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Foto de mesa Navideña

Los casos de reacciones alérgicas suelen aumentar durante la Navidad debido al mayor consumo de alimentos altamente alergénicos, así como al inicio en el consumo de ciertos productos. Frutos secos, marisco, pescado o algunas frutas son los que con mayor frecuencia se relacionan con reacciones alérgicas en estas fiestas. Además, al consumirse en mayor cantidad, se produce un aumento en el número de casos que llegan a los servicios de urgencias hospitalarias.

Por este motivo, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) recuerda que no es lo mismo intolerancia que alergia a los alimentos. La persona intolerante no puede metabolizar adecuadamente el alimento y presenta síntomas digestivos ante su ingestión, sin participación del sistema inmunológico. Por ejemplo, en el caso de la intolerancia a la lactosa la persona experimenta dolor abdominal y diarrea tras la toma de leche, pero tolera la ingestión de yogures o quesos curados, mientras que el alérgico a la leche no tolera la toma de ningún producto lácteo y los síntomas no se limitan al aparato digestivo. Además, muy rara vez una intolerancia alimentaria se asocia con síntomas graves, mientras que las reacciones alérgicas, especialmente la anafilaxia, son cuadros potencialmente mortales y que requieren una actuación inmediata.

Diferentes síntomas, diferente gravedad

Los alergólogos recuerdan que los síntomas de una reacción alérgica aparecen en el intervalo de unos poco minutos a unas pocas horas siguientes de la ingestión del alimento y que la gravedad varía en función de la cantidad de alérgeno ingerido, la sensibilidad de la persona y factores externos como el asma, el ejercicio físico o el consumo de analgésicos o alcohol. Aunque suelen ser leves, las reacciones a alimentos causan entre el 10 % y el 50 % de las anafilaxias tratadas en Urgencias y los más frecuentemente implicados son el huevo, la leche, frutas y frutos secos.

Por el contrario, en las intolerancias los síntomas pueden aparecer más lentamente y suelen ser náuseas, diarrea, dolor abdominal, cólico, cefalea o sensación de mareo y calor. A diferencia de las alergias, se pueden consumir pequeñas cantidades del alimento o componente sin que den síntomas o haya peligro. 

Si se sufre una reacción alérgica o se sospecha que se padece una intolerancia, debe solicitar una visita al alergólogo para que realice un diagnóstico preciso y pueda establecer el tratamiento individualizado. En el caso de sufrir una reacción anafiláctica al ingerir determinados alimentos, debe utilizar la medicación de urgencia indicada por el alergólogo y acudir a un Servicio de Urgencias si ocurre por primera vez.

Cuidado especial

Estas fechas festivas son también la ocasión en la que muchas personas degustan por primera vez algunos alimentos potencialmente generadores de alergias y consumen dulces navideños, como los turrones o el mazapán, que poseen ingredientes encubiertos entre sus componentes. En el caso de contar con un alérgico a alimentos o un celíaco en casa debemos tener cuidado al hacer la compra y leer atentamente los etiquetados. En ocasiones, los alérgenos y el gluten pueden ocultarse en preparaciones típicas de la Navidad. El problema es que el proceso de sensibilización a un alimento es silente y en esta época del año debutan muchos alérgicos que se han podido sensibilizar previamente sin darse cuenta y al probar por primera vez los frutos secos del turrón o el marisco, por ejemplo, manifiestan una reacción alérgica. 

Las personas alérgicas deben acordarse de llevar siempre un “kit” de medicación adicional y en aquellas con diagnóstico de anafilaxia, que pueden sufrir una reacción alérgica más grave, es fundamental disponer de un autoinyector intramuscular de adrenalina y verificar su fecha de caducidad.

Otras recomendaciones importantes:

- Extremar la precaución. Los alérgicos viven situaciones fuera de su entorno habitual y, en muchos casos, se mezclan alimentos o en determinados platos se desconocen los ingredientes exactos.

- Mirar con más atención el etiquetado de dulces, carnes, embutidos, salsas y otros alimentos precocinados.

- Las asociaciones de pacientes ofrecen en sus páginas web recetas alternativas a los dulces navideños para evitar determinados alérgenos.

- Los cambios de hábitos y horarios en estos días disminuyen la correcta realización de los tratamientos, favoreciendo las crisis de alergias respiratorias (rinitis y asma bronquial).

- La exposición a humos o irritantes como el frío pueden aumentar los síntomas en las alérgicas respiratorias.

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