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Foto de una mujer con sus manos en el cuerpo donde se encuentra la vejiga

Escuela de Incontinencia para abordar la visión multidisciplinar de este problema

El Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña, ha celebrado recientemente la primera jornada de su Escuela de Incontinencia, bajo el título "¡Que no se te escape!", con el objetivo de abordar las pérdidas de orina y heces involuntarias desde una visión multidisciplinar, solventar dudas e inquietudes de los asistentes y repasar las últimas novedades médico-quirúrgicas en este ámbito.

Dirigido a pacientes y a población general, en el encuentro, que se celebró en formato híbrido (online y presencial), se compartieron y explicaron todo tipo herramientas que ayudan a mejorar la prevención y el autocuidado de las patologías relacionadas con el suelo pélvico.

"Las patologías del suelo pélvico son todas aquellas que afectan a las vísceras pelvianas y los músculos que las sustentan, tanto en hombres como en mujeres", explicó el doctor Eduardo Useros, especialista del Servicio de Urología del Infanta Elena. Esas afecciones requieren un estudio básico para conocer el tipo de incontinencia del que se trata y aplicar así el tratamiento más adecuado, apuntaron los expertos.

Además del manejo terapéutico a seguir, "es fundamental la colaboración e implicación de los pacientes en el abordaje de su enfermedad, ya que el compromiso de estos mejorará los resultados del tratamiento, puesto que el autocuidado es imprescindible en una sociedad en la que los pacientes tienen cada vez más conocimientos y capacidad de decisión", puntualizó el urólogo.

Desde el área de Ginecología, la incontinencia urinaria se afronta de manera integral, teniendo en cuenta todos los aspectos que afectan a la mujer, tanto a nivel anatómico y funcional del aparato urogenital, como del ámbito emocional y la función sexual, tal y como señaló la doctora María Laguna, especialista de este servicio en el hospital valdemoreño. Igualmente, la ginecóloga explicó las herramientas con las que cuentan los especialistas para identificar el problema y aconsejó pautas generales para su prevención y mejora en el autocuidado, como controlar el peso corporal, realizar ejercicios para fortalecer el suelo pélvico y evitar todos aquellos hábitos que puedan alterar la función los órganos y elementos de soporte del suelo pélvico, así como otras específicas para los periodos del embarazo y postparto.

Por su parte, el doctor Pedro Antonio Pacheco, jefe de sección del Servicio de Cirugía General y Digestivo del Infanta Elena, se centró en la incontinencia fecal, "una afección más frecuente de lo que se piensa", ya que se calcula que su prevalencia oscila entre el 2 y el 7 % de la población, así como en sus diferentes tipologías. Esta patología -añadió- suele ser diagnosticada a través de la manometría y la ecografía anal, que son pruebas sencillas y ligeras para el paciente, mientras que para saber el nivel de transcendencia de la incontinencia "es imprescindible realizar cuestionarios de calidad de vida, de cuantificación de gravedad de incontinencia (Wexner) y llevar a cabo un diario defecatorio".

Cada paciente ha de ser evaluado y tratado de forma individualizada, con el fin de encontrar una mayor adherencia a la terapia, y los abordajes que se aconsejan a los pacientes incluyen medidas higiénico-dietéticas, medicación o ejercicios de rehabilitación, detalló el doctor Pacheco. Y añadió que, cuando estos métodos son insuficientes, "existen terapias más complejas, como la neuromodulación de raíces sacras y la irrigación transanal retrógrada, entre otras".

Por último, en el encuentro se abordó la importancia de la recuperación del suelo pélvico, que consiste en restituir la funcionalidad de la musculatura, tanto para fortalecerla, como para relajarla, de la mano de la doctora Carmen Vilas, del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario Infanta Elena.

Es esencial que la rehabilitación se realice bajo la supervisión de un fisioterapeuta o un especialista, y que el paciente adquiera todas las técnicas enseñadas para poder continuar con los ejercicios de manera autónoma. "Cuando aparecen síntomas como las pérdidas de orina, heces o gases, la dificultad para defecar, dolor en las relaciones sexuales o alteraciones a nivel de la pelvis postquirúrgica, es necesario acudir a un servicio especializado de Rehabilitación de Suelo Pélvico y realizar un plan de tratamiento", concluyó la especialista.

    
 

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