La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), la Asociación Española de Vacunología (AEV) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) han realizado un llamamiento conjunto a la población para reforzar la vacunación frente a la gripe, la COVID-19 y el neumococo, especialmente entre las personas mayores, los grupos de riesgo y los profesionales sanitarios.

Con el inicio de la temporada de infecciones respiratorias, las tres sociedades recuerdan la importancia de mantener una cobertura vacunal adecuada para reducir las complicaciones graves, los ingresos hospitalarios y la mortalidad asociada a estas enfermedades.

El presidente de SEPAR, David de la Rosa, asegura que la vacunación sigue siendo la herramienta más eficaz para prevenir las infecciones respiratorias y proteger tanto a las personas vulnerables como al conjunto de la población. E insiste, sobre todo, en los pacientes con enfermedades respiratorias -como asma, EPOC o fibrosis pulmonar-. Personas que deben vacunarse, “incluso aunque sean jóvenes y no estén incluidos en los grupos diana por su edad. En esta época del año es fundamental reforzar la inmunización frente a la gripe, el neumococo y la COVID-19, siguiendo las recomendaciones oficiales”, añade.

Por su parte, Jaime Pérez, presidente de la AEV, subraya que la colaboración entre sociedades científicas es clave para mejorar la concienciación y reforzar la confianza de la población en las vacunas. “La prevención mediante la vacunación es una prioridad compartida por todos los profesionales sanitarios”.

Y la presidenta de la SEMG, Pilar Rodríguez Ledo, añade que, desde la Medicina de Familia, la vacunación es la primera barrera frente a las infecciones respiratorias. “Reforzar la inmunización en pacientes vulnerables y profesionales sanitarios es esencial para evitar complicaciones y aliviar la presión asistencial.”

Un compromiso con la salud pública

Las sociedades científicas firmantes recuerdan que la vacunación no solo protege individualmente, sino que también reduce la transmisión comunitaria de los virus respiratorios y alivia la presión asistencial durante los meses de mayor incidencia, fortaleciendo así la resiliencia del sistema sanitario.

“Cada dosis administrada evita complicaciones, salva vidas y libera recursos. Vacunarse es un acto de responsabilidad individual y colectiva”, añade el presidente de SEPAR. De ahí la importancia de que esa inmunización llegue también a los propios profesionales. Las tres entidades recuerdan que los profesionales sanitarios tienen una doble responsabilidad en la promoción de la vacunación: recomendarla activamente a los pacientes en todos los niveles asistenciales -hospitalario, ambulatorio y de urgencias-, e incluirla expresamente en las notas de alta hospitalaria o en los informes clínicos cuando corresponda.

Asimismo, instan a los propios profesionales a vacunarse, como grupo con mayor riesgo de contraer y transmitir infecciones respiratorias. Su inmunización contribuye a proteger también a los pacientes, en especial a los más vulnerables.