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Foto de un chico joven durmiendo y con la boca abierta

Todos producimos saliva con regularidad, incluso cuando dormimos, desempeñando la saliva la importante labor de mantener la boca y garganta lubricadas. El babeo ocurre cuando se produce demasiada saliva y tenemos problemas para mantenerla en la boca o experimentamos problemas para tragar. 

Aunque babear durante el sueño es normal, Emma – The Sleep Company destaca ciertos factores que pueden hacer que babees en mayor medida.
•    Posición para dormir: las personas que duermen de costado o boca abajo y/o con la boca abierta tienen más probabilidades de babear durante el sueño. Dormir boca arriba puede ayudar a minimizar el babeo. 
•    Infecciones y alergias: si tienes un resfriado, alergia estacional, faringitis u otras infecciones, puedes tener inflamadas las fosas nasales y bloqueadas las vías respiratorias, lo que te hace respirar por la boca y babear más de lo habitual. 
•    Apnea obstructiva del sueño (AOS): este trastorno respiratorio relacionado con el sueño que provoca pausas temporales en la respiración mientras dormimos, contribuye a que se respire más por la boca, aumentando la probabilidad de babear por la noche.
•    Bruxismo: el babeo suele acompañar al bruxismo o rechinar de dientes durante el sueño por su asociación con respirar por la boca.
•    Efectos secundarios de los medicamentos: la salivación excesiva y el babeo son efectos secundarios de ciertos medicamentos, incluidos algunos antibióticos, medicamentos antipsicóticos y medicamentos que se usan para tratar el Alzheimer.
•    Reflujo gastroesofágico: ante la irritación del esófago, el cuerpo puede responder produciendo más saliva para aliviar esta irritación, lo que provoca más babeo.

Su relación con los ciclos circadianos
La secreción de saliva también está sujeta a la variación circadiana, es decir, que sigue un ritmo, más o menos homogéneo, sincronizado a lo largo de las 24 horas del día. Cabe destacar que el ritmo circadiano de la producción salival es crucial para una nutrición y una autodefensa adecuadas. Según los hallazgos científicos, las glándulas salivales pueden tener un reloj circadiano que controla el tipo, la cantidad y la composición de la saliva.

La activación de la salivación es un fenómeno complejo, pues en ella intervienen estímulos sensoriales, centros cerebrales superiores y centros salivales. Por ejemplo, la producción final de saliva de las glándulas salivales depende de la compleja integración de señales centrales y periféricas.

Por otra parte, un estudio sobre los efectos de la privación del sueño en la producción salival concluyó que la tasa de flujo salival se redujo de forma significativa en el grupo de privación total del sueño frente al grupo de privación parcial del sueño.

¿Cómo podemos evitar babear?
Aunque babear mientras se duerme es normal, el babeo excesivo puede tener consecuencias no deseadas como agrietamiento alrededor de los labios y la boca, mal aliento, deshidratación o sentimiento de vergüenza.

Si bien no requiere tratamiento, hay una serie de estrategias que podemos realizar para evitar babear mientras dormimos. Algunas son simples como cambios en el estilo de vida, mientras que otras solo se recomiendan para casos más graves, como terapia del habla, medicamentos o cirugía. En estos casos, lo recomendable es acudir al médico para analizar qué tratamiento es el más adecuado. 

Algunos consejos básicos para abordar nosotros mismos:
•    Cambia de posición al dormir e intenta dormir boca arriba. Es posible que necesites una almohada nueva para adaptarte a esa nueva posición de manera cómoda.
•    Usa un dispositivo mandibular: estos aparatos están diseñados para ayudar a reducir el babeo, los ronquidos y el rechinar de dientes manteniendo los labios cerrados y la lengua y los dientes en el lugar correcto.

Entre los tratamientos para casos graves, destacan:
•    Terapia del habla: los logopedas pueden enseñar ejercicios que fortalezcan la lengua y los músculos de la mandíbula, mejorando su estabilidad para tragar mejor, respirar con la boca cerrada y reducir el babeo.
•    Inyecciones de Botox: las inyecciones de toxina botulínica en las glándulas salivales se consideran un tratamiento seguro y eficaz para el babeo excesivo, ya que tienen pocos efectos secundarios. Sin embargo, no son una solución permanente, pues los efectos desaparecen en unos meses.
•    Cirugía: en casos graves de sialorrea o hipersalivación también en horas de vigilia, el médico puede recomendar como último recurso una cirugía, como la extirpación de las glándulas salivales, la alteración de los conductos de las glándulas salivales y la reducción de las conexiones nerviosas a las glándulas salivales. 


 

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