adaptación y otras habilidades diarias.

Terapias

Según la edad del niño y el grado de autismo se recomendarán unas u otras terapias.

Los niños menores de tres años con diagnóstico de autismo o TEA entrarán a formar parte del programa de atención temprana.

La atención temprana consiste en diversas intervenciones de apoyo al desarrollo del niño/a con TEA. Se trabaja para reducir aquellos déficits que pueda presentar el menor en su evolución. Varios profesionales especialistas médicos se encargarán de intervenir en cada área y trabajarán coordinados con las familias y centros de educación para formar y acompañar al niño.

La atención temprana puede incidir, por ejemplo, en mejorar su interacción social, su autonomía, su capacidad de comunicarse con los demás, apoyar su desarrollo cognitivo y trabajar en gestionar sus pautas de conducta.

Para trabajar esas pautas de conducta, como recoge la Guía para padres sobre el Trastorno del Autismo del Instituto Nacional de la Salud Mental de Estados Unidos, suelen ser muy efectivas las terapias conductuales intensivas durante los primeros años de vida.

Gracias a esas terapias se puede mejorar su habilidad cognitiva y su lenguaje.

En la atención temprana se va evaluando los avances que realiza cada niño y así se pueden ir ajustando y adaptando los programas y acciones a su perfil.

Los especialistas serán los encargados de hacer que los niños puedan poner en práctica lo que van aprendiendo y usar sus nuevas habilidades en diferentes situaciones y ámbitos.

¿A qué aspectos de la vida debe ir dirigido el programa de atención temprana principalmente?

Los programas de atención temprana buscan sobre todo que el niño pueda ser más independiente y tener un desarrollo lo más óptimo posible. Por eso, sus acciones se enfocarán en gran parte a:

  • Mejorar su capacidad de lenguaje y comunicación.
  • Interactuar con otras personas.
  • Saber cómo realizar las tareas del día a día: vestirse, lavarse y bañarse, comer.
  • Controlar la conducta.
  • Aumentar su capacidad de cognición.
  • Formarse para el colegio (en este aspecto se busca que los niños vayan aprendiendo las letras, los números, etc., de cara a su desarrollo educativo).

¿Cuánto tiempo o cuántas horas se necesitan en esta atención temprana?

Dependerá de cada caso y de cada niño.

Los niños más mayores seguirán contando con apoyos de este equipo multidisciplinar y por parte de sus padres y los tutores o profesores del colegio, para que su desarrollo siga evolucionando a medida que crece.

Se seguirán trabajando aquellas áreas que siga necesitando.

Además de las terapias, los médicos pueden pautar algunos fármacos para mejorar su calidad de vida y reducir síntomas, como por ejemplo la irritabilidad que puede aparecer en algunos casos de autismo, que se trata con antipsicóticos o antidepresivos.

En la actualidad se sigue investigando para mejorar los diagnósticos y tratamientos para personas con autismo y otras formas de TEA.

Algunos son programas de apoyo, por ejemplo, aplicaciones o programas informáticos, que puedan ayudarles a desentrañar qué significan las diferentes expresiones del rostro y puedan comprender mejor si alguien dice algo y está enfadado, triste o alegre.

A partir de los 3 años los niños y niñas siguen diferentes terapias rehabilitadoras que se irán adaptando a sus perfiles:

  • Desde logopedia. Si precisan seguir mejorando su capacidad de comunicación.
  • A apoyo psicológico para controlar su conducta o apoyar su sociabilidad.
  • Como terapias rehabilitadoras, donde los fisioterapeutas ofrecen ejercicios para mejorar su autonomía y funcionalidad, y en ocasiones, si se precisa mejorar su capacidad de marcha y movilidad.
  • Los terapeutas ocupacionales pueden ofrecer a su vez terapias donde muestran técnicas para mejorar su día a día en diversos ámbitos (casa, colegio, empleo, ocio, compras) y los hábitos cotidianos (comer, asearse, vestirse) de las personas con TEA. La diferencia de las terapias con terapeutas ocupacionales es que son eminentemente prácticas e inciden en aquellos aspectos del día a día importantes para la persona con TEA para que su adaptación y participación en diversas actividades (excursiones, fiestas, etc.) pueda ser efectiva.

Asociaciones y TEA

Desde las diferentes asociaciones de personas con TEA se ofrecen servicios de apoyo y terapias para las personas con este tipo de trastorno.

Una de las entidades que engloban a miembros de toda España es la Confederación Autismo España cuyo objetivo principal es desarrollar servicios específicos y especializados para las personas con autismo y defender sus derechos.

Asimismo, apoyan la investigación y la transferencia del conocimiento sobre el TEA para que se puedan implementar prácticas basadas en la evidencia que desarrollen el conocimiento de expertos y científicos.

Desde otras entidades regionales como Autismo Madrid también ofrecen diversos programas de apoyo y asesoramiento. El marco asociativo ayuda en gran medida a las personas con TEA y sus familias ya que puede despejar dudas y responder a preguntas que puedan aparecer desde el primer momento del diagnóstico.

También ofrecen programas y servicios como el Programa MEJORA en Madrid. Se trata de un proyecto posible gracias a la colaboración de la Mutua Madrileña y Federación Autismo Madrid que facilita intervenciones terapéuticas a menores con TEA.

El objetivo es dotar de las herramientas que precisan los niños y niñas con TEA para mejorar su desarrollo. Estas terapias aúnan fisioterapia, logopedia y psicología, y están abiertas a personas con TEA de 2 a 15 años.

Consejos de prevención

Los trastornos del espectro de autismo no se pueden curar, aunque sí tratar como hemos indicado en el último apartado. Al desconocerse la causa concreta que provoca el desarrollo de los diferentes tipos de TEA no se puede prevenir, pero, sí minimizar y reducir sus características y desarrollo del trastorno con atención temprana.

El primer paso es reconocer y aceptar el trastorno para poder dar respuesta cuanto antes.

Desde la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del niño y del adolescente (SEPYPNA) comparten un interesante artículo en su web titulado “Guía para la prevención y detección precoz del funcionamiento autista en el niño/a en su primer año de vida”.

En este documento realizado por Juan Larbán, psiquiatra y psicoterapeuta, hace un especial hincapié en la necesidad de un diagnóstico precoz para poder tratar al niño con trastornos del espectro de autismo y así mejorar su desarrollo y capacidad de interacción social y comunicación en sus primeros años de vida. En este caso, la detección precoz, el diagnóstico dado por el equipo multidisciplinar y el tratamiento a seguir, van a ser una herramienta de prevención para evitar que el menor con TEA minimice las características de este trastorno, ya que se podrá trabajar en optimizar sus capacidades desde edad temprana.

Lo ideal según Larbán es poder realizar ese diagnostico dentro del primer año de vida y comenzar con un tratamiento psicoterapéutico donde padres e hijo puedan interactuar y trabajar en las capacidades de comunicación e interacción con los demás. El estudio de investigación de Larbán incluso va más allá y afirma que existen análisis y observaciones capaces de evaluar y reconocer características del TEA en el feto antes de nacer, sobre este aspecto se habla también en el libro “Autismo es un trastorno prenatal” de varios autores expertos como Bonnet-Brilhault y Rajerison.

El proceso para trabajar en una terapia precoz para un positivo desarrollo del niño debe contar con los padres o familia, con los profesionales que están en contacto con él, y por último, pero no menos importante, tener en cuenta el entorno social que le rodea.

Útil para este trabajo de prevención en el desarrollo del TEA es acudir también desde el primer momento en que se obtiene un diagnóstico a asociaciones que son punto de apoyo para recibir más orientación y para poder acceder a servicios para el pequeño con TEA.

Envejecimiento saludable

El autismo y resto de trastornos del espectro autismo según afirma el CIE-11, la clasificación internacional de patologías, muestran una presentación evolutiva o de desarrollo que acompaña a la persona con ese trastorno a lo largo de su vida.

En cada edad el trastorno se presentará con unas características diferentes fruto de la evolución de la persona y su crecimiento.

Por tanto, habrá unas recomendaciones y pautas a seguir para un envejecimiento saludable y activo en las personas con TEA en su edad adulta.

Las propias asociaciones cuentan con programas de apoyo para ese desarrollo a lo largo de la vida y sus diferentes etapas.

Desde la Confederación Autismo España afirman que realizando un acompañamiento de la persona con TEA a medida que crece y adaptan también sus apoyos a las necesidades que van surgiendo en cada nueva etapa.

En cada etapa y según las experiencias y características de cada persona con TEA serán necesarias unas u otras atenciones específicas para que la persona siga disfrutando de una buena calidad de vida.

Además del ciclo vital también es importante tener en cuenta particularidades y especificidades como el propio género de la persona.

Los expertos sobre todo echan de menos más estudios que muestren cómo es la vida adulta y el envejecimiento en personas con TEA, ya que la mayoría de las investigaciones se centran en la infancia y adolescencia, afirman que hoy por hoy “el envejecimiento de las personas con TEA es una realidad compleja e invisible” como puede verse en este vídeo.

Desde la Confederación Autismo España participan en investigaciones en este campo para poder dar respuesta y afrontar las necesidades de las personas con TEA en esa etapa de su vida. “Necesitamos la implicación de todos los agentes sociales” para dar esa respuesta.

Hoy día esas investigaciones quieren saber qué aspectos del TEA se acentúan con el envejecimiento y pueden afectar a la calidad de vida de las personas con autismo, y también que otras patologías pueden aparecer a medida que se envejece.

La prioridad: saber qué sistemas de apoyo se deben implementar y ofrecer a las personas con TEA en edad de envejecimiento.

Desde Autismo España se realizó un informe donde se analizan todas las características y necesidades existentes: “Envejecimiento y Trastorno del Espectro del Autismo. Una etapa vital invisible”, que contó con la financiación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Para realizar el informe se consultó y entrevistó a personas con TEA y sus familias. Su fin es sobre todo generar conocimiento sobre esa etapa de sus vidas y que pueda servir de base para planificar terapias y apoyos.

Según dicho informe se observan en las personas con TEA en proceso de envejecimiento algunas características similares a las de otros mayores: perdida de oído y vista, menor capacidad funcional o de movilidad, lentitud cognitiva y algunas patologías relacionadas con su salud mental como puede ser la depresión o la ansiedad.

Para un envejecimiento saludable en personas con TEA es imprescindible mantener lo máximo posible su nivel de actividad física y mental, y seguir las pautas y recomendaciones de los especialistas.

Para los especialistas es prioritario estar coordinados con sus colegas de otras especialidades, para poder dar atención y apoyo a las personas con TEA, que desarrollen a su vez otras patologías asociadas a la edad.

En cuanto a la opinión de las familias en la actualidad, coinciden, según se apunta en el informe, en valorar positivamente la atención y seguimiento de la salud que les dan las entidades responsables. Aunque echan de menos mayor especialización en los profesionales sanitarios y los sistemas en sí, para poder detectar enfermedades comunes o no comunes en personas con TEA, quienes a veces tienen dificultad para poder comunicar sus síntomas y situación.

Otra de las solicitudes de las familias de personas con TEA es destacar el arraigo que las personas con estos trastornos tienen respecto a su hogar, por lo cual, les gustaría se incluyesen apoyos que permitiesen que pudieran envejecer en sus viviendas. Continuar en su entorno habitual puede reducir el estrés o ansiedad en esta etapa de sus vidas.

Recursos de interés (documentos, guías, contactos)

Publicaciones, documentos técnicos y websites con información (enlaces externos abren en ventana nueva)

Contactos de interés

Preguntas frecuentes

¿Por qué se produce el autismo?

Hoy en día se desconocen las causas concretas que producen el autismo y otros trastornos del espectro del autismo.

Lo que sí afirman investigadores e informan las asociaciones de atención a personas con autismo es que existe una carga genética que puede influir en ese desarrollo.

Desde la Confederación Autismo España explican que asimismo puede haber una interacción entre genes y diferentes factores ambientales que hacen que el desarrollo del autismo tenga muchas variables y se desarrolle de una diferente forma según cada persona.

Pero la incidencia de estos factores ambientales aún se está investigando.

¿Se puede prevenir?

Al desconocerse la causa concreta que hace que se desarrolle el autismo y otros trastornos del espectro autismo es difícil prevenirlos.

Lo que sí es posible es prevenir su desarrollo y controlar ciertas de sus características si se realiza un diagnóstico precoz.

Algunos expertos consideran que lo ideal es poder realizar ese diagnóstico en el primer año de vida, para poder activar los protocolos de atención temprana y así minimizar el avance de los trastornos y las características que identifican los diferentes tipos de TEA existentes.

¿Por qué es importante el diagnóstico precoz?

El diagnóstico precoz es importante para reducir o prevenir otras discapacidades que puedan surgir de este trastorno, ya que se podrá trabajar antes en mejorar su lenguaje, capacidad de adaptación y otras habilidades diarias.

¿Qué seguimiento se recomienda en personas con TEA?

Según la edad del niño y el grado de autismo se recomendarán unas u otras terapias.

Los niños menores de tres años con diagnóstico de autismo o TEA entrarán a formar parte del programa de atención temprana.

La atención temprana consiste en diversas intervenciones de apoyo al desarrollo del niño/a con TEA. Se trabaja para reducir aquellos déficits que pueda presentar el menor en su evolución. Varios profesionales especialistas médicos se encargarán de intervenir en cada área y trabajarán coordinados con las familias y centros de educación para formar y acompañar al niño.

La atención temprana puede incidir, por ejemplo, en mejorar su interacción social, su autonomía, su capacidad de comunicarse con los demás, apoyar su desarrollo cognitivo y trabajar en gestionar sus pautas de conducta.

A medida que el niño va creciendo seguirá precisando apoyo en las áreas que necesite aumentar su funcionalidad o capacidad, como puede ser, lenguaje y comunicación con el logopeda, tareas cotidianas con el terapeuta ocupacional, funcionalidad y movilidad con el fisioterapeuta, o en pautas de conducta con el psicólogo, entre otros.

¿Cuáles son las características del TEA?

Las características de las personas con TEA influyen principalmente en:

  • Capacidad de comunicación e interacción con los demás.
    Comunicación. El autismo puede alterar la capacidad para comunicarse o entender a los demás.
    En personas que tienen un desarrollo lingüístico apropiado, a veces el problema puede residir en que no siempre pueden participar en una conversación de forma adecuada o entender ciertos tonos, como la ironía. En otros casos hay personas con TEA que no han desarrollado su lenguaje verbal y se apoyarán en sistemas aumentativos o alternativos de comunicación (SAAS).
    Interacción. La persona con TEA puede encontrar dificultad para relacionarse con otras personas, entender o mostrar sus emociones o adaptarse a diferentes contextos.
  • Pautas de conducta, comportamiento y forma de pensar.
    Las personas con TEA se sienten por lo general más cómodas siguiendo unas rutinas y haciendo sus tareas siempre de la misma forma. Por lo tanto, los cambios o imprevistos pueden provocarle intranquilidad y ansiedad debido a su dificultad para adaptarse a las novedades.

¿A quién acudir si se considera que un hijo o familiar puede tener autismo u otro trastorno del espectro autismo?

En primer lugar, hay que acudir al pediatra que derivará a los especialistas correspondientes para realizar el análisis clínicos y pruebas que puedan detectar cualquier tipo de TEA.

También es de interés estar en contacto con asociaciones de familias y personas con TEA para encontrar más información y orientación al respecto.

Si alguien tiene un hijo con autismo, ¿el siguiente hijo puede desarrollar también autismo?

La Confederación Autismo España afirma en su web que la respuesta a esta pregunta depende de si en los análisis del primer hijo con autismo u otro trastorno del espectro autismo ha sido posible identificar una causa genética específica.

A veces no se logra identificar esa causa genética y no se puede saber si el siguiente hijo podrá desarrollar TEA.

En los casos que si se identifica una carga genética posible causa del TEA esas familias pueden solicitar una orientación genética para conocer el porcentaje de posibilidad de que su nuevo hijo desarrolle el trastorno.

Los estudios concluyen que en torno al 10 por ciento de familias con un primer hijo con TEA han tenido un segundo hijo con esta alteración genética.

De cualquier forma, la voz del especialista siempre es prioritaria al respecto para poder orientar y analizar la situación de cada familia en particular.

¿Qué relación hay entre vacunas y autismo?

Mucho se ha tratado sobre este tema y muchos son los proyectos de investigación que se han hecho a nivel mundial. El objetivo era averiguar si hay relación entre ciertas vacunas que se ponen durante la infancia y el desarrollo del autismo y otros trastornos del espectro del autismo.

Después de muchos estudios tanto médicos como científicos coinciden en que no hay evidencia que relacione vacunas con TEA, y así lo refleja también la Confederación de Autismo España en su web.

Glosario

  • Antipsicóticos. Son fármacos para tratar síntomas psicóticos, que en ocasiones derivan de la esquizofrenia, como pueden ser las alucinaciones. En personas con TEA se usan para tratar alteraciones de conducta.
  • Interacción. Se refiere a interacción social en este texto. Se trata de la acción por la que se relacionan dos o más personas.
  • Neurobiología. Es el estudio de las células del sistema nervioso y sus funciones.
  • Neurodesarrollo. Se refiere al desarrollo del cerebro.
  • Neurología. Es una especialidad de la medicina que trata alteraciones y patologías del sistema nervioso.
  • Logopedia. Es la terapia para tratar alteraciones en el desarrollo del lenguaje.
  • Sistema nervioso. Se compone por un grupo de células que conducen señales eléctricas a través del organismo y se encargan de hacer que el cuerpo responda ante ciertos estímulos, como andar: las células envían las señales del cerebro a los músculos para comenzar la marcha.