Los cuidadores para personas con dependencia suelen lidiar, en más ocasiones de las esperadas, con las úlceras por presión. Debido a la importancia de evitarlas y de tratarlas de manera adecuada, hoy descubriremos qué son estas úlceras, qué las causa, cuáles son sus estadios y cómo actuar en el momento en el que se detecta una úlcera por presión. Pues, si no se cura, puede acabar infectándose. 

¿Qué son las úlceras por presión?

Las úlceras por presión son lesiones que aparecen en aquellas partes del cuerpo que están en contacto directo con el colchón de la cama o una silla. Cuando una persona pasa demasiadas horas en una misma posición, corre un mayor riesgo de que aparezcan las úlceras por presión. Por eso, el cambio postural es tan importante en personas en situación de dependencia, para prevenir estas lesiones.

¿Úlceras por presión y escara son lo mismo?

Sí, se trata de dos palabras que se utilizan como sinónimas entre sí para hacer referencia a aquellas lesiones que suelen aparecer en las caderas, los glúteos, los brazos o las piernas. Las zonas afectadas son aquellas que están en contacto con el colchón o una silla, por lo que conviene mover a la persona con frecuencia.

¿Qué causa las úlceras por presión?

Como ya hemos adelantado, la causa de las escaras es haber estado en una misma posición durante demasiado tiempo. Cuando esto sucede, el riego sanguíneo en las zonas donde se está ejerciendo dicha presión disminuye y el riesgo de que aparezcan estas lesiones aumenta notablemente.

Es importante mencionar que la fricción o el rozamiento con la superficie también puede provocar una úlcera por presión, algo que los cuidadores para personas con dependencia deben saber. Las zonas más propensas a sufrirlas, son aquellas donde hay hueso, dado que no hay músculo o grasa que actúe como reductor de la presión ejercida por estar en una misma posición.

Clasificación de las úlceras por presión según estadio

Existen diferentes fases de las úlceras por presión que es importante conocer. En la actualidad, podemos diferenciar entre cuatro estadios que recoge la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).

Estadio 1

Este primero de los tipos de úlceras por presión se caracteriza por presentar enrojecimiento en aquellas zonas que están en contacto constante con una superficie. En ocasiones, este enrojecimiento puede estar acompañado de edema, es decir, de una inflamación por exceso de líquido acumulado.

Estadio 2

En el estadio 2 de las escaras ya suele observarse una úlcera, aunque esta es superficial, similar a una abrasión. Hay veces en las que aparecerán ampollas. Es crucial actuar ya en este estadio para evitar que las úlceras continúen progresando a los siguientes estadios que veremos a continuación.

Estadio 3

Las úlceras en este tercero de los tipos ya son más profundas. La piel ha perdido su grosor y se puede ver necrosis. Se trata de una situación ya más agravada que debe tratarse lo antes posible. La remisión puede ser mucho más lenta y el riesgo de infección más elevado, por lo que hay que actuar con celeridad.

Estadio 4

En el estadio 4 las úlceras ya son muy graves. La necrosis es más evidente todavía y se puede producir la lesión de los músculos e incluso de los huesos. Además, es habitual que aparezca el exudado. Si el tratamiento conservador no funciona, es posible que haya que someterse a una operación quirúrgica.

¿Cómo actuar en caso de úlcera por presión?

Ahora que sabemos mucho más sobre las úlceras por presión que pueden afectar a personas que sufren dependencia o una discapacidad, aquí exponemos algunas de las medidas esperables en el momento en el que se detecta una úlcera:

• Inspeccionar la piel: no solo donde ha aparecido la úlcera, sino realizar una revisión completa del resto de las zonas del cuerpo para detectar algún indicio de úlcera en estadio I que esté pasando desapercibida.
• Cambiar de posición: ya mencionamos que el cambio de posición es esencial. Conviene hacerlo cada 2 horas, más o menos.  
• Limpiar y humectar la piel: siempre utilizando un jabón neutro, realizando la limpieza con mucha suavidad e hidratando la piel verificando que la crema se ha absorbido por completo, para evitar que la piel quede húmeda. 
• Colocar una venda: esto es esencial para crear una barrera e impedir que la úlcera se infecte, algo que puede ocurrir con gran facilidad. 
• Medicamentos para el dolor: si la persona dependiente siente malestar debido a la aparición de las úlceras, se le pueden suministrar medicamentos de venta libre, como el ibuprofeno o el paracetamol. 
• Cirugía: en el caso de las úlceras más graves, se puede requerir la cirugía para extraer el tejido necrosado y limpiar bien la herida.

Es importante comunicar todas las dudas que se tengan al médico para que pueda resolverlas y, también, ofrecer recomendaciones más personalizadas para cada caso en particular. El objetivo es reducir la aparición de las escaras y minimizar el riesgo de que estas acaben llegando a los estadios III y IV.

Fuentes:

• Mayo Clinic. Recuperado de https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/bed-sores/symptoms-causes/syc-20355893

• MedlinePlus. Recuperado de https://medlineplus.gov/spanish/pressuresores.html

• SEGG. Recuperado de https://www.studocu.com/es-mx/document/universidad-westhill/vida-adulta-y-vejez/ulceras-por-presion-en-el-adulto-mayor/24833313