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Foto de una persona obesa midiendo la tripa con una cinta metrica

Protocolo pionero para el manejo integral de la obesidad en personas mayores de 65 años 

Médicos internistas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) han presentado un nuevo protocolo pionero para el despistaje, valoración y abordaje integral de la obesidad en las personas mayores de 65 años, que valora tanto su fragilidad, como su estado funcional y cognitivo. Existen muchas guías y recomendaciones de práctica clínica sobre obesidad, pero ninguna está enfocada al manejo de la obesidad en el paciente mayor de forma integral, teniendo en cuenta aspectos como su fragilidad o su nivel cognitivo. 

Este protocolo establece, a través de preguntas sencillas, un perfil de paciente (en función de su grado de fragilidad, sarcopenia y situación cognitiva) para ofrecer un plan de tratamiento individualizado: reducido (intensifica intervenciones no farmacológicas y preserva calidad de vida evitando dietas restrictivas) o conservado (con intervención farmacológica, además de pautas de estilo de vida y otras recomendaciones).

La obesidad, una enfermedad crónica y multifactorial

La obesidad es una enfermedad metabólica crónica, compleja y multifactorial, implicada en el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes mellitus tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y hasta en, al menos, 13 tipos de cáncer. Es necesario que la atención a las personas con obesidad sea una parte esencial de la visión integral que la medicina interna aporta a la persona enferma. 

Según los últimos datos de la OMS, en Europa uno de cada 3 adolescentes vive con sobrepeso y el 60 % de la población adulta tiene obesidad. En España, el 25 % de la población adulta vive con obesidad y más del 60 % tiene sobrepeso. Además, en Medicina Interna, uno de cada 4 pacientes que acude a consulta padece obesidad, especialmente en forma de obesidad abdominal, es decir, tiene un perímetro de la cintura por encima de los límites considerados normales. Este hecho, los convierte en pacientes de alto riesgo, con mayor probabilidad de desarrollar comorbilidades como la insuficiencia cardíaca, la enfermedad renal crónica, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer. 
 

Foto de una persona obesa midiendo la tripa con una cinta metrica

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