¿Cuáles son las necesidades prioritarias que cubrir, tanto de pacientes como de sus cuidadores, al volver a casa tras sufrir un ictus? Para dar respuesta a esta pregunta, Matia Instituto, en colaboración con la Asociación de Daño Cerebral Adquirido de Gipuzkoa (ATECE Gipuzkoa), desarrollará el proyecto “Volver a casa tras el ictus: de la identificación de necesidades al co-diseño de soluciones”.
La iniciativa busca dar respuesta a las múltiples necesidades que surgen cuando una persona que ha sufrido un ictus regresa a su hogar tras el alta hospitalaria, un momento marcado por la incertidumbre y la falta de apoyos claros. Y sus responsables consideran que el proyecto contribuirá a mejorar la calidad de vida y la autonomía de las personas que han sufrido un ictus, a favorecer su participación activa en la búsqueda de soluciones, y a impulsar una atención más humana, “inclusiva y basada en la experiencia vivida”.
¿Qué esperar del proyecto?
Uno de los objetivos de este proyecto es dibujar un mapa detallado de necesidades post-ictus. Para ello se elaborará una radiografía precisa de las principales necesidades de las personas que han sufrido un ictus y de sus cuidadores, tanto las cubiertas como las que quedan invisibles o sin respuesta. Este conocimiento permitirá entender mejor los retos físicos, cognitivos, emocionales y sociales que afrontan tras salir del hospital.
Además, se buscan soluciones diseñadas conjuntamente con los afectados. El proyecto no se limita a identificar problemas: también impulsará espacios de co-creación donde personas afectadas, familias y profesionales diseñarán de manera conjunta soluciones innovadoras y viables para las necesidades más urgentes.
A medida que avance el proyecto, se generará información rigurosa y basada en datos sobre la evolución de las necesidades post-ictus en Gipuzkoa, un ámbito hasta ahora poco documentado. Los análisis estadísticos y cualitativos ayudarán a identificar qué factores están asociados a un mayor número de necesidades no cubiertas, aportando una base sólida para futuras decisiones.
Los hallazgos permitirán a Matia Instituto y ATECE Gipuzkoa adaptar mejor sus servicios y programas de apoyo. Además, se reforzarán las redes de colaboración y se incorporarán metodologías participativas en la investigación y en la atención sociosanitaria, contribuyendo a un modelo más centrado en la persona.
Por último, se elaborarán materiales accesibles, como informes, infografías o vídeos, que faciliten la difusión de los resultados entre entidades sociales, sanitarias y comunitarias. Asimismo, el cuestionario desarrollado podrá ser utilizado por otras organizaciones para evaluar necesidades post-ictus en diferentes territorios, favoreciendo la replicabilidad y el trabajo en red.