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Foto de una mujer abrazando a una mujer mayor

La implicación de las mujeres en el cuidado de familiares

Tres de cuatro personas cuidadoras de personas con alzhéimer son mujeres, según los datos extraídos de los programas de soporte y formación para personas cuidadoras llevados a cabo por la Fundación Pasqual Maragall durante 2021. Aspectos como la edad y los factores culturales aún enraizados son los principales motivos por los cuales, en la gran mayoría de casos, el cuidado de un familiar con alzhéimer continúa siendo una responsabilidad con un perfil eminentemente femenino.

Este dato pone de relieve la implicación de las mujeres como personas encargadas de los cuidados y, con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra hoy, la Fundación Pasqual Maragall quiere poner en valor esta tarea imprescindible y no suficientemente reconocida en nuestra sociedad.

En más del 80 % de los casos de alzhéimer, la atención directa recae en la familia, con una media de dedicación de la persona cuidadora principal de 15 horas diarias, los siete días de la semana, aunque esta implicación llegó a las 18 horas diarias durante el confinamiento. En la gran mayoría de los casos, el cuidado de una persona dependiente se resuelve en el seno de la intimidad familiar y, por lo tanto, supone el sacrificio y la renuncia, en la mayoría de los casos, de las mujeres, que tienen que reducir su jornada laboral o, incluso, abandonar su carrera profesional. En 2020, un 93,6 % de las personas que se vieron obligadas a reducir su jornada laboral para cuidar un familiar con alzhéimer fueron mujeres, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Esta implicación, sumada al desconocimiento sobre muchos aspectos relacionados con la enfermedad y los vínculos emocionales con la persona afectada, hace que la persona cuidadora a menudo sufra problemas físicos y psicológicos derivados de su rol, como estrés, ansiedad, depresión o frustración.

Durante el año 2021, casi 300 personas cuidadoras de familiares con alzhéimer han asistido a los Grupos Terapéuticos que ofrece la Fundación en diferentes localidades del territorio español. Del total de personas asistentes a estos grupos, más del 60 % han sido mujeres. “Cuidar supone un coste muy elevado para las mujeres. No sólo estamos hablando de un coste económico, sino también personal, social, psicológico y laboral. Y a todo esto hemos de sumar que la tarea de los cuidados no recibe el reconocimiento que se merece a nivel social ni institucional”, explica Sandra Poudevida, psicóloga y terapeuta sénior de la Fundación Pasqual Maragall.

Con tal de adaptarse a las nuevas necesidades emergentes a raíz de la pandemia de COVID-19, la Fundación también ha puesto en marcha el programa de formación y soporte emocional online “Aprende a cuidar y a cuidarte”. “La responsabilidad de los cuidados supone una gran presión psicológica para las cuidadoras. Hemos comprobado que la terapia grupal mejora el bienestar de las personas cuidadoras. Además, los grupos terapéuticos permiten incidir en aspectos vitales que no se pueden tratar individualmente, como romper el aislamiento social y aprender de otras personas que se encuentran en la misma situación”, detalla Poudevida.

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