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El 25 % de la población infantil española presenta problemas de obesidad y sobrepeso. El Profesor Luis Moreno, Catedrático de la Facultad de Ciencias de la Salud, Grupo de Investigación GENUD de la Universidad de Zaragoza, explica que “esta enfermedad se asocia con muchas complicaciones que afectan a todos los órganos y sistemas, siendo las de índole endocrinológico (resistencia a la insulina, intolerancia a la glucosa…) y cardiovascular (hipertensión, dislipemia...), las más importantes a medio-largo plazo”.

Durante el Workshop Internacional "Obesidad infantil: situación actual, cuestionamientos y desafíos”, organizado por la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) y la Universidad de Antioquía, que se celebró en Colombia, expertos  en nutrición a nivel internacional abordaron el tema de la obesidad, pero también analizaron las funciones del tejido adiposo pardo en el hombre y su posible activación con el ejercicio físico.

Durante la gestación y los primeros meses de vida se desarrollan los mecanismos fisiológicos involucrados en la regulación del peso corporal. Por eso, “es muy importante que se establezcan hábitos de alimentación saludables, y otros estilos de vida, como la actividad física”, recuerda el Profesor Moreno, que también añade que se “deberían desarrollar acciones políticas, educativas e informativas, a través de los medios de comunicación, mediante opiniones contrastadas por interlocutores científicos”.

El Profesor Moreno confirma que “la predisposición genética podría explicar el 60 % del riesgo de tener obesidad. También se suele producir un aumento de la ingesta de calorías y una disminución en el consumo de las mismas, especialmente debido a la falta de actividad física y al aumento de los comportamientos sedentarios”.

El papel del tejido adiposo como terapia frente a la obesidad 

El tejido adiposo permite controlar el balance energético, las  funciones inmunitarias, la tensión arterial, la homeostasis vascular y la coagulación. En este sentido, el Profesor Ángel Gil, coordinador del Workshop y presidente de la FINUT, señala que “la capacidad del tejido adiposo pardo para quemar energía supone un paso importante para llevar a cabo terapias frente a la obesidad”. Además, “debido a su capacidad para producir glucosa y lípidos, la activación del tejido adiposo pardo podría ser una alternativa para el tratamiento de enfermedades como la diabetes tipo 2 y la aterosclerosis”.

Además, el Profesor Gil explica que “se están llevando a cabo diferentes estrategias para activar y tomar muestras del tejido adiposo pardo sin generar efectos secundarios. Asimismo, la actividad física podría activar y generar tejido adiposo a través del Sistema Nervioso Simpático”.

Epigenética y genética

Por su parte, el Profesor Alfredo Martínez, Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Navarra (CIBEROBN), recuerda que “la obesidad es el resultado de interacciones entre los hábitos dietéticos, la actividad física y la herencia genética. Algunos cambios epigenéticos, particularmente en los primeros estadíos de la vida, están relacionados con la predisposición al sobrepeso no dependientes de la presencia de mutaciones de susceptibilidad”.

Finalmente, el Profesor Martínez pone de manifiesto la importancia de la nutrigenética, que implicada en las interacciones de los genes con la nutrición, “ofrece grandes oportunidades para la nutrición de precisión”. En este ámbito, “avances como los tests genéticos, que posibilitan el diagnóstico, la profilaxis, el pronóstico y el tratamiento de enfermedades crónicas o el cáncer, suponen un gran avance científico”, matiza el experto y añade que “en el futuro, las dietas, los tratamientos farmacológicos y la prescripción de intervenciones quirúrgicas estarán basadas en análisis genéticos y epigenéticos”.

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