Cargando...

La degeneración macular es una patología de la vista que tiene carácter crónico y cuya evolución es degenerativa.

El nombre completo que solemos encontrar de esta afección es degeneración macular asociada a la edad (DMAE) ya que se suele producir en adultos mayores.

Hoy día afortunadamente se ha avanzado en tratamientos que pueden parar el avance de la pérdida de visión. Los pacientes y especialistas coinciden en la importancia de realizarse exámenes oftalmológicos regulares para detectar cualquier anomalía en la visión y seguir siempre las recomendaciones y el tratamiento para experimentar mejoría y frenar la DMAE.

La degeneración macular se produce debido a que la mácula del ojo comienza a deteriorarse.

La mácula es un tejido fino que se encuentra en el centro de la retina. Su función es la de facilitar la visión central. Gracias a la mácula se pueden percibir todos los detalles, los colores, las formas, facilita la lectura, el reconocer a las personas y muchas otras acciones de nuestra vida cotidiana.

La mácula hace que una persona vea claro, con nitidez y precisión, y con color y diferenciando los contrastes.

Cuando ese tejido se deteriora la persona observa que su visión ya no es igual. Pueden aparecer síntomas como la visión borrosa, distorsión en las formas e incluso zonas en las que no ve, llamados puntos ciegos. La parte afectada siempre será la visión central, no periférica.

Sobre la evolución de la degeneración macular responde en cada persona de forma diferente. En algunos casos no se desarrollan síntomas durante años y avanza lentamente, pero en otros la evolución puede ser más rápida, de ahí la importancia del diagnóstico a tiempo.

¿Qué produce la degeneración macular?

La publicación de investigación sobre degeneración macular de la Fundación Americana de Asistencia para la Salud reconoce que no se sabe mucho sobre las causas que producen esta patología.

Los especialistas afirman que la degeneración macular se asocia a la edad, pero las causas concretas son bastante complejas.

En algunos casos se presenta una reducción en el flujo sanguíneo que se encarga de la circulación en el ojo, y eso puede provocar que la acumulación de las células y deshechos de la retina, que finalmente darán lugar a esa degeneración del tejido de la mácula y de su función.

En otros casos los vasos sanguíneos que se encuentran en la retina crecen y producen derrames en la mácula dificultando la visión.

En la mácula hay más células para permitir la visión y por eso precisa que la circulación sanguínea sea óptima.

Hay una serie de factores de riesgo que pueden hacer que una persona este más predispuesta a desarrollar la patología:

  • La edad, es el principal factor.
  • También existe un factor genético.
  • Patologías previas como tener la tensión alta, hipertensión, o algún tipo de patología del corazón (cardiopatía).
  • Las personas con ojos claros tienen también mayor predisposición, según las estadísticas.
  • Hábitos como fumar o llevar una dieta desequilibrada.
  • También una exposición a la luz solar excesiva puede derivar en degeneración macular.

La degeneración macular también puede aparecer en la infancia, aunque lo más común es que aparezca a partir de los 60 años.

Tipos

La Fundación Americana de Asistencia para la Salud diferencia dos tipos de degeneración macular asociada a la edad:

  • La seca. También conocido como atrófica. Es la forma más común. Las células que conforman la mácula se deterioran y se acumulan en el ojo. Cuando hay mucha acumulación la visión comienza a verse afectada. Los depósitos acumulados tienen color amarillo y se llaman drusas. Se puede perder la visión central y también la de las líneas rectas. Al principio el paciente puede advertir que ve borroso. Puede ir avanzando en 3 estadios. Suele avanzar más despacio que el otro tipo de DMAE.
  • La húmeda. También conocida como neovascular. Cuando la DMAE seca avanza puede derivar en DMAE húmeda. En este caso se debe a una lesión de tipo vascular. Los vasos sanguíneos que se encuentran por la retina crecen y ocasionan derrames de líquido y sangre en la mácula. Este tipo avanza más rápido.

Una persona puede tener a la vez ambos tipos.

También una persona puede tener solo degeneración macular seca en estado avanzando y perder la visión, sin llegar a pasar a la DM húmeda.

Si la DMAE húmeda no se trata puede aparecer una cicatriz en la retina.

Síntomas

La degeneración macular no provoca dolor.

El principal síntoma, ya sea un tipo u otro de DM, es la sensación de ver las líneas que son rectas torcidas.

Las personas con la patología comienzan a ver borroso y poco a poco irán experimentando otros síntomas asociados a su visión.

En resumen, estos son los síntomas que pueden aparecer:

  • Visión borrosa.
  • Pérdida de visión en el centro del campo visual. Por ejemplo, una persona puede ver un rostro, pero no verá la nariz. Esta perdida Aparición de manchas en el centro de la visión, llamado como escotoma.
  • Perciben de peor forma los contrastes y colores.
  • Problemas para adaptarse a cambios de luz.
  • Dificultad para ver las líneas rectas, se ven onduladas.

Desde Retina Comunidad Valenciana explican que la degeneración macular puede crear síntomas diferentes en cada persona. Además, la degeneración puede producirse en uno de los ojos, y el otro mantenerse bien. La visión lateral por lo general no se verá reducida.

Por su parte, la Sociedad Española de Miopía añade que la degeneración macular puede provocar alteraciones para subir o bajar escaleras ya que a veces se reduce la percepción de las distancias y también de las alturas. Por lo general, para moverse de un lado a otro, sin subir o bajar, no se encuentran dificultades, aunque sí para reconocer a personas o realizar tareas como leer.

El canal de información de salud TopDoctors informa en este vídeo en YouTube de algunas señales para saber cómo detectar la degeneración macular. El especialista Hugo Quiroz afirma que antes era una patología poco común, pero cada vez más, se diagnostican más casos y afortunadamente también existen más terapias para tratarla.

Los pacientes al iniciar esta patología experimentan una “metamorfopsia”, ven distorsionadas las imágenes. Es una señal que se puede detectar al leer, por ejemplo, los renglones parecen estar curvados.

Hugo Quiroz explica que las señales o síntomas son distorsión en las imágenes, perdida de agudeza visual central y manchas en el centro del campo visual (escotoma central). El escotoma central también les puede impedir reconocer caras o personas.

El especialista al ver el fondo de ojo puede detectar rápidamente el daño en la mácula.

Prevalencia

La doctora Burés en la conferencia "No pierdas detalle, anticípate a la DMAE" en IMO Barcelona, y difundido por YouTube, explica que la DM es la primera causa de pérdida de visión en mayores de 65 años y la mala noticia es que la patología va en aumento.

Solo en Estados Unidos hay al menos 1,7 millones de personas con DM.

Según la Asociación de Enfermos y Familiares Macula-Retina la degeneración macular es más común en mujeres y también puede avanzar de forma más veloz en pacientes con obesidad.

La importancia de detectar y tratar la degeneración macular reside en poder preservar una mejor calidad de vida y menor grado de dependencia para las personas con DMAE.

Tratamiento

El especialista encargado de diagnosticar y tratar la patología es el oftalmólogo.

La Federación Española de Diabetes (FEDE) en un artículo sobre prevención de DMAE destacan la importancia de un diagnóstico temprano para poder conservar la visión y prevenir el avance de la DMAE.

Asimismo, desde la Asociación Europea de Especialistas de la Retina (EURETINA) y Fundación Retina España, explican la importancia de unir los avances científicos y su puesta en marcha en los tratamientos y terapias existentes.

La detección temprana y su seguimiento son esenciales para una mejor calidad de vida de la población con esta patología.

Aún queda camino por andar e investigaciones en marcha que logren encontrar los parámetros morfológicos que hacen que se desarrolle la DMAE y los biomarcadores que actúan en el proceso de esta.

Se recomienda acudir al oftalmólogo de forma periódica para poder detectar cualquier alteración en la función de la vista.

Pruebas

El oftalmólogo puede dar un diagnostico sólo con ver el fondo de ojo (fundoscopia) y con la descripción de los síntomas y lo qué le sucede al paciente.

Para ello debe dilatar el ojo mediante unas gotas que tienen como función abrir la pupila y luego con una luz intensa puede ver el interior de la retina, sus vasos sanguíneos, etc., en muchos casos incluso se puede tomar una imagen para analizar después cada detalle.

La historia clínica del paciente, la historia familiar en caso de tener familiares con la patología, etc. pueden servir para completar este diagnóstico.

Otras pruebas que se suelen realizar son de agudeza visual, mediciones de presión ocular o el nivel de refracción.

Si hay dudas o se precisa más información se pueden hacer pruebas más específicas, como las siguientes:Fotografía de equipo juntando las manos

  • Angiografía con fluoresceína. Gracias a esta prueba se pueden ver las drusas (manchas amarillas) en la mácula. La prueba muestra la imagen en blanco, gris y negro. Donde la capa está dañada en vez de gris el especialista puede observar tonalidad negra, y así situar exactamente donde está el daño en la mácula. La imagen se puede ver gracias a que previamente se inyecta al paciente un contraste para ello.
  • Tomografía de coherencia óptica. Se trata de un escáner de la retina también conocido como OCT. La Asociación Europea de Especialistas de la Retina explican que gracias a esta prueba es posible ver en alta resolución la morfología de la enfermedad.

Fotografía de equipo juntando las manosAsimismo, el propio paciente puede comprobar el mismo si tiene indicios de la patología con alguna prueba, como la prueba de la cuadrícula de Amsler. El oftalmólogo también puede repetirlo en consulta.

La Foundation BrightFocus difunde en su publicación sobre “Degeneración Macular: datos esenciales” en qué consiste dicha prueba. La cuadrícula es una gráfica simple compuesta por líneas horizontales y verticales, con un punto en el centro de la gráfica. Una persona que visualice esta cuadrícula si ve las líneas torcidas es una señal de que tiene alguna alteración en la retina, específicamente en la mácula.

En ese caso la persona puede acudir ya al oftalmólogo para una mejor valoración de su patología.

Tratamientos

Con el tratamiento no se podrá recuperar la visión central que una persona haya perdido debido a la DMAE, pero si podrá frenar el avance en la pérdida de visión, según afirman desde la Asociación de Enfermos y familiares Macula-Retina.

El Doctor Hugo Quiroz, de TopDoctors, afirma que antes no había tratamiento para la degeneración macular, pero que hoy hay avances para su tratamiento, aunque depende del tipo y a qué se deba.

Fotografía de equipo juntando las manosLa terapia anti-FCEV (es decir, factor de crecimiento endotelial vascular) inhibe la vascularización en la zona de la retina que daña la mácula, algo que se produce en la degeneración macular húmeda. La mayoría de los pacientes que llevan a cabo este tratamiento, a base de láser de calor o terapias fotodinámicas, pueden recuperar su pérdida de visión casi en su totalidad. Cuanto antes se detecte más posibilidades hay de actuar a tiempo.

Para la degeneración macular seca, en cambio, afirma que no hay tratamiento estandarizado, pero si se prueban diversas terapias que están en fase experimental.

Además de los tratamientos también se puede recomendar una dieta equilibrada o incluso completarla con suplementos nutricionales. Entre las vitaminas que ayudan a prevenir el avance la DMAE figuran la vitamina A, C y E, así como el zinc.

Como apoyo para la baja visión hay ayudas que se pueden usar como lentes telescópica o lupas, e incluso existen sistemas de magnificación por vídeo, según explica la Asociación de Enfermos y Familias de Macula-Retina.

Entre los tratamientos que explica esta organización para la DMAE húmeda se encuentran la fotocoagulación con láser, donde un láser quema y sella los vasos sanguíneos que provocan la hemorragia en el ojo, aunque no siempre se puede usar, y la terapia fotodinámica. En este caso la técnica usa una inyección que viaja por el riego sanguíneo para intentar eliminar aquellas alteraciones de los vasos sanguíneos en el ojo que provocan la DMAE. En tercer lugar, hay otra opción con inyecciones en el ojo. Se inyecta un bloqueante que frena la aparición de alteraciones en los vasos sanguíneos oculares.

Por su parte, en la publicación sobre “La vida con degeneración macular” del programa de investigación sobre la patología de la Fundación Americana de Asistencia para la Salud, explican que los pacientes con terapia fotodinámica deben protegerse de luces muy fuertes o brillantes, y los días posteriores a la intervención no exponerse a la luz solar, para una mejor recuperación.

Asimismo, informan también sobre la “rehabilitación visual”, que puede ayudar a adaptarse a la nueva visión. El rehabilitador dará apoyo al paciente para que pueda realizar sus actividades cotidianas mejor, pese a su perdida de visión por la DMAE.

Uno de los consejos del terapeuta será el de aprender a usar la visión periférica, ya que la central probablemente se haya perdido.

También son aconsejables las adaptaciones en la vivienda para prevenir tropiezos o caídas y hacer que la movilidad y tareas sean más sencillas.

Desde la Fundación BrightFocus informan sobre una cirugía para la DMAE seca que en algunos pacientes ha logrado mejorar en alguna medida su visión central.

Se trata de la posibilidad de implantar en el ojo afectado un telescopio en miniatura, que precisará rehabilitación posterior para readaptar la visión.

Otras investigaciones

La Asociación Retina Madrid se hace eco de una noticia internacional sobre los implantes de retina para personas con DMAE.

Según este estudio los implantes de retina que se han probado y que son creados mediante bioingeniería aportan mayor seguridad y eficacia que otras terapias para tratar la DMAE. Esta posibilidad sería una apuesta importante para tratar la DMAE seca que hoy en día no tiene cura.

El implante usa células madre lo que hace que e rechazo sea menor por parte del paciente y que se integre mejor en el tejido de la retina.

Consejos de prevención

La Sociedad Española de Miopía refleja en su web una serie de recomendaciones para poder prevenir la DMAE.

Entre ellas destaca no fumar y seguir una alimentación equilibrada.

Estar activo y no exponerse demasiado a la luz solar, también son dos pautas para seguir para la buena salud ocular.

¿Qué quiere decir una alimentación equilibrada?

Pues sobre todo comer variado con frutas, verduras y pescado, y reducir las grasas saturadas.

Además, existen algunos consejos de prevención para el desarrollo de la DMAE, según explica la Sociedad Española de Miopía:

  • No exponerse al sol o rayos ultravioletas de forma excesiva o por mucho tiempo.
  • Mantenerse activo.
  • Llevar una dieta equilibrada, con buen aporte de frutas, verduras y pescado azul, y libre de grasas saturadas, o en la menor proporción posible.
  • Evitar el tabaco.

Otros consejos que ofrecen los especialistas son:

  • Mantener un peso adecuado, ya que la obesidad es patrón de riesgo.
  • Cuidar la presión arterial.
  • Acudir al especialista para sus revisiones médicas, tanto oftalmológicas como otras que pueda tener el paciente.

La Asociación Española de Optometristas Unidos está de acuerdo también con el resto de los expertos y organizaciones en que una correcta alimentación y el ejercicio físico son esenciales para prevenir el desarrollo de la DMAE.

Además de las vitaminas y complementos que se han reseñado en anteriores informaciones, los ácidos grasos omega 3 parecen ser efectivos para esta prevención. ¿Dónde se encuentran? Sobre todo, en verduras de hoja verde y frutas.

Mantener a raya otras patologías como una tensión alta, arterioesclerosis o diabetes, también es positivo para controlar el desarrollo de la degeneración macular.

Su consejo sobre los exámenes oftalmológicos es que a partir de los 40 años se realicen de forma regular. Se aconseja prioritariamente en personas con familiares con DMAE, aunque es una recomendación extensible a toda la población. En esos exámenes se valorará el fondo de ojo y la agudeza visual.

¿Cuáles son los retos hoy?

La Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera afirma que en el mundo hay 285 millones de personas con algún grado de discapacidad visual. 39 millones son personas ciegas.

La degeneración macular es la causante de la ceguera en cerca del 9% de la población con discapacidad visual total en todo el mundo. Es decir, unos 3 millones de personas.

El reto es intervenir para que esta patología no siga avanzando, algo que sucede principalmente debido al envejecimiento y el aumento de población en esta etapa de la vida.

Sobre todo, se puede actuar controlando los factores de riesgo que se pueden modificar, como es, una buena alimentación y tener vitaminas que se necesitan, no fumar, y, por último, tratar las enfermedades cardiovasculares.

Otro campo de acción es seguir investigando en terapias que puedan curar o frenar la DMAE.

Envejecimiento saludable

Las personas con DMAE pueden llegar a tener un impacto importante sobre su día a día debido a esta patología. Muchos de ellos a veces muestran un grado de dependencia y presentan dificultad, por ejemplo, en actividades como comprar, hacer la comida o realizar otras tareas del hogar, según explica la doctora Burés en la conferencia "No pierdas detalle, anticípate a la DMAE" en IMO Barcelona, que se puede ver en YouTube.

En su comparativa con otros pacientes sin DMAE se observa que las personas con degeneración macular pueden tener más riesgo de caída, fracturas de caderas y necesitar el uso de servicios de apoyo comunitarios.

Por eso son importantes dos cosas:

  • Acceder al diagnóstico y tratamiento de forma temprana.
  • Contar con el apoyo que necesiten para su día a día.

¿Cómo envejecer mejor con degeneración macular?

Sobre todo, accediendo a tratamientos que frenen la evolución de la DMAE o incluso si es posible, con terapias que lleguen a corregir esa pérdida de visión (por ejemplo, en la DMAE húmeda).

Acudir a terapeutas o rehabilitadores que apoyen al paciente para que su vida cotidiana sea más fácil y pueda conservar su autonomía lo máximo posible.

Y en último lugar, habilitando servicios de apoyo que puedan dar ayuda diaria si es necesario.

La publicación “La vida con degeneración macular” pone de relieve la necesidad de contar con los recursos necesarios para facilitar la vida de los pacientes. Entre estos recursos se encuentran también las ayudas técnicas (lupas o telescopios que facilitan a lectura) o servicios como bibliotecas con libros en braille e incluso una herramienta que se recoge en este documento que consiste en un programa telefónico que lee el periódico gratis.

Acudir a organizaciones y asociaciones dirigidas a personas con discapacidad visual puede ser muy útil para recibir orientación e información sobre aquellas dudas que puedan surgir.

Pacientes con DMAE aconsejan a otras personas mantener siempre una actitud positiva ante el diagnóstico y realizarse las revisiones oftalmológicas programadas, y siempre seguir las recomendaciones del especialista.

Afrontar la patología y adaptarse a la nueva visión son esenciales para no perder autonomía y seguir avanzando.

Ante las terapias: ser constantes y continuar con los tratamientos como aconseja el experto, manteniendo el seguimiento y la continuidad de este para experimentar mejoría.

Publicaciones, documentos técnicos y websites con información (enlaces externos abren en ventana nueva)

Contactos de interés (enlaces externos abren en ventana nueva)

 

 

¿Por qué se produce la degeneración macular?

Los especialistas afirman que la degeneración macular se asocia a la edad, pero las causas concretas son bastante complejas.

En unos casos puede deberse a una reducción en el flujo sanguíneo que se encarga de la circulación en el ojo, y, además, eso puede provocar que se vayan acumulando las células y deshechos de la retina, que finalmente darán lugar a esa degeneración del tejido de la mácula y de su función.

En otros casos los vasos sanguíneos que se encuentran en la retina crecen y producen derrames en la mácula dificultando la visión.

En la mácula hay más células para facilitar la visión y por eso precisa que la circulación sanguínea en esta zona sea óptima.

Hay una serie de factores de riesgo que pueden hacer que una persona este más predispuesta a desarrollar la patología:

  • La edad, es el principal factor.
  • También existe un factor genético.
  • Patologías previas como tener la tensión alta, hipertensión, o algún tipo de patología del corazón (cardiopatía).

 

¿Se puede prevenir?

La Sociedad Española de Miopía refleja en su web una serie de recomendaciones para poder prevenir la DMAE.

Entre ellas destaca no fumar y seguir una alimentación equilibrada.

Estar activo y no exponerse demasiado a la luz solar, también son dos pautas para seguir para la buena salud ocular.

Otros consejos son:

  • Mantener un peso adecuado.
  • No fumar.
  • Cuidar la presión arterial.
  • Acudir al especialista para sus revisiones médicas, tanto oftalmológicas como otras que pueda tener el paciente.

 

¿Qué tratamientos existen para la degeneración macular?

La terapia anti-FCEV (es decir, factor de crecimiento endotelial vascular) inhibe la vascularización en la zona de la retina que daña la mácula, algo que se produce en la degeneración macular húmeda. La mayoría de los pacientes que llevan a cabo este tratamiento, a base de láser de calor o terapias fotodinámicas, pueden recuperar su pérdida de visión casi en su totalidad, en el caso de DMAE húmeda. Cuanto antes se detecte más posibilidades hay de actuar a tiempo.

Para la degeneración macular seca, en cambio, no hay tratamiento estandarizado, pero si se prueban diversas terapias que están en fase experimental.

Además de los tratamientos también se puede recomendar una dieta equilibrada o incluso completarla con suplementos nutricionales. Entre las vitaminas que ayudan a prevenir el avance la DMAE figuran la vitamina A, C y E, así como el zinc.

Como apoyo para la baja visión hay ayudas que se pueden usar como lentes telescópica o lupas, e incluso existen sistemas de magnificación por vídeo, según explica la Asociación de Enfermos y Familias de Macula-Retina.

Entre los tratamientos que explica esta organización para la DMAE húmeda se encuentran la fotocoagulación con láser, donde un láser quema y sella los vasos sanguíneos que provocan la hemorragia en el ojo, aunque no siempre se puede usar, y la terapia fotodinámica. En este caso la técnica usa una inyección que viaja por el riego sanguíneo para intentar eliminar aquellas alteraciones de los vasos sanguíneos en el ojo que provocan la DMAE. En tercer lugar, hay otra opción con inyecciones en el ojo. Se inyecta un bloqueante que frena la aparición de alteraciones en los vasos sanguíneos oculares.

 

¿Qué síntomas alertan que se puede tener degeneración macular?

Pueden aparecer síntomas como la visión borrosa, distorsión en las formas e incluso zonas en las que no ve, llamados puntos ciegos, normalmente en la visión central.

En resumen, estos son los síntomas que pueden aparecer:

  • Visión borrosa.
  • Pérdida de visión en el centro del campo visual. Por ejemplo, una persona puede ver un rostro, pero no verá la nariz. Esta perdida Aparición de manchas en el centro de la visión, llamado como escotoma.
  • Perciben de peor forma los contrastes y colores.
  • Problemas para adaptarse a cambios de luz.
  • Dificultad para ver las líneas rectas, se ven onduladas.

Normalmente la persona acude cuando comienza a tener problemas para leer.

 

¿Qué pruebas se realizan para detectar degeneración macular?

El oftalmólogo puede dar un diagnóstico sólo con ver el fondo de ojo (fundoscopia) y con la descripción de los síntomas y lo qué le sucede al paciente.

La historia clínica del paciente, la historia familiar en caso de tener familiares con la patología, etc. pueden servir para completar este diagnóstico.

Otras pruebas que se suelen realizar son de agudeza visual, mediciones de presión ocular o el nivel de refracción.

Si hay dudas o se precisa más información se pueden hacer pruebas más específicas, como las siguientes:

  • Angiografía con fluoresceína. Gracias a esta prueba se pueden ver las drusas (manchas amarillas) en la mácula.
  • Tomografía de coherencia óptica. Se trata de un escáner de la retina también conocido como OCT.

Asimismo, el propio paciente puede comprobar el mismo si tiene indicios de la patología con alguna prueba, como la prueba de la cuadrícula de Amsler. El oftalmólogo también puede repetirlo en consulta.

 

¿Se puede restaurar la visión?

Dependerá del tipo de DMAE y de los tratamientos a los que pueda acogerse el paciente.

En DMAE húmeda hay diversos tratamientos que son capaces de restaurar parte de la visión.

En la DMAE seca aún están investigando nuevas terapias.

Según los últimos estudios e investigaciones difundidos por la Asociación de Enfermos y Familiares de Mácula-Retina el trasplante de células madre puede ser capaz de restaurar la visión en la DMAE.

Estas terapias se usan en tratamientos para tratar patologías de carácter degenerativo.

Este trasplante se puede realizar mediante vitrectomía o cirugías intraoculares.

Pero son terapias que aún están en fase de investigación y estudio, pese a que las primeras pruebas se realizaron en 2012.

Los científicos aún no han dado una respuesta en firme ya que han de controlar las posibles mutaciones que aparecen al injertar células madre en el cuerpo humano.

 

  • Angiografía. Prueba de radioagnóstico.
  • Drusas. Son los depósitos acumulados en la mácula que tienen color amarillo y se llaman drusas, que dificultan la visión.
  • Escotoma central.  Es una mancha que aparece en el centro del campo visual debido a una lesión en la retina.
  • Fundoscopia. Prueba del fondo de ojo realizada por el oftalmólogo.
  • Mácula. La mácula es un tejido fino que se encuentra en el centro de la retina. Su función es la de facilitar la visión central. Gracias a la mácula se pueden percibir todos los detalles, los colores, las formas, facilita la lectura, el reconocer a las personas y muchas otras acciones de nuestra vida cotidiana.
  • Metamorfopsia. Se llama así cuando se ven distorsionadas las imágenes. Se debe a una alteración de la visión, normalmente de la retina.
  • Neovascular. Se llama así a las patologías que se deben a alteraciones vasculares como por ejemplo la formación de nuevos vasos sanguíneos que dificultan la función del ojo.