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Foto de varias personas y alguno en silla de ruedas en un oficina charlando y

Cuando analizamos la tasa de empleabilidad de las personas con discapacidad, lo primero que llama la atención es la baja participación de este colectivo en el mercado laboral. Solo 664.000 personas con discapacidad se encuentran activas, es decir, tienen una tasa de actividad del 34,3%, muy alejada del 76% de las personas sin discapacidad. No obstante, el número de personas activas con discapacidad va aumentando progresivamente. En 2020 se registró un crecimiento del 4% (25.300 personas) y en el periodo 2014-2020 un 13%. ¿Cuáles son los principales factores que influyen en su incorporación al mercado laboral?

Si seguimos leyendo los datos publicados por el INE, en 2020 había en España 1,93 millones de personas con discapacidad en edad de trabajar (16 a 64 años), alcanzando el 6,3% de la población total en esa franja de edad. Esta cifra es la más alta desde 2014 y ha tenido un crecimiento de más del 10% en el periodo comprendido entre 2014 y 2020. A pesar de esta mejoría, es destacable que un 66% de las personas con discapacidad en edad de trabajar se encuentran inactivas (1,23 millones), siendo varias las causas que explicarían esta situación, como la incapacidad permanente (774,8 mil personas), la jubilación (294,3 mil personas), las labores del hogar (117,4 mil personas) o estar estudiando (46,6 mil personas).

Vivimos en una época de continuos cambios en los que la digitalización se ha incorporado en todos los aspectos de nuestra vida diaria y sobre todo en la búsqueda de empleo. Desde Fundación Randstad trabajamos por la igualdad de oportunidades en el empleo de las personas con discapacidad durante los últimos 18 años. Y hemos visto cómo han evolucionado los puestos de trabajo que se ofrecen en el mercado laboral a las personas con discapacidad.

Esta nueva época de digitalización, genera una oportunidad para muchas personas que no podían acceder a un puesto de trabajo. La digitalización crea una forma diferente de comunicarnos y rompe las barreras físicas que nos encontramos debido a la accesibilidad de nuestro entorno.

Por ello, la utilización de herramientas tecnológicas en el ámbito laboral por parte de las personas con discapacidad debe ser contemplada no como una barrera, sino como un aliado para que los profesionales puedan mejorar su empleabilidad.

La Fundación Randstad en colaboración con la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), han publicado los resultados del estudio Transformación del mundo del empleo: Las nuevas formas de trabajo y su impacto sobre las personas con discapacidad, un trabajo que ha estudiado la influencia de la transformación digital en el empleo de las personas con discapacidad, no solo observando su impacto en el mercado laboral, sino también corroborando si es una posible herramienta disruptiva de la percepción de la discapacidad.

Este informe, propone una reflexión sobre cómo deben avanzar las sociedades hacia un futuro más inclusivo y justo, aprovechando la transformación digital en la que nos encontramos inmersos. 

En palabras de Alejandra, usuaria de Fundación Randstad: “El mundo digital y las nuevas tecnologías nos han cambiado la vida, sin duda, para bien, el comunicarnos de manera rápida y eficaz se ha vuelto algo muy sencillo. Podemos trabajar, relacionarnos y llevar una vida plena sobre todo las personas que tenemos algún tipo de discapacidad.”

Por otra parte, la pandemia del Covid-19 ha acelerado la implantación de teletrabajo en muchas empresas, lo que ha favorecido que muchas personas con discapacidad física y problemas de movilidad puedan incorporarse al mundo laboral.

Sin embargo, no todas las personas tienen acceso a la digitalización, ya que se encuentran en una situación de vulnerabilidad y exclusión social, que se materializa en una brecha digital, tanto en formación como en recursos necesarios. 

Ante esta situación, en Fundación Randstad pusimos en marcha en noviembre de 2021 nuestro proyecto Brecha Digital, un proyecto colaborativo y de economía circular, orientado a proporcionar los recursos (portátil y tarjetas de datos) y la formación en habilidades informáticas a las personas con discapacidad para que nadie se quede atrás. Hasta el mes de abril hemos conseguido formar a 143 personas con discapacidad, han participado 17 empresas, y 85 voluntarios de Randstad que han ofrecido talleres orientados a mejorar la empleabilidad de las personas con discapacidad.

La búsqueda de empleo ha cambiado, las ofertas de trabajo se publican en las plataformas de empleo, las entrevistas se desarrollan en formato online, utilizamos el video currículum como una herramienta más en la selección del personal, y las redes sociales se han convertido en un medio para realizar networking profesional.  

La tecnología y la digitalización tienen que ser una herramienta inclusiva, y universal que llegue a toda la sociedad y que sirva al mundo empresarial para contratar el talento con discapacidad, y potenciar todas las capacidades y competencias que aporta la diversidad en las organizaciones.

Este es uno de nuestros retos en Fundación: acercar el talento de las personas con discapacidad a las empresas, y por el que trabajamos día a día para conseguirlo. 

Silvia Galán
Directora Zona Centro
Fundación Randstad