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De un tiempo a esta parte, la asistencia sanitaria ha experimentado enormes cambios como consecuencia de la aplicación generalizada de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Así, la telemedicina, poco a poco, empieza a ocupar un lugar importante en nuestra vida. Tanto que el 70 % de los pacientes y el 80 % de los profesionales de la salud estarían dispuestos a utilizar la telemedicina si estuviera a su alcance, según el informe “Gestión remota de pacientes: un estudio sobre las percepciones de pacientes y profesionales en España”, elaborado por el IESE y Telefónica.

Definición de la OMS Telemedicina es el suministro de servicios de atención sanitaria por profesionales que apelan a las nuevas tecnologías con objeto de intercambiar datos para hacer diagnósticos, preconizar tratamientos y prevenir enfermedades y accidentes.


¿Por qué usar la telemedicina?

La telemedicina es una nueva forma de atención al paciente que nos facilita la vida en muchos aspectos, ya que cualquier usuario que disponga de un dispositivo móvil (ordenador, teléfono móvil o tableta), o un familiar de éste, puede efectuar una consulta y obtener un diagnóstico certero con el tratamiento adecuado. Concretamente, las aplicaciones que se pueden dar a la telemedicina son: asistencia a distancia, gestión de pacientes y administración, información sanitaria a la población y formación e información a distancia de profesionales.

Gracias a la telemedicina los pacientes pueden resolver dudas y consultas sin tener que moverse de casa

Beneficios de la telemedicina

  • El seguimiento y observación de los pacientes posibilita detectar precozmente las enfermedades y reducir los errores de diagnóstico.
  • También puede emplearse en casos donde el paciente busca una segunda opinión médica.
  • Los pacientes, por su parte, destacan que se trata de una tecnología muy útil para ahorrarles tiempo y visitas al centro de salud.
  • En zonas rurales o de difícil acceso, en las que no hay un centro médico cercano, fomenta la comunicación entre médicos y pacientes.
  • Promueve el autocuidado, es decir, anima a los pacientes a cuidar más su salud y a detectar precozmente los cambios de sus afecciones crónicas.
  • Permite reducir costes.

Aplicaciones de la telemedicina

  • Teleasistencia: Los pacientes pueden pedir cita o consultar directamente cualquier duda con su médico de cabecera. O, al contrario, un profesional de la salud puede realizar una llamada telefónica para conocer el estado de un paciente, generalmente personas mayores que viven solas, enfermos crónicos o personas con problemas de movilidad. Es la conocida como teleasistencia.
  • Monitorización remota: Ofrece la posibilidad de medir o monitorizar parámetros del organismo de los pacientes, como la glucosa o la presión arterial, algo esencial para personas que han de mantener un control exhaustivo.
  • Gestión de medicamentos: El objetivo es mantener el control y actualización de los fármacos que ha de tomar un paciente. Con ello, además, se mejora el cumplimento y adherencia de los tratamientos. Importante para pacientes con enfermedades crónicas, que requieren de un tratamiento continuado y bajo supervisión.
  • Historia clínica electrónica: Gracias a este sistema, el profesional cuenta con toda la información clínica del paciente actualizada y en un mismo lugar. Además, permite compartir datos con otros especialistas.

Los mayores beneficiarios suelen ser los pacientes crónicos o personas mayores que viven solas y requieren de asistencia permanente

Un paso más allá: mHealth

Tanto para las personas que por salud necesitan controlar sus constantes vitales de forma permanente como para las personas que quieren estar en forma y mejorar su salud, el teléfono móvil se ha convertido en una herramienta indispensable para controlar el ritmo cardíaco, llevar un registro diario de los niveles de glucosa en sangre o calcular las calorías consumidas después de hacer ejercicio.

Y es que el interés de las personas por cuidar de su salud crece cada día, como refleja un estudio realizado por Accenture a más de 9.000 personas mayores de 65 años en nueve países, incluido España. En concreto, ocho de cada diez mayores con conocimientos tecnológicos querrían disponer de herramientas digitales para gestionar sus servicios sanitarios a distancia.

En la actualidad, hay casi 100.000 aplicaciones que facilitan que pacientes y profesionales de la salud accedan con sus móviles, o tabletas, a información especializada en enfermedades, fármacos o tratamientos.