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Abordaje preventivo y multidisciplinar en el manejo de la fragilidad asociada a la demencia

La detección temprana de la fragilidad en pacientes con demencia puede ralentizar su deterioro tanto a nivel físico como cognitivo. Así concluye un estudio liderado por el Departamento de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra, publicado en Lancet Healthy Longevity.

Según explica Miguel Germán Borda, geriatra e investigador principal del estudio, la fragilidad es una condición de salud que aumenta la vulnerabilidad del paciente, porque le hace más propenso a complicaciones ante enfermedades, infecciones, caídas, hospitalizaciones o situaciones de estrés emocional.

Esta condición “se manifiesta con pérdida de la fuerza muscular, disminución del estado físico, menor resistencia a esfuerzos, problemas en la movilidad y el estado nutricional”, recuerda el experto.

Por su parte, la demencia es un síndrome caracterizado por un deterioro progresivo de las funciones cognitivas, que afecta áreas como la memoria, el razonamiento y el lenguaje. Según la Sociedad Española de Neurología, este problema de salud es responsable del 8% de los fallecimientos en España.

El mencionado estudio destaca la necesidad de un abordaje preventivo y multidisciplinar en el manejo de la fragilidad asociada a la demencia, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes y de sus familiares.

 

Recomendaciones para el manejo de la fragilidad

La investigación presenta una guía basada en un consenso de expertos y una revisión sistemática de la literatura, en la que se incluyen 16 recomendaciones clave. Los especialistas destacan que el diagnóstico de la fragilidad no debe ser responsabilidad exclusiva de los geriatras, sino que también debe involucrar a otros profesionales de la salud, como psiquiatras, terapeutas, anestesistas y médicos de familia. Asimismo, recomiendan que esta condición se evalúe en todos los pacientes con demencia, deterioro cognitivo o riesgo de desarrollar demencia.

La guía, dirigida tanto a profesionales sanitarios como a familiares, propone un enfoque integral en la atención de pacientes frágiles con demencia. Entre las estrategias fundamentales destacan:

  • Una nutrición adecuada y personalizada.
  • El fomento de la actividad física adaptada a las capacidades individuales.
  • La prevención de caídas mediante estrategias específicas.
  • La revisión y el ajuste del tratamiento farmacológico para evitar efectos adversos.
  • Apoyo psicosocial, abordando aspectos como la soledad, el aislamiento social y la salud mental.
  • La adaptación del entorno, promoviendo la autonomía y seguridad del paciente.
  • El trabajo interdisciplinar para una atención integral y coordinada.
Abordaje preventivo y multidisciplinar en el manejo de la fragilidad asociada a la demencia

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