El cáncer de mama es el tumor más frecuente en mujeres españolas. Constituye el 29 % de los casos de cáncer en mujeres, por lo que se considera un problema importante de salud pública. Ahora un estudio llevado a cabo por el Instituto de Salud Carlos III y el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama evidencia que la obesidad y la ganancia de peso son importantes factores de riesgo de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas.
Las mujeres españolas con una ingesta calórica por encima de sus requerimientos energéticos presentan un mayor riesgo de padecer un cáncer de mama, mientras que una restricción calórica parece prevenir el riesgo de desarrollar este tumor. Sin embargo, la evidencia respecto a la restricción calórica es menos concluyente. Estudios experimentales han mostrado que la limitación de la ganancia de peso por restricción calórica ejerce un efecto preventivo sobre el cáncer de la glándula mamaria.
Los resultados mostraron que las mujeres con un consumo calórico por debajo de lo esperado, de acuerdo a sus necesidades energéticas individuales, presentaron un menor riesgo de desarrollar un cáncer de mama, siendo este efecto mayor en mujeres premenopáusicas. Por el contrario, las mujeres cuyo consumo calórico excedía el 40 % de los valores esperados presentaron casi el doble de riesgo que aquellas participantes con una ingesta energética dentro de los niveles adecuados. Este último efecto fue especialmente pronunciado en mujeres postmenopáusicas y en mujeres con una baja adherencia al patrón de dieta mediterránea.
Además, el estudio ofrece datos sobre el riesgo de cáncer de mama vinculado a la dieta en cada subtipo de tumor. “Los resultados revelan que, por cada 20 % de aumento de la ingesta calórica relativa (ingesta observada versus ingesta esperada), el riesgo de desarrollar un tumor de mama con receptores hormonales positivos o un tumor HER2+ se incrementa en un 13 %, siendo esta cifra de un 7 % en tumores triple negativos”, señala el doctor Miguel Martín, presidente del Grupo GEICAM.