Cómo mejorar la calidad de vida

Eliminación de barreras
Las barreras de accesibilidad son todos aquellos elementos o factores existentes en el entorno, que impiden o dificultan la realización de actividades. Por consiguiente, las barreras limitan la independencia y autonomía de las personas con movilidad reducida y genera discapacidades, afectando a su integración en la sociedad.
El entorno puede generar discapacidad; una persona, con las herramientas necesarias, puede ser autónoma e independiente
Las distintas barreras con las que una persona puede encontrarse se clasifican en:
Barreras arquitectónicas
Son todos aquellos elementos físicos que obstaculizan o impiden la libertad de movimientos de las personas, tanto en la vía pública como en el interior de los edificios.
Como principales barreras encontramos:
- Aceras inexistentes o demasiado estrechas.
- Bordillos altos y sin rebajar, que hacen que una persona en silla de ruedas tenga serios problemas para desplazarse libremente por las ciudades.
- Rampas con grandes pendientes o mal construidas y sin barandillas. Su uso resulta peligroso. Bajar es un suicidio y subir puede ser imposible.
- Señalizaciones verticales, farolas o árboles mal situados o en medio de la acera estrechando y dificultando el paso.
- Pavimentos deslizantes, irregulares o en mal estado.
- Espacios reducidos en los que una silla de ruedas no puede girar o su movimiento resulta difícil y peligroso.
- Escaleras que no ofrecen una alternativa como, puede ser, ascensores, rampas o salvaescaleras (plataforma y elevadores para personas con discapacidad o con movilidad reducida). Ausencia de barandillas
- Aseos y sanitarios no adaptados
Barreras de la comunicación
Todo obstáculo que dificulta la expresión o la recepción de mensajes, bien sea a través de los medios de comunicación (radio, prensa, televisión, Internet, etc.) o mediante la comunicación interpersonal. Utilizar subtítulos o el lenguaje de signos, así como formatos de fácil lectura y comprensión pueden ayudar a superar estas barreras.
La señalización insuficiente en calles o edificios para personas con dificultades motrices, auditivas o visuales también suponen una barrera importante.
Barreras sociales y culturales
Las personas con discapacidad o dependencia no deben inspirar en la sociedad un sentimiento de lástima o pena. Por eso, hay que eliminar los falsos estereotipos y aceptar la diversidad. Sólo así se evitarán situaciones de discriminación social. Además, las personas que hoy no tienen problemas de movilidad puede que algún día vivan en primera persona una discapacidad o dependencia, temporal o permanente. Por ello, es importante ponerse en el lugar del otro.
En España hay diversas asociaciones u organismos que tratan de promover la eliminación de las barreras de accesibilidad, como el Imserso o el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi).
Aunque el 1 de enero de 2016 termina el plazo para que todos los edificios y calles españolas dejen de tener obstáculos y sean accesibles para todas las personas, los expertos dudan de que se alcance tan necesario objetivo. Por eso, la sociedad en su conjunto debe unirse para resolver los problemas actuales y lograr que las personas disfruten de un mayor grado de independencia y autonomía.
Las ciudades deben dejar de ser pistas de obstáculos y construirse sin barreras, teniendo en cuenta la diversidad funcional
Para acabar con las barreras arquitectónicas, de comunicación y sociales es necesario voluntad política, la implicación de los diseñadores y/o arquitectos y, sobre todo, un cambio real de mentalidad.