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Foto de un medico que sostiene en sus manos un corazón hecho con espuma

Protege tu corazón este verano

La Fundación Española del Corazón (FEC) pide a los pacientes con enfermedad cardiovascular prudencia para evitar el contagio por coronavirus y recuerda que se puede disfrutar de las vacaciones con responsabilidad sin olvidar el cuidado del corazón.

“Las altas temperaturas propias de esta época del año son uno de los principales enemigos de nuestro corazón en verano”, indica el doctor José Luis Palma, vicepresidente de la FEC, quien añade que “los cambios en los hábitos y rutinas también pueden acabar afectando a la salud cardiovascular”.

Por ello, la FEC recuerda una serie de recomendaciones que pueden convertirse en grandes aliadas de nuestro corazón en verano: 

1.    Mantenerse hidratado. Hay que beber entre dos y tres litros de agua al día, aunque no se tenga sed. “En verano perdemos más líquidos y hay que recuperarlos porque si llegamos a deshidratarnos algunos órganos, como el corazón, pueden dejar de funcionar adecuadamente. Por ejemplo, una situación prolongada de deshidratación puede provocar la aparición de arritmias”, asegura el doctor Palma. 

2.    Adherencia al tratamiento. Los cambios en las rutinas y hábitos durante el verano pueden llevar a algunas personas a tener despistes con las tomas de su tratamiento farmacológico. Para evitarlos, se puede recurrir al uso de alarmas en el teléfono móvil, de forma que recuerden la hora a la que corresponde la medicación. Del mismo modo es imprescindible llevar consigo un informe médico actualizado. 

3.    Alimentación variada y equilibrada. En verano es más habitual comer fuera de casa. Aunque la FEC recomienda siempre que sea posible elaborar nuestra propia comida, también recuerda que es posible comer de forma saludable en bares y restaurantes. ¿Cómo? Lo explica Palma: “Debemos decantarnos por el pescado frente a la carne, evitar los fritos como guarnición y elegir verduras. Otra opción saludable en verano son las ensaladas. Y para el postre, fruta, en lugar de dulces o helados”. 

4.    Evitar el consumo de alcohol y bebidas azucaradas. El consumo de alcohol en verano puede causar que nos deshidratemos más fácilmente, por lo que, si se desaconseja su consumo en cualquier época del año, más aún durante estos meses. También hay que huir de las bebidas azucaradas, porque aumentan el riesgo de padecer obesidad y diabetes mellitus tipo 2, dos importantes factores de riesgo cardiovascular. 

5.    Hacer ejercicio. El vicepresidente de la FEC recuerda que “el ejercicio físico de intensidad moderada practicado de forma regular es uno de los principales aliados de la salud cardiovascular”. Por eso, es importante no descuidar nuestras rutinas de ejercicio durante las vacaciones, aunque hay que elegir bien la hora a la que lo practicamos, especialmente si es en el exterior. En ese caso, hay que evitar las horas centrales del día, cuando las temperaturas son más altas.

6.    Tomar el sol, con protección y evitando horas centrales. Para sintetizar vitamina D exponiéndose al sol hay que hacerlo evitando las horas centrales del día (12-17 horas) durante unos 20 o 30 minutos sin protección solar, de modo que los rayos ultravioleta atraviesen fácilmente la piel. Posteriormente, una vez pasado este período, hay que recurrir a protectores solares de una graduación de 30 a 50.

7.    Descansar adecuadamente. Durante las vacaciones conviene mantener las rutinas de sueño durmiendo siete u ocho horas diarias. Un estudio publicado en European Journal of Preventive Cardiology concluyó que aquellos que duermen un mínimo de siete horas al día reducen hasta en un 65 % el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. 

8.    Evitar lugares concurridos y de interior. Para minimizar el riesgo de contagio por coronavirus, es fundamental evitar lugares concurridos y elegir espacios en exteriores para llevar a cabo las diferentes actividades veraniegas. 


 

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