Cargando...

foto de una bandeja con varias frutas y una botella de agua

Consejos que ayudan a mantener una buena salud digestiva durante los meses de calor

En un artículo anterior se comentaban las principales enfermedades o molestias que suelen aparecer en verano. La prevención de los trastornos digestivos en verano  es la clave.

DosFarma ofrece unos consejos que ayudan a mantener una buena salud digestiva durante los meses de calor:

  • Lavarse bien las manos. Hay que lavarse bien las manos después de ir al baño, sonarse la nariz, sacar la basura, tocar a un animal o cambiar pañales. Y lavar bien las frutas y verduras, especialmente si se van a consumir crudas. Cocinar los alimentos es una forma segura de eliminar cualquier patógeno. Pero si algo se va a consumir crudo (por ejemplo, una fruta) es muy importante lavarlo bien antes. Igualmente, es necesario limpiar los utensilios de cocina que hayan entrado en contacto con la comida cruda.
  • Cocinar bien los alimentos. Para eliminar completamente los patógenos, hay que asegurarse de que la carne y el pescado queden bien hechos y los huevos tengan la yema totalmente cuajada. Para evitar el anisakis, en concreto, hay que cocinar adecuadamente el pescado durante, al menos, dos minutos a más de 60ºC, es decir, que dicha temperatura llegue hasta el centro del producto.
  • No romper la cadena de frío. Si la cadena de frío se rompe corremos el riesgo de sufrir una intoxicación, porque comienzan a crecer microorganismos. Hay que tener en cuenta que un producto que ya esté contaminado no tiene por qué sufrir cambios en el olor, el aspecto o el sabor. Si se ha roto la cadena de frío, es mejor descartarlo directamente.
  • No beber agua de ríos, fuentes o arroyos. Las intoxicaciones también pueden deberse a la contaminación del agua. Lo más recomendable es beber siempre agua embotellada y evitar cualquier fuente natural, si no estamos seguros de que sea agua potable. Igualmente, es mejor no echar cubitos de hielo en las bebidas, a no ser que haya total seguridad de que están hechos de agua potable.
  • Evitar la leche sin pasteurizar. La pasteurización es un proceso térmico que elimina los patógenos de los alimentos. La leche es el producto más conocido que sufre este proceso, aunque hay muchos otros, como la cerveza o los zumos. Si no tenemos la certeza de que un lácteo está pasteurizado, es mejor no consumirlo.
  • Hacer comidas ligeras y sin prisa. Los atracones y las comidas rápidas son los aliados de los gases y la acidez. Hay que disfrutar de la comida y tomarnos nuestro tiempo, sin prisas y masticando bien. Para evitar la aerofagia, es decir, tragar demasiado aire, no hay que hablar rápido ni gritar durante la comida. Después de una comida copiosa o de ingerir algún alimento que nos haga generar gases (alubias, garbanzos, col...), ayuda tomar cápsulas o infusiones de hinojo, manzanilla o menta.
  • Llevar una dieta saludable y beber suficientes líquidos. También hay que comer sano en vacaciones. Para evitar el estreñimiento, es importante llevar una dieta rica en fibra (frutas, verduras, cereales...), reducir los alimentos procesados y hacer ejercicio. Asimismo, hay que mantener unos buenos niveles de hidratación y beber agua sin esperar a tener sed.
  • No beber alcohol. Las bebidas alcohólicas empeoran los síntomas de ciertas enfermedades digestivas, como el síndrome de reflujo gastroesofágico, un problema que sufren 7 de cada 10 personas que suelen tener acidez. Además, el alcohol incrementa la deshidratación, un factor que motiva el estreñimiento.

 

foto de una bandeja con varias frutas y una botella de agua

Información adicional

  • Actualidad