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Foto de mujer en una oficina con cara de cansada y pensando en vacaciones

Cerca de la mitad de los adultos sufrirá en algún momento del mes de septiembre estrés como consecuencia del síndrome postvacacional, tal y como informan los centros Nascia (www.nascia.com), especializados en el tratamiento de la ansiedad y el estrés.

En este estudio, se recogen cuáles son los síntomas más habituales del estrés que provoca el síndrome postvacacional y por qué se produce. El principal motivo es la costosa vuelta a las rutinas horarias y al ritmo laboral, en contraposición con el ritmo tranquilo y las costumbres horarias que se cambian durante las vacaciones y los meses de verano.

Entre los síntomas que más destacan, el 70 % de todos los que sienten las personas con este problema, están la sensación de cansancio o agotamiento, apatía, falta de vitalidad, dolores de cabeza, falta de descanso y algunos episodios de insomnio, además de agarrotamiento muscular y trastornos digestivos.

Y es que volver a los horarios de trabajo, conciliación familiar, comienzo del colegio de los niños y las propias responsabilidades y exigencias laborales son las principales causas del estrés para muchas personas a las que les cuesta coger el ritmo.

Los especialistas de Nascia recomiendan seguir una serie de pautas que facilitan la adaptación y reducen el riesgo de episodios de estrés provocados por el síndrome postvacacional.

Dentro de ellas destacan:
•    Intentar llevar unas rutinas horarias días antes de la incorporación al trabajo: poner el despertador cada vez un poco antes para ir recuperando la costumbre de madrugar, acostarse más temprano, etc. Para ello, es importante no utilizar los dispositivos tecnológicos (tablet, smartphones, etc.) al acostarnos.
•    Afrontar la vuelta a la rutina de una forma proactiva y hacer frente de una forma natural a las obligaciones diarias, con la lógica exigencia de cada una de ellas, pero no auto-exigiéndonos más de lo que corresponde.
•    Recuperar las horas de comer y cenar previas al inicio del verano, comer a las mismas horas a las que se vaya a hacer durante el curso y desayunar relativamente temprano son gestos que colaboran. Además, retomar la ingesta de alimentos saludables nos ayudará a encontrarnos mejor.
•    Finalmente, se recomienda realizar ejercicio físico moderado desde los primeros días de trabajo con el fin de mantener tanto el cuerpo como la mente liberado de las presiones y el estrés.


 

Foto de mujer en una oficina con cara de cansada y pensando en vacaciones

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