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La consejera de Política Social de Galicia presentando el proyecto

Galicia reforma la atención residencial: humanización y coordinación sociosanitaria 

El Comité Asesor Sociosanitario sobre el nuevo modelo de residencias en Galicia realizó una propuesta fundamentada en cuatro pilares, que se corresponden con los principales vectores de mejora de las residencias: la humanización del trato y la formación continuada de todos los profesionales; el aprovechamiento del potencial que tiene la tecnología; las mejoras en la coordinación entre sanidad y servicios sociales; y las reformas estructurales, que se comenzarán a aplicar en todas las residencias de nueva construcción.

Humanización y formación
La conselleira de Política Social, Fabiola García, manifestó que los centros residenciales son la casa “de los residentes”, por lo que una de las líneas básicas de trabajo debe ser que las personas mayores se sientan cómodas en ellos y que se respeten su dignidad y la personalidad. De estos principios parte el bloque de medidas de humanización y formación continuada.

El nuevo modelo destierra las sujeciones físicas y farmacológicas, excepto en casos extraordinarios, justificados y pautados por un médico. También se favorecerán las salidas de los residentes y se permitirá, siempre que los familiares puedan, visitar las habitaciones y comer con sus padres y abuelos. Los profesionales elaborarán un plan de actividades para cada residente que lo ayude a conservar la calidad de vida y la buena forma física y mental.

En la gobernanza diaria de las residencias se tendrán en cuenta las opiniones de todas las personas que forman parte del ecosistema del centro. Todas las de más de 100 plazas deberán contar con un Consejo Asesor con funciones consultivas, a través del que puedan participar la empresa titular del centro, los profesionales, los residentes y las familias; y se aconsejará a las más pequeñas que lo incorporen también.

Por otra parte, se pondrá en marcha a nivel autonómico una Oficina de atención al residente y a los familiares. En el plano formativo, todas las residencias deberán contar con un plan que garantice que sus profesionales nunca dejen de aprender.

Potencial tecnológico
La capacitación será especialmente interesante para formar a los trabajadores en el empleo de tecnologías que serán de uso cotidiano en las residencias. A largo de 2022, Galicia va a transformar todos los centros de mayores públicos en residencias inteligentes, en las que la innovación tecnológica se traducirá en más bienestar para todas las personas mayores.

Fabiola García subrayó que el sistema público tendrá una función demostrativa y ejemplificará, para los centros privados, todos los avances que se pueden lograr a través de la innovación. 

Los residentes con algún tipo de deterioro cognitivo podrán pasear con más libertad y sin miedo a perderse, dentro o fuera de la residencia, con la introducción de un nuevo mecanismo de seguimiento, y se instalarán sistemas de ocio y de comunicación con sus allegados, tanto dentro de las propias habitaciones como en las zonas comunes.

Coordinación sociosanitaria
Fabiola García puso en valor que el usuario de las residencias no es únicamente una persona que necesita cuidados, sino que es también, en la mayoría de los casos, un paciente crónico que requiere de una atención sanitaria intensiva. Por eso, el nuevo modelo recoge la imprescindible coordinación entre el sistema de cuidados y el sistema de salud.

La conselleira agradeció el “compromiso, la determinación y la amplitud de miras del conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña”, por ser “el mejor aliado” para que el espacio sociosanitario pase a ser una realidad cada vez más tangible.

Para conseguir esta meta, el nuevo modelo tiene entre sus novedades diferentes medidas. Los hospitales servirán la medicación a todas las residencias de más de 90 plazas. Esto aliviará, en cierta medida, la presión asistencial de Atención Primaria, pues los centros de salud podrán descargarse de preparar recetas para más de 5500 pacientes crónicos.

Se crearán también las primeras unidades de cuidados intermedios de la historia de la comunidad. En ellas, se atenderá a las personas que ya recibieron el alta del hospital, pero siguen requiriendo acompañamiento social. A través de este, pueden retomar la vida autónoma y evitar el ingreso en una residencia.

Se acordó con el sector que todos los centros deban contar con un plan de contingencia validado por las Consellerías de Sanidad y Política Social, y conocido por los profesionales, familiares y usuarios. 

Reformas estructurales
La conselleira apuntó como cuarto y último pilar del nuevo modelo las reformas estructurales para los centros ya existentes y los de nueva construcción, entre las que destaca la creación de unidades de convivencia. Al respecto, detalló que las residencias en Galicia deberán contar, como máximo, con seis unidades de este tipo o "minirresidencias", de 25 plazas como tope cada una. Es decir, un máximo de 150 plazas por centro.

Además, los usuarios de estos módulos se seleccionarán por sus preferencias personales antes que por su grado de dependencia. Las unidades estarán decoradas como lo estaban los domicilios de los usuarios y se reducirá al mínimo la rotación de personal entre ellos para salvaguardar la intimidad de los residentes y promover la confianza. El objetivo es que las residencias sean verdaderos hogares en los que se tenga muy en cuenta a intimidad de los usuarios.

Asimismo, y toda vez que en las residencias viven muchas personas que padecen deterioro cognitivo, podrán contar con áreas de psicogeriatría. 


 

La consejera de Política Social de Galicia presentando el proyecto

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