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Foto con carteles mencionando distintos idiomas y con forma de flecha

La población española ha envejecido de forma considerable desde 2007. De hecho, los últimos datos del INE indican que en el año 2026 la población mayor de 65 años supondrá el 22,7 % del total. Por otra parte, hay que destacar también un gran avance en cuanto a la formación digital y, actualmente, el porcentaje de personas entre 65 y 74 años que utilizan Internet ha pasado del 6,6 % en 2007 al 43,7 % en 2018.
 
Por eso, Babbel, la app para aprender idiomas, propone varios consejos para que las personas mayores o jubiladas puedan mejorar sus conocimientos de idiomas durante la “vuelta al cole” o en su tiempo libre. 
1.    Tomárselo como un hobbie más: si se decide aprender un nuevo idioma en la edad adulta siempre será más positivo para el aprendizaje que no sea una obligación, sino una actividad que se desarrolla por placer. Para ello, lo mejor es que se integre en el día a día, además de encontrar tiempo para las lecciones, es interesante poner en práctica los nuevos conocimientos en conversaciones, viendo series o películas en versión original, etc. 
2.    Viajar al extranjero: aprovechar las oportunidades u ofertas ofrecidas por agencias de viaje u otras organizaciones para visitar países extranjeros. Lo ideal es intentar mantener conversaciones con los lugareños y, así, practicar el idioma y conocer más de cerca la cultura de otros países.
3.    Utilizar las nuevas tecnologías: sumergirse en Internet en busca de recursos que ayuden a seguir aprendiendo también puede ser otro reto. El abanico de herramientas en línea es muy amplio: es posible encontrar artículos, canciones, glosarios, textos…También es interesante aprovechar esta etapa para renovar los viejos smartphones y sacar el máximo provecho de aplicaciones, páginas web, etc… en cualquier momento o lugar.
4.    Comunicarse con las familias bilingües: en este mundo cada vez más globalizado no es difícil encontrarse con parejas de diferentes nacionalidades y, en ocasiones, nos vemos envueltos en familias de lo más “multiculturales”. Por eso, aprender el idioma de nuestra nueva familia política, de nietos que han nacido en el extranjero, o de algún vecino o compañero de trabajo… y conversar con ellos de forma coloquial puede ser un reto estupendo para practicar el idioma que estamos estudiando.
5.    Pegar post-its por todas partes: cada día nos rodean un montón de cosas y descubrir cómo se diría en el idioma que se está aprendiendo es algo esencial. Por eso, es muy útil pegar notas adhesivas con el nombre de los distintos objetos de tu casa (en los alimentos del frigorífico, en el baño…) y aprovechar estas referencias visuales en diferentes momentos del día a día. 
6.    Buscar un compañer@ para intercambiar idiomas: Como bien sabemos, son muchos los europeos (alemanes, ingleses…) que eligen el buen clima de nuestro país para pasar su jubilación. Por ello, tener un “partner in crime” extranjero para ir a pasear, tomarse un helado o un vino es una gran idea para intercambiar idiomas y poner en práctica todas las lecciones aprendidas. ¡Garantizado!
7.    Leer o estudiar en el idioma que estemos aprendiendo. Para las personas mayores que tienen más tiempo libre para volver a dedicar a la literatura, cine, etc., una buena opción es elegir títulos en inglés o películas en versión original para repasar la gramática y expresiones comunes o adaptar el oído. También los más arriesgados que aprovechan esta etapa para retomar sus estudios o realizar la carrera de sus sueños, pueden solicitar una beca Erasmus y realizar uno de los cursos en cualquier país europeo.

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