Cargando...

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica o EPOC es una discapacidad orgánica que afecta a la capacidad respiratoria.

La enfermedad se desencadena por la obstrucción de los bronquios y el desgaste del pulmón. Suele estar asociada a bronquitis crónica y enfisema provocados por la aspiración de diversos humos o contaminantes.

La enfermedad se desencadena por la obstrucción de los bronquios y el desgaste del pulmón.

El funcionamiento de los bronquios actúa de forma natural eliminando las partículas tóxicas que puedan entrar en su interior, tarea que se realiza habitualmente con la expulsión de mocos. Pero en una persona con EPOC la entrada de esas partículas o sustancias es mayor de lo que los bronquios pueden limpiar, y entonces se genera demasiada cantidad de moco.

Según las estadísticas un 9% de la población española entre 40 y 70 años tiene EPOC como se ha confirmado en un Congreso de Neumología en Madrid. Pero es especialmente preocupante el infradiagnóstico de la patología: el 80% de los pacientes no estaría diagnosticado. 

Pero es especialmente preocupante el infradiagnóstico de la patología: el 80% de los pacientes no estaría diagnosticado.

10 años ha durado el estudio para valorar la evaluación y diagnóstico de las personas con EPOC. El llamado estudio EPI-SCAN (The Epidemiologic Study of COPD in Spain) que se inició en 2007 tenía como meta analizar la prevalencia de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en personas de entre 40 y 80 años en España. Su realización ha tenido lugar en 20 centros hospitalarios y clínicas de las 17 comunidades autónomas españolas y han participado más de 10.000 personas.

Dicho estudio confirma el dato del infradiagnóstico, siendo levemente superior en mujeres que en hombres, aunque en niveles generales, las personas que sí cuentan con diagnostico son más hombres que mujeres.  En ambos sexos se incrementa su presencia a medida que la edad avanza.

Según los especialistas se trata de una de las enfermedades crónicas más habituales en adultos.

Síntomas

La creación de moco de forma excesiva, debido a la inhalación de agentes contaminantes, hace que las personas con EPOC tengan dos características principales, característica que enseguida se observa en los fumadores, que desarrollan bronquitis crónica:

  1. Gran producción de moco y expectoración
  2. Tos producida para expulsar el moco

Esas dos características hacen que los bronquios dejen de funcionar correctamente, su capacidad se estrechará y aumentará cada vez más la dificultad de la capacidad para respirar.
Los pulmones se inflaman y su tejido cada vez se desgasta más.

Otros de los síntomas que experimentan las personas con EPOC son:

  • Dificultad respiratoria, que será mayor o menor según cada persona, y que se presenta ante diversos tipos de actividad. Se presenta en muchas ocasiones en forma de disnea, sensación de ahogo.
  • Silbido al respirar
  • Sensación de opresión en la zona pectoral
  • Propensión a tener infecciones del aparato respiratorio

En menos ocasiones también aparecen otra serie de características como es la hinchazón de pies o tobillos, o la cianosis (que es cuando aparece color azulado en la piel y se debe a que la sangre no oxigena correctamente).

Ante síntomas más graves no dude en pedir asistencia sanitaria de emergencia, como por ejemplo, si nota taquicardia, le cuesta mucho volver a respirar tras un leve esfuerzo o sin esfuerzo o si pese a tomar correctamente el tratamiento no surte efecto.

Causas

Entre las causas que se detallan en estudios y análisis figura:

  • La aspiración de humo de tabaco (fumadores o ex fumadores e incluso fumadores pasivos)
  • Aspiración de sustancias contaminantes o tóxicas (combustibles, carbón, polvo, contaminación, etc.)

En 90 de cada cien casos el desarrollo del EPOC está directamente relacionado con el tabaquismo.

En un porcentaje muy bajo, en torno al 1 o 2%, la patología se desarrolla por una alteración genética que afecta a la proteína alfa-1-antitripsina, que puede provocar enfisema pulmonar. Esta proteína protege a los tejidos de las células inflamatorias.

También se encuentran entre la población de riesgo que puede llegar a desarrollar EPOC las personas con asma activa.

Niveles de EPOC

Los especialistas diferencian varios Estadios, desde el leve al grave o muy grave.

Los niveles se diferencian por la capacidad que tiene la persona para respirar.

Aquí anotamos cuáles son:

  • EPOC leve. Estadio I. En este caso las pruebas respiratorias son casi normales.
    El paciente tiene tos y moco, pero no de forma habitual. Respira con normalidad.
  • EPOC moderado. Estadio II. La capacidad respiratoria se reduce y las pruebas salen con valores intermedios.
    Cuando el paciente realiza ejercicio le cuesta respirar. La tos ya aparece como más cotidiana.
  • EPOC grave. Estadio III. La disnea y dificultad para respirar aparecen hasta en las tareas del día a día (ducharse, vestirse…). La tos y el moco son frecuentes. Los niveles de capacidad respiratoria siguen bajando.
  • EPOC muy grave. Estadio IV. En este caso, es el estadio más grave, el paciente puede precisar oxígeno. Existe insuficiencia respiratoria. La persona con EPOC tiene poco oxígeno en sangre o mucho nivel de dióxido de carbono en la sangre, que no se ha eliminado. Ambas situaciones son vitales para poder respirar. La persona presenta problemas para poder respirar incluso sentado o en reposo. En este caso pueden aparecer incluso otros síntomas o  patologías asociadas a la EPOC.

No confundir asma con EPOC

A veces, pueden confundirse estas dos enfermedades respiratorias, pero es necesario diagnosticarlas de forma diferenciada para su correcto tratamiento.

Las patologías respiratorias pueden ser congénitas, inflamatorias, metabólicas, etc.

Por otra parte, pueden ser crónicas o temporales, por algún hecho o enfermedad concreta, que luego pasa a revertirse y curarse.

En el caso de estas dos enfermedades, asma y la EPOC, son enfermedades respiratorias inflamatorias de tipo crónico.

El asma es una patología de la vía aérea. La persona con asma experimenta una obstrucción de tipo variable en su flujo respiratorio. Los síntomas provocados por el asma no aparecerán siempre, y un elemento que ayuda al diagnóstico diferenciador, es que las personas con asma mejoran su flujo respiratorio en las pruebas broncodilatadoras.

En cambio, en la EPOC, aunque es una patología de la vía aérea también afecta a los pulmones, la persona no mejora en ese tipo de prueba. Se trata de una patología inflamatoria que provoca desgaste tanto en la vía aérea como en el pulmón. El asma iría solo desde la tráquea a los bronquios.
 

Tratamiento

Los especialistas en neumología son los encargados de ofrecer un servicio integral para dar un diagnóstico y tratamiento a las enfermedades respiratorias, en este caso la EPOC.

Aunque sea una enfermedad crónica tiene tratamiento y, además, si se trata el origen del problema, la persona con EPOC puede evolucionar mejor a las terapias.

Pruebas para el diagnóstico 

Para dar con un diagnóstico el primer paso es el estudio del historial clínico del paciente.

El neumólogo le realizará una exploración física y tendrá en cuenta su vida, hábitos, trabajo, y si ha estado expuesto a sustancias de riesgo que puedan desarrollar EPOC.

Entre las principales pruebas que se le pueden realizar destacan: 

  • Espirometría. Mide la capacidad pulmonar y la posible obstrucción de los bronquios. Controla cuánto aire y en cuánto tiempo entra y sale de los pulmones. Esta prueba es básica para el diagnóstico. Es una sencilla prueba donde la persona tiene que coger aire y luego expulsarlo. Los resultados serán decisivos.
  • Radiografía torácica. Gracias a estas imágenes se puede concretar más el diagnóstico.
  • TAC pulmonar. Suele usarse en casos de necesitar una imagen más precisa ante posibles cirugías.
  • Electrocardiograma. El EPOC puede crear sensación de cansancio y ahogo, síntomas similares a los de otras patologías cardíacas. Por eso, esta prueba es esencial para ver la salud del corazón.
  • Gasometría arterial. A través de esta analítica se controla el nivel de oxígeno en la sangre. Es eficaz para conocer hasta que punto nuestro aparato respiratorio puede estar dañado.

Terapias y tratamientos

Las últimas investigaciones afirman que la EPOC puede ser un proceso reversible, aunque solo en parte. Eso supondría una mejoría para la calidad de vida de las personas con esta obstrucción respiratoria, pero aún tienen que seguir avanzando en ello.

Empezando por educar

En muchos centros hospitalarios ya se ve la educación respiratoria como la base para un buen seguimiento de la enfermedad. Se hacen talleres de respiración, grupos de entrenamiento al esfuerzo y grupos de fisioterapia respiratoria grupal. En algunos centros se denominan Escuela de Pacientes.

Gracias a este seguimiento y consejos de actividad y para llevar a cabo en el día a día, los pacientes logran mejorar su capacidad respiratoria, y les ayuda a poder controlar, en ocasiones, sus síntomas.

Los tratamientos para controlar la EPOC comenzarán por las recomendaciones de una serie de hábitos saludables para el paciente y de consejos para su día a día:

  • Dejar de fumar
  • Evitar contagios (lavarse bien las manos, etc.)
  • Tomar la medicación y seguir tratamiento con oxigenoterapia como está pautado.
  • Organizar sus actividades para que su disnea no frene su actividad. 

Según los expertos, la disnea y sensación de ahogo, propios de la EPOC, no quiere decir que el paciente cada vez que siente esa sensación tenga que parar su actividad. No. Puede seguir haciendo sus tareas y actividades diarias: andar, cocinar, ducharse... pero de otra forma. 

Para ello el tratamiento para la EPOC se compone de la terapia rehabilitadora.

Los fisioterapeutas y rehabilitadores enseñan en el día a día cómo realizar todas esas actividades para que la persona pueda llevar una vida lo más normalizada posible.

Un paciente con EPOC que se mueve y tiene actividad, tiene mejor calidad de vida, "es un hecho irrebatible", afirma Teresa Hernández en una ponencia sobre rehabilitación respiratoria.

Por otro lado, están los tratamientos farmacológicos para aumentar su capacidad respiratoria y controlar sus síntomas.

Fármacos:

  • Oxigeno. Se trata de un aporte de oxígeno para personas con EPOC más severo. Deben ponerse a veces el aparato más de la mitad del día para mejorar su capacidad.
  • Broncodilatadores. Para abrir los bronquios y ayudar a respirar.
  • Mucolíticos. Para expulsar el moco.
  • Antibiótico. Para infecciones.
  • Antiinflamatorios. Para recudir la inflamación en los bronquios.
  • Vacuna de la gripe en época de otoño y también contra el neumococo.

En algunos casos también es necesaria la intervención quirúrgica para mejorar la capacidad pulmonar.

Por ejemplo, en enfisemas severos, se puede hacer cirugía para extirpar trozos de pulmón dañado (bullectomía).

Por otra parte, también existe un tratamiento con muelles pulmonares para aquellos pacientes con EPOC y enfisema grave. Su resultado suele ser positivo y mejora la calidad de vida del paciente. Se trata de una técnica incluida en la cartera de servicios del Servicio Nacional de Salud desde 2014 en España. El Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz fue el centro que lo implantó por primera vez.

En cuanto a la investigación, hoy avanza hacia la regeneración del tejido pulmonar dañado, pero aún deben seguir en este camino para poder ofrecer otra alternativa a las personas con EPOC.

Consejos de Prevención

LA EPOC es una enfermedad que es prevenible. 

Uno de los primeros consejos de prevención es alejarse tanto de ambientes contaminados como del tabaco. El tabaco según todas las estadísticas sigue siendo la primera causa de esta patología.

Con políticas más activas sobre el tabaco quizá la incidencia de la misma fuera menor, según afirman los especialistas.

Una vez desarrollada la obstrucción pulmonar o EPOC hay también algunos consejos a seguir para prevenir la exacerbación de los síntomas:

  • La principal medida una vez más es alejarse del humo del tabaco.
  • También evitar otros elementos que pueden irritar los pulmones como la contaminación, sustancias químicas, polvo…
  • Seguir el tratamiento como el especialista ha pautado.
  • Huir del sedentarismo. Seguir una tabla de ejercicios o actividades.
  • Realizar ejercicios de fisioterapia respiratoria, para mejorar la capacidad pulmonar y la forma en que respiramos, y también la forma en qué nos recuperamos ante un esfuerzo.
  • Ponerse las vacunas que eviten infecciones respiratorias.

Aunque una persona no presente síntomas debe seguir realizando todos los hábitos que el médico le ha recomendado, porque la ausencia de síntomas no quiere decir que la enfermedad haya desaparecido.

Siguiendo todos estos consejos las personas con EPOC pueden llevar adelante una vida bastante normalizada y realizar sus actividades cotidianas enfrentándose a menos disnea y agotamiento.

Envejecimiento saludable

Seguir unas pautas saludables en el día a día y hacer un seguimiento correcto de los tratamientos son la mejor clave para un envejecimiento saludable a pesar de la EPOC.

Parar una persona que ha convivido con la enfermedad ya estará familiarizada con el control de los síntomas y con aquellos consejos que ha de seguir para su día a día.

Cada uno tendrá las mejores fórmulas para desarrollar sus actividades cotidianas, y si además, pueden acudir a una Escuela de Pacientes alguno de los centros hospitalarios que le atienden, puede ser muy beneficioso también.

En la Escuela de Pacientes además de dar consejos sobre rehabilitación respiratoria el paciente toma contacto con otras personas que tienen su misma patología. Pueden planear actividades juntas y así socializar y estar tanto física como mentalmente activo, ambos aspectos muy beneficiosos para la salud.

Conocer y compartir tiempo con otras personas que tienen esos mismos síntomas y han vivido con EPOC es bueno, porque siempre puede haber consejos o detalles, que se pueden aprovechar para una vida más saludable con la patología.

Algunos de los consejos para el día a día con EPOC y para evitar disnea o ahogo son:

  • Realizar las tareas de forma más lenta. Al ritmo que cada uno necesite. Y si es necesario descansar, tomar aire, y retomar la tarea después.
  • Reforzar la musculatura para aquellas acciones que le cuestan más o que son causa de ahogo y agotamiento al realizarlas. Por ejemplo, hay personas que les cuesta más mover los brazos y ducharse, y será buena idea, reforzar la musculatura de sus miembros superiores.
  • La ropa no debe ser estrecha. Siempre sin presión y que permita respirar fácilmente.
     

Publicaciones, documentos técnicos y websites con información

Contactos de interés

  • Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)
    Sede C/ Provença, 108, Bajos 2ª - 08029 Barcelona – ESPAÑA
    Teléfono: 934 878 56
    E-mail: secretaria@separ.es
    Oficina Madrid: C/ General Lacy, 23 bis. 28045 Madrid – ESPAÑA
    Teléfono: 910 498 484
    Web https://www.separ.es/
  • Asociación de Apoyo a Personas Enfermas de EPOC de Bizkaia (ASBIEPOC)
    48970 Basauri Bizkaia 
    Teléfono 689 29 36 31
    E-mail: asbiepoc@hotmail.com 
    Web: http://www.asbiepoc.es/
  • Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica. NEUMOMADRID.
    Cea Bermúdez, 46, 28003 Madrid
    Teléfono: 915 64 35 25
    Email: secretaria@neumomadrid.org
    Web: https://www.neumomadrid.org/
  • Federación Española de Asociaciones de pacientes alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER)
    C/ Tudela de Agüeria, 47. Oviedo 33919
    Teléfono: 608 471 472
    E-mail: presidencia@fenaer.es
    Web: https://fenaer.es/
  • AGER Dame un respiro. Asociación Gallega de Enfermedades Respiratorias
    Teléfono: 653 74 30 67 - 696 52 44 13
    E-mail: dameunrespiro.ager@gmail.com
    Web: https://agerdameunrespiro.wordpress.com/
  • Asociación de EPOC y Apnea del Sueño (APEAS)
    Teléfono: 695 468 799
    e-mail: infoapeas@gmail.com 

¿Por qué se produce la EPOC?

El principal detonante de esta patología es el humo del tabaco y otros contaminantes que afectan a la capacidad respiratoria.

En un porcentaje muy bajo, en torno al 1 o 2%, la patología se desarrolla por una alteración genética que afecta a la proteína alfa-1-antitripsina, que puede provocar enfisema pulmonar. Esta proteína protege a los tejidos de las células inflamatorias.

También personas con asma activa pueden ser personas con factores de riesgo para desarrollar EPOC.

¿Qué síntomas tiene una persona con EPOC?

Una persona con EPOC se caracteriza principalmente por estos síntomas

  1. Gran producción de moco y expectoración
  2. Tos producida para expulsar el moco

Debido al moco y la tos los bronquios no funcionan correctamente y se irá disminuyendo la capacidad respiratoria.

Los pulmones se inflaman por el esfuerzo para respirar y su tejido cada vez se desgasta más.

Otros de los síntomas que experimentan las personas con EPOC son:

  • Dificultad respiratoria, que será mayor o menor según cada persona, y que se presenta ante diversos tipos de actividad. Se presenta en muchas ocasiones en forma de disnea, sensación de ahogo.
  • Silbido al respirar.
  • Sensación de opresión en la zona pectoral.
  • Propensión a tener infecciones del aparato respiratorio.

¿Se puede prevenir?

En ciertos casos como los de las personas fumadores es prevenible si no comienzan a fumar o lo dejan a tiempo.

También se puede evitar no exponiéndose a humos contaminantes, polvo o humos como los de leña.

Si ya tienen la patología pero intenta seguir unas pautas y recomendaciones saludables pueden prevenir el avance de la patología.

¿Tiene cura? ¿Cuál es el tratamiento?

La EPOC hoy por hoy no tiene cura ya que la realidad es que se trata de una enfermedad crónica pero tratable. Pero las personas con EPOC no deben alarmarse ya que siguiendo los consejos del médico se puede frenar el avance.

El tratamiento combina fármacos con terapias de rehabilitación respiratoria.

Además, los tratamientos para controlar la EPOC comenzarán por las recomendaciones de una serie de hábitos saludables para el paciente y de consejos para su día a día:

  • Dejar de fumar
  • Evitar contagios (lavarse bien las manos, etc.)
  • Tomar la medicación y seguir tratamiento con oxigenoterapia como está pautado.
  • Organizar sus actividades para que su disnea no frene su actividad. 

Más información en el apartado de Recomendaciones.

¿Qué prueba es básica para diagnosticar la EPOC?

La espirometría, que es una prueba de respiración que mide la capacidad pulmonar y si hay obstrucción al respirar.

¿Cómo mejorar la forma de hacer espirometrías?

La espirometría mejora con formación adecuada tanto de los profesionales sanitarios como por supuesto del paciente.

La técnica no es difícil, pero si debe hacerse de forma que sea fiable.

Las tecnologías hacen que cada vez mejore el control y resultados.

Según especialistas en el diagnostico las tecnologías son vitales para mejorar la optimización de resultados de espirometrías y también el conocimiento de la prueba.

  • Antitripsina. La proteína alfa-1 antitripsina regula función pulmonar y del hígado. Su deficiencia puede provocar alteraciones en su funcionamiento.
  • Broncodilatador. Medicina para abrir los bronquios y respirar mejor.
  • Bronquitis. Patología que cursa con inflamación de los bronquios, conductos que van a los pulmones.
  • Bullectomía. Cirugía para extirpar trozos de pulmón dañado (suelen ser sacos de aire).
  • Cianosis. Color azul en la piel y mucosas por falta de oxígeno en la sangre.
  • Disnea. Dificultad para respirar que cursa con sensación de ahogo.
  • Enfisema. Alteración pulmonar con la que cuesta respirar. Se acumula aire en tejidos y órganos (normalmente pulmonar).
  • Espirometria. Prueba para medir la capacidad pulmonar y la obstrucción de los bronquios.
  • Gasometría. Analítica para medir el nivel de oxígeno en la sangre.
  • Mucolítico. Medicina para expulsar moco.
  • Neumococo. Se trata de una bacteria que causa infecciones, por lo general en el aparato respiratorio.