fitoterapia es el uso de plantas medicinales y sus extractos con fines preventivos o terapéuticos

La fitoterapia está cada vez más presente en farmacias y herbolarios. Pero cuando cuidas de una persona mayor o en situación de dependencia, es normal que te preguntes si estas plantas medicinales son realmente útiles y, sobre todo, si son seguras. Vamos a verlo de forma sencilla para que puedas decidir con más tranquilidad junto al equipo sanitario que acompaña a tu familiar.

 

Definición y usos terapéuticos de la fitoterapia

Si te preguntas qué es exactamente la fitoterapia, podríamos resumirla como el uso de plantas medicinales y sus extractos con fines preventivos o terapéuticos. La fitoterapia emplea hojas, flores, raíces o cortezas para aliviar síntomas, mejorar el bienestar o complementar tratamientos médicos, nunca para sustituirlos.

Se presenta en infusiones, cápsulas, jarabes, extractos, cremas o aceites esenciales. Algunos usos habituales son:

  1. Mejorar el sueño y la ansiedad leve (valeriana, pasiflora).
  2. Favorecer la digestión y reducir gases (manzanilla, anís verde, menta).
  3. Apoyar la circulación de las piernas cansadas (rusco, vid roja).

En personas mayores, estos beneficios pueden ser interesantes, pero siempre deben valorarse las posibles interacciones con la medicación y el estado de salud global.

 

¿Es la fitoterapia una ciencia?

Muchas personas se preguntan si de verdad la fitoterapia es una ciencia o solo tradición popular. Hoy se considera una disciplina terapéutica que estudia las plantas medicinales, sus principios activos y sus efectos en el organismo. Existen investigaciones y organismos internacionales que la reconocen como parte de la medicina complementaria.

Eso no significa que todas las preparaciones del mercado tengan la misma calidad. Por eso es importante:

  • Elegir productos con controles de calidad y etiquetado claro.
  • Consultar con profesionales sanitarios formados en fitoterapia.
  • Desconfiar de promesas “milagrosas”, especialmente en enfermedades raras o graves.

Conviene diferenciar la fitoterapia de los tratamientos fitosanitarios, que se utilizan en agricultura para proteger los cultivos de plagas. Comparten nombre, pero no tienen nada que ver con la salud de las personas.

 

Claves de la fitoterapia nutricional para fortalecer la salud

Cuando hablamos de fitoterapia nutricional, nos referimos al uso de plantas medicinales integrado con la alimentación diaria para cuidar la salud. No se trata solo de tomar una cápsula, sino de combinar una dieta equilibrada, adaptada a la edad y a las patologías con plantas que apoyen la digestión, el descanso o la circulación y hábitos saludables: movilidad adaptada, hidratación, rutinas de sueño.

En personas mayores o con dependencia, este enfoque puede ayudar a:

  1. Estimular el apetito cuando hay poco interés por la comida.
  2. Reducir molestias digestivas que dificultan una buena nutrición.
  3. Acompañar la mejora del ánimo y la sensación de energía.

Plantas medicinales esenciales en la fitoterapia nutricional

Algunas plantas que suelen utilizarse con fines nutricionales y de bienestar general son:

  • Manzanilla: digestiva y suave con el estómago.
  • Melisa o hierba luisa: ayuda a calmar la mente.
  • Valeriana y pasiflora: empleadas en insomnio leve o nerviosismo.
  • Jengibre: puede aliviar náuseas leves y mejorar la digestión.

Cada persona es diferente. Una planta adecuada para alguien sano puede no serlo para una persona polimedicada, con insuficiencia renal, hepática o con dependencia avanzada. Antes de incorporar estas plantas a la rutina de tu familiar, coméntalo siempre con su médico o enfermera de referencia.

 

Cómo utilizar la fitoterapia de forma segura

La fitoterapia puede ser una aliada, pero solo si se usa con prudencia. Ten en cuenta estas recomendaciones:

  1. Consulta siempre con el equipo sanitario. Informa de cualquier planta, infusión o suplemento que tome tu familiar para evitar interacciones con fármacos importantes como anticoagulantes, antihipertensivos o tratamientos oncológicos.
  2. Evita la automedicación en personas mayores. Aunque algo sea “natural”, no es inocuo. Las plantas también tienen efectos secundarios y contraindicaciones.
  3. Compra en lugares de confianza. Farmacias, parafarmacias y establecimientos especializados ofrecen más garantías de calidad.
  4. Respeta dosis y duración. Más cantidad no significa más eficacia. Utiliza la fitoterapia como complemento, no como sustituto de los tratamientos pautados.

 


Fuentes consultadas:

fitoterapia es el uso de plantas medicinales y sus extractos con fines preventivos o terapéuticos

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