El verano es una de las estaciones favoritas por excelencia, pero en ocasiones puede ocasionar algún que otro trastorno en nuestra salud si no prestamos atención. Uno de los problemas más comunes es la deshidratación que, entre otras causas, viene dada por el exceso de sudoración y por el aumento de la actividad física. Hidratarse frecuentemente es la clave para un estado de salud óptimo.
Beber líquido es imprescindible para evitar deshidratarse. Además del agua hay otras bebidas y alimentos que pueden mantener una temperatura corporal ideal y aportar líquidos a nuestro organismo. La leche está entre una de las mejores fuentes de hidratación, porque está compuesta en un 90 % por agua, y tiene proteínas y grasas de digestión lenta, además de facilitar la absorción de agua y electrolitos de forma constante en el tiempo.
En épocas de altas temperaturas o con la práctica de deporte, la leche se convierte en una interesante opción para mantenernos hidratados durante más tiempo y para recuperar los líquidos y los nutrientes perdidos.
Con la época estival no solo olvidamos mantenernos perfectamente hidratados, sino que, en muchas ocasiones descuidamos nuestra alimentación. Es importante llevar una dieta sana y equilibra para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y, dentro de este marco, se recomienda el consumo de tres lácteos al día para cumplir con este objetivo.
Beneficios de los lácteos
- La leche aporta vitamina B12 A, C y niacina, y es una importante fuente de riboflavina.
- Los quesos contienen vitamina A que contribuye a mantener las mucosas, la piel y la visión en condiciones normales.
- Aquellos lácteos enriquecidos con vitamina D ayudan al correcto mantenimiento de huesos y dientes.
- Los hidratos de carbono que contienen los lácteos aportan energía. En los lácteos, el hidrato de carbono predominante es la lactosa, que proporciona hasta el 25 % de la energía total.
- Aportan también proteínas necesarias para la formación y reparación de las estructuras corporales hacen que aumente y se conserve la masa muscular.
- Los productos lácteos contienen calcio, que contribuye al crecimiento y desarrollo normal de los huesos y dientes, además de potasio, zinc y fósforo.
- Los quesos, además del resto de nutrientes, también aportan yodo.