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La celiaquía es una patología de tipo multiorgánico y de carácter crónico.

Afecta al aparato digestivo, interfiriendo en la digestión y absorción de algunos alimentos y provocando reacción a los mismos.

En concreto, se produce por la inflamación “de la mucosa del intestino como consecuencia de la exposición al gluten, que es una proteína que se encuentra básicamente en el trigo, la cebada, el centeno, la avena o la espelta”, según nos explica el doctor en medicina y especialista en el aparato digestivo Yago González.

El doctor Yago González Lama, especialista en Aparato Digestivo en el Centro Médico D-Medical y miembro de Top Doctors, incide en la importancia de saber que esta patología es reversible. “Lo más importante es que esta lesión es reversible si se elimina el gluten de la dieta”, afirma.

La Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten explica que la enfermedad celíaca, según define la propia Sociedad Europea de Gastroenterología, es un desorden de tipo sistémico y su base es inmunológica.

Una patología de carácter sistémico quiere decir que repercutirá en varias de las funciones del organismo, no solo las del sistema digestivo.

En cuanto a su origen inmunológico se refiere a una actuación de las defensas del organismo ante lo que creen que es una amenaza o riesgo para la persona. El sistema inmune localiza el gluten y las alteraciones que se producen se deben a esa intolerancia de tipo inmune.

Las personas con esa alteración genética son más sensibles al tomar gluten y provoca la patología. 

¿Qué síntomas aparecen en una persona con celiaquía?

Los principales síntomas son sobre todo de tipo intestinal. Pero como explicamos anteriormente no son los únicos, al ser una patología sistémica.
Cuando el gluten entra en el organismo la respuesta es una reacción inflamatoria que se produce en la pared intestinal, aunque sus derivaciones pueden ser muy diversas.
El especialista González Lama explica que los síntomas pueden variar dependiendo la gravedad y afectación de la patología en cada persona.

“Los síntomas son muy variados, ya que el espectro de gravedad es muy amplio. En los casos más evolucionados y que han desarrollado mayor lesión, los síntomas son fundamentalmente diarrea, pérdida de peso y malnutrición, generalmente con dolor abdominal”, expone. 

Asimismo, indica que en los casos más leves pueden tener pocos síntomas o incluso pasar desapercibidos para el paciente, entre estos síntomas se pueden encontrar los siguientes: 

  • Dolores abdominales inespecíficos.
  • Sensación de aerofagia.
  • Hinchazón abdominal.
  • Hábito intestinal variable.

Aunque no aparezcan síntomas a simple vista, la celiaquía siempre provoca daño intestinal si no es tratada.

En ocasiones pueden aparecen otro tipo de alteraciones que se derivan de esta patología, pero que no se relacionan en primera instancia con el sistema digestivo, aunque los expertos detectan la relación y son capaces de discernir que estos síntomas se deben a la celiaquía. 
 
Entre estos síntomas que no se aparecen directamente en el tubo digestivo están los siguientes:

  • Anemia.
  • Desarrollo tardío en la infancia.
  • Debilidad ósea.
  • Dolor de cabeza.
  • Dolor de las articulaciones.
  • Cansancio.

Los síntomas pueden abarcar tanto alteraciones endocrinas como dermatológicas, ginecológicas o incluso neurológicas, y variarán según el rango de edad.

En concreto, en el aspecto dermatológico puede aparecer la dermatitis llamada herpetiforme. Es un tipo de reacción en la piel que genera ampollas e inflamación de la piel. Los especialistas han asociado este tipo de dermatitis a la intolerancia al gluten. Su tratamiento contempla una dieta sin gluten.

Respecto a los síntomas por edad varían según la etapa vital en la que se encuentra el paciente.

Por tanto, es común que aparezcan vómitos, astenia o hipotrofia muscular en la infancia, en la juventud puede haber anemia, dolor intestinal y diarrea o estreñimiento, y en la edad adulta es común la falta de apetito, diarrea, pérdida de peso y alteraciones emocionales como depresión o irritabilidad, según explica la Federación de Asociaciones de Celíacos de España en su web.

Es importante que ante los síntomas de una posible celiaquía se acuda al médico para poder realizar la revisión y control pertinente para confirmar si la persona tiene celiaquía y así poder dar un tratamiento y una dieta que hagan que su situación mejore. Con una dieta sin gluten, como comentábamos al principio, es posible revertir la patología. Pero de no tratarse las consecuencias pueden ser otras.

¿Por qué se produce? ¿Es hereditaria?

Desde la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten se especifica que existen los llamados grupos de riesgo. ¿Qué son? Son personas por lo general asintomáticas pero que tienen más riesgo de desarrollar celiaquía que otras personas.

Este grupo de riesgo son sobre todo familiares directos de una persona con celiaquía. Su porcentaje de tener celiaquía es entre un 10 y 30 por ciento más que el resto de población.

En este grupo de riesgo también hay personas con patologías de tipo inmune o síndromes cromosómicos como el Síndrome de Down o Síndrome de Turner.

El consejo de la asociación para los grupos de riesgo es que se realicen un control de anticuerpos para saber si tienen celiaquía, aunque no tengan síntomas.

Por su parte, el Doctor Yago González, especialista en aparato digestivo, nos expone que la patología “tiene un componente genético evidente, pero no se puede decir que se transmita sistemáticamente de padres a hijos. Los genes que conocemos, y que porta un porcentaje importante de la población, proporciona susceptibilidad para desarrollar la enfermedad, lo que no significa que se desarrolle sistemáticamente”.

Por tanto, no todas las personas con padres con celiaquía desarrollarán la patología. 

Para desarrollar la patología debe haber una predisposición genética. Esta se muestra en las analíticas de sangre apareciendo estas variantes proteicas: HLA-DQ2 o HLA-DQ8. Se estima que esos valores son un factor que predispone a desarrollar la enfermedad, aunque no los únicos.

Otro de los factores para desarrollar la patología podría ser de tipo ambiental, aunque los investigadores aún analizan los elementos concretos que intervienen en este aspecto.

Tipos 

En una primera instancia los tipos se pueden dividir en los siguientes, según el tipo de pacientes y sus síntomas:

  • Asintomáticos o tipo subclínico. Las personas con este tipo de celiaquía no presentan síntomas. Algo que supone un reto para la adherencia a la dieta, ya que los pacientes como no notan ninguna alteración pueden saltarse su dieta, que siempre, tengan síntomas o no, debe ser sin gluten.
  • Tipo clásico o sintomático. Es la forma más habitual. 
  • Lactante. En algunas personas se da en su infancia y en otros se desarrolla después. La diferencia en estos pacientes es que, al principio, aunque consuman gluten no desarrollan alteraciones en su intestino, algo que si aparecerá después. Hay dos subtipos a su vez: el A y el B. 
  • Refractario. Tipo que se suele diagnosticar en personas de más de 50 años. Se da en menor porcentaje, pero es un tipo que a veces puede complicarse y precisar tratamiento que complemente la dieta sin gluten.
  • Potencial. Se refiere a personas que tienen una predisposición genética para desarrollar celiaquía.

Es importante destacar que en la celiaquía no hay niveles, una persona es celíaca o no lo es, otra cosa será la forma en que se presenta en cada paciente.

Donde sí podemos encontrar grados es en las alteraciones o lesiones provocadas por la patología en el intestino.  La Asociación Celíaca del Uruguay explica en su web que existe lo que se conoce como Clasificación Marsh. Esta clasificación es útil a la hora de realizar un diagnóstico y precisar qué tipo de lesión y grado tiene un paciente diagnosticado.

Con una biopsia del intestino se puede observar el grado de lesión y tipología. Basándose en esa clasificación puede ser desde infiltrativa, a atrófica o con criptas hiperplásica, entre otros.

Prevalencia

La patología puede aparecer a cualquier edad, según nos confirma el experto Yago González. Su experiencia tanto a nivel de investigación como asistencial y habiendo sido profesional de referencia en la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, le hace afirmar que, aunque sea una patología que se ha considerado clásicamente como patología infantil, hoy día existen casos en cualquier rango de edad.

Según las estadísticas, en la actualidad, más del 70 por ciento de los nuevos pacientes son diagnosticados con más de 20 años.

La Asociación Celicalia afirma que la Organización Mundial de la Salud califica la patología como una afectación de carácter crónica y que puede ocasionar discapacidad. Al tener síntomas muy diversos y en ocasiones existir pacientes asintomáticos puede ser difícil de diagnosticar. La entidad estima que una de cada cien personas podrá tener celiaquía en algún momento de su vida.

La Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten de Madrid indica que de las personas sin predisposición genética a desarrollar celiaquía muy difícilmente tendrán esta patología.

Se estima que en torno a un 30 por ciento de la población general tiene predisposición genética a desarrollar la patología. Pero incluso entre estas personas que tienen más y que cuentan con las variantes proteicas que la desencadenan, no van a desarrollar celiaquía. Según la entidad de celíacos solo una persona de cada 30 podría desarrollar la patología en alguna etapa de su vida.

Por su parte, desde la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) afirman que en Europa la prevalencia es del 1 por ciento, apareciendo más en mujeres.

Tratamiento

Cuando aparecen síntomas que son equivalentes a los presentados en este contenido es importante acudir cuanto antes al profesional sanitario para que realice un diagnóstico clínico.

En un documento publicado por el Ministerio de Sanidad y el Gobierno de Canarias sobre protocolos para un diagnóstico precoz se informa a las personas con la patología, familiares o cuidadores que ante sospecha de celiaquía es importante acudir al profesional médico que pueda hacer el estudio serológico y el análisis correspondiente para saber a qué se deben los síntomas.

El equipo que trata la celiaquía es un equipo multidisciplinar, encabezado por especialistas del departamento de digestivo de los diferentes hospitales o unidades clínicas.

Pruebas

En el citado documento del Ministerio de Sanidad y también desde la Federación de Celíacos de España afirman que las pruebas principales para detectar la celiaquía son:

  • Estudio serológico. Consiste en análisis de sangre donde se analizarán los anticuerpos que corresponden a la enfermedad celíaca. A veces estos análisis dan negativos, pero si el especialista cree que hay fundamentos suficientes y sigue sospechando que el paciente tiene esta patología puede pasar a las siguientes pruebas.
  • Estudio genético
  • Biopsia de intestino delgado. Se tomará una muestra para valorar el estado del intestino y posibles lesiones.
  • El especialista también puede solicitar una “prueba de provocación”. El paciente tomará gluten para detectar la reacción en su organismo.

El especialista en aparato digestivo de TopDoctors, Yago González, nos ha detallado en qué consisten las pruebas principales que ayudan a detectar la enfermedad celíaca:

“El diagnóstico de enfermedad celiaca se basa fundamentalmente en dos cosas: La detección de determinados anticuerpos en sangre y la biopsia del intestino. El procedimiento para biopsias el intestino generalmente es una gastroscopia convencional en la que, previa sedación, se introduce un endoscopio (un tubo flexible con cámara) pro la boca y se lleva hasta las primeras porciones del intestino, de donde se toma la biopsia con una pequeña pinza que se pasa a través del endoscopio; se trata de un procedimiento en general muy seguro y de pocos minutos de duración”.

Y por su parte, la Asociación Celicalia recalca la importancia del estudio genético y de un posterior estudio de marcadores serológicos. Coinciden con el doctor González en la importancia de la biopsia para un diagnóstico certero. 

La biopsia se suele realizar en varios puntos del intestino para comprobar su estado y se hace cuando la persona aún no ha retirado el gluten de su dieta.

La Asociación de Celíacos de Euskadi cuenta con un completo documento titulado “La enfermedad celíaca en Atención Primaria. Guía para el diagnóstico precoz” donde explican que cuando se dan ciertos síntomas, como diarrea crónica, falta de apetito, náuseas, dolor en el abdomen, y otros síntomas emocionales como tristeza, irritabilidad, el médico debe considerar estar ante un caso de celiaquía. En la guía también se presenta la biopsia como la prueba principal para confirmar la patología.

En la publicación tienen un detallado gráfico donde indican qué debe hacer el médico de atención primaria ante un caso con sospecha clínica o de una persona que sea grupo de riesgo.

Si se confirma la existencia de anticuerpos compatibles con la celiaquía el médico ha de derivar al especialista en digestivo o al pediatra gastroenterólogo, que continuará con el estudio y tratamiento del paciente.

¿Qué tratamientos existen?

El especialista Yago González explica que lo ideal para el paciente con celiaquía es “ponerse en manos de un gastroenterólogo (especialista en Aparato Digestivo)”.

En cuanto a los tratamientos afirma que “no existe una medicación que resuelva el problema, el tratamiento consiste en realizar una estricta dieta sin gluten”.

El doctor González reconoce que “al principio puede resultar complicado” para el paciente, pero “cada vez lo es menos ya que muchos productos y supermercados ofrecen esta posibilidad; además, la asociación de pacientes celiacos proporciona una ayuda inestimable para identificar los productos que se pueden comer con seguridad”.

Como en cualquier otra patología crónica también es imprescindible el seguimiento periódico por parte del especialista.

El especialista irá realizando análisis de sangre para comprobar si la dieta ha dado resultado y ya no hay anticuerpos y por tanto confirmar su efectividad. 

“Por otra parte, el seguimiento es importante ya que la enfermedad celiaca se asocia a otras enfermedades mediadas inmunológicamente, y tienen más probabilidades de desarrollar otro tipo de problemas, por lo que conviene hacer cierta vigilancia, por ejemplo, de enfermedades del tiroides o de la osteoporosis”, indica el especialista.

Desde la Asociación de Celíacos de Euskadi se indica en su documento que es importante asimismo no incurrir en algunos errores, que a veces son frecuentes, como el hecho de tratar con dieta sin gluten a pacientes con gastroenteritis, algo que en ningún caso es necesario, a no ser que el paciente sea celíaco. Tampoco recomiendan comenzar la dieta sin gluten a menos que se haya confirmado el diagnóstico.

La dieta sin gluten deberá ser una dieta que la persona siga durante toda su vida. No debe saltársela, aunque crea que se encuentra mejor, ya que puede revertir la misma.

La Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) afirma que la mejoría al comenzar la dieta sin gluten es rápida, aunque la recuperación de los daños o lesiones que hubiera en el intestino tarda más, y siempre se debe seguir, aunque mejoren, la dieta sin gluten.

Desde esta entidad afirman que la dieta sin gluten el primer aliado son los productos naturales o genéricos per sin gluten.

El gluten es una proteína presente en semillas de cereales. El trigo, la cebada, el centeno y algunos tipos de avena contienen gluten.

Realmente una dieta sin gluten no restará ningún nutriente, ya que este elemento solo repercute en la materia de alimento, en su aspecto y textura.

Hoy día en el mercado se presentan muchos productos supuestamente libres de gluten o adecuados para personas con celiaquía. La asociación alerta que los productos con la etiqueta bajo en gluten no valdrían para la dieta, ya que poco o mucho, llevan gluten.

Algunos alimentos sin gluten son por ejemplo la leche y derivados, pescados frescos, verduras, huevos, frutas y carnes.

Entre los alimentos con gluten, prohibidos para personas con celiaquía, se encuentran los panes y harinas, bollos, pastas y bebidas destiladas con cereales. Hoy día muchos de los alimentos originalmente prohibidos se realizan con ingredientes sin gluten para que los celiacos también puedan disfrutar de bollos y diversas bebidas.

En las comidas que se hacen fuera de casa siempre es importante recordar al personal de hostelería que la persona tiene celiaquía y precisa alimentos sin gluten. Muchos bares y restaurantes ya cuentan con platos y alimentos en su carta.

Para saber más sobre la clasificación de alimentos recomendados para una persona con celiaquía se puede consultar la página de FACE sobre alimentos.

Asimismo, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) suscribió un convenio hace unos años para pautar un protocolo a seguir de carácter nutricional para los menús de los colegios donde pueda haber niños con celiaquía. En este documento no solo se tratan los alimentos aconsejados para personas con esta patología, sino las recomendaciones para una dieta saludable en todos los escolares.

En este enlace se pueden consultar los documentos con recomendaciones para el ámbito escolar.

No solo es importante que en los comedores escolares se tomen estas precauciones y se sigan los protocolos para una dieta sin gluten, sino que FACE afirma que la comunicación sobre la patología y las pautas a seguir dentro de la familia y también en el ámbito escolar es primordial.

Evitar la contaminación cruzada

Tanto en casa como fuera siempre hay que tener precauciones con la manipulación de los alimentos y evitar la llamada “contaminación cruzada”, porque unas migas de pan con gluten que se mezclen por error con la comida que va a ingerir una persona con celiaquía ya pueden ser detonante para desarrollar alteraciones en su aparato digestivo. En el domicilio siempre se deben guardar todos los productos y alimentos bien y separarlos con etiquetas para evitar cualquier incidencia al cocinar. Los expertos recomiendan guardar esos alimentos sin gluten en los estantes superiores de la cocina y al ponerse manos a la obra y cocinar siempre mejor comenzar primero a hacer las comidas sin gluten.

Lavarse bien las manos antes de cocinar, limpiar utensilios, encimera y lugares donde se va a preparar la comida, son otros de los consejos para evitar la contaminación de los alimentos.

FACE recuerda además que es importante tener en cuenta siempre que también las medicinas pueden contener gluten. Por lo tanto, es importante conocer la composición de los fármacos sin receta antes de ingerirlos, y para los que sean con receta, recordar al médico o especialista que la persona es celíaca.

Tratamientos en investigación

Desde FACE difunden datos sobre un estudio de investigación en marcha. Se trata de un tratamiento que pretenden revertir la patología. Gracias a este tratamiento que aún está en fase de estudio para comprobar su seguridad y eficacia los pacientes que lo han probado pudieron ingerir gluten sin tener inflamación intestinal.

¿Cómo es posible? Gracias a una tecnología que inserta “nanoparticulas” biodegradables con gluten en el organismo. Su función es que el cuerpo se familiarice con el gluten y pueda restaurar la normalidad en el sistema inmunitario.

Y siempre, ante dudas o consultas las asociaciones de personas con celiaquía y los profesionales que realizan el seguimiento están dispuestos a orientar e informar al paciente.

Consejos de prevención

El doctor especialista en Aparato Digestivo, Yago González Lama, nos recuerda que “la enfermedad celíaca no se puede curar ni prevenir”. Eso sí, se puede tratar y conseguir un intestino sano, “a expensas de evitar la exposición al gluten, pero sabiendo que la enfermedad reaparecerá si se vuelve a comer con gluten”, recalca.

Como explicábamos en la parte de tratamientos para personas con celiaquía el tratamiento esencial para prevenir síntomas y lesiones intestinales es la dieta sin gluten.

Aunque el desarrollo de la patología como tal no se pueda prevenir, si es posible prevenir las alteraciones que produce, y siguiendo las pautas y dieta recomendada, poder llevar una vida normalizada.

Hace unos años se realizaron diversos estudios, que se publicaron en la revista “The New England journal of medicine”, donde se confirmaba que ni la lactancia materna ni la edad en la que el niño comienza a tomar una dieta con gluten, son vectores que influyan en el desarrollo de la patología.

Tiempo atrás se había creído que alargar el tiempo que dura la lactancia materna podía ser beneficioso y prevenir la celiaquía, pero con estas investigaciones, queda demostrado que, aunque la leche materna es provechosa para la salud del bebe, no puede prevenir esta patología.

Las diversas investigaciones realizadas durante años por diversos especialistas en diversos países sospechan que existen factores ambientales que están relacionados directamente con el desarrollo de la celiaquía. Prueba de ello es que cada vez hay más casos en Europa y Norteamérica, pero no han podido confirmar qué factores concretos son.

Eso sí, a veces, la mejor prevención del desarrollo de la patología y de las posibles lesiones en el aparato digestivo, es poder realizar diagnósticos precoces. ¿Cómo? Se pueden realizar por ejemplo en niños cuyos progenitores o familiares tienen celiaquía, ya que el factor genético es una variante para su aparición. Comprobar si estos niños han desarrollado o desarrollarán celiaquía se puede realizar a través de pruebas genéticas. Si el resultado es positivo eliminando el gluten de la dieta se puede avanzar en la prevención y protección de su salud.

Envejecimiento saludable

“Un paciente con enfermedad celiaca bien controlada no debería tener problemas en su envejecimiento”, nos explica el especialista Yago González, miembro de Top-Doctors.

Según su opinión profesional y experiencia “la clave es estar diagnosticado y adecuadamente tratado y vigilado, para que se pueda detectar o incluso prevenir otros problemas asociados a la enfermedad y que son más frecuentes en personas mayores, como la osteoporosis”.

Por tanto, una persona con celiaquía que esté diagnosticada y siga su tratamiento y seguimiento médico puede tener un envejecimiento saludable.

Según la información publicada por diversas residencias y centros de mayores: la celiaquía es una patología bastante común entre los adultos mayores. Se estima que entre el 20 y 50 por ciento de personas diagnosticadas tienen más de 50 años.

La Organización Colegial de Enfermería afirma que el diagnóstico de celiaquía aumenta en las personas de más de 60 años. La Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) ha observado un aumento sustancial de los casos en adultos mayores en los últimos años.

A veces es la falta de síntomas la responsable de que la patología no se diagnostique antes, aunque cada vez se ha avanzado más en investigación y diagnóstico sobre celiaquía y otros trastornos como intolerancias al gluten, que hacen que los pacientes puedan ser tratados con mayor rapidez.

Las últimas investigaciones alejan la idea de que la celiaquía era una patología de la infancia, ya que muchos de los casos se dan en adultos y adultos mayores.

La revista del sector de geriatría Geriatricarea.com afirma que la mitad de los diagnósticos de celiaquía se realizan en personas de más de 50 años y desde la Asociación de Celiacos y Sensibles al Gluten de Madrid estiman que 20 de cada 100 diagnósticos se realizan a mayores de 60.

En esa etapa de la vida se trata de una patología que aparece más en hombres que en mujeres.

Por eso, desde las entidades y centros dedicados a la atención de los mayores dan recomendaciones y pautas para un envejecimiento saludable en personas con celiaquía.

Por ejemplo, desde Allegra, centros residenciales de mayores, afirman que como en cualquier otra etapa de la vida es esencial llevar una dieta sin gluten.

Las personas con esta alteración mejorarán al quitar el gluten de su dieta e irán recuperando la funcionalidad de su aparato digestivo.

Además del gluten desde esta entidad también afirman que puede ser beneficioso eliminar la lactosa de la dieta, al menos al comenzar esta nueva nutrición, ya que en ocasiones también provoca incidencias en este perfil de paciente.

Por otra parte, aportes vitamínicos o hierro pueden ser recomendables, según lo estime el personal médico o nutricionista, si la persona con celiaquía ha visto reducida en gran medida su absorción de nutrientes.

En la edad adulta los síntomas son diferentes que en otras etapas de la vida y en ocasiones la celiaquía está ahí, aunque de forma asintomática. A veces las señales de alerta en mayores pueden ser digestiones pesadas, dolor abdominal, ardor e incluso desequilibrio en las deposiciones.

Asimismo, ante la mala absorción de los nutrientes pueden aparecer otros síntomas que no son meramente digestivos como mareos, debilidad, calambres, alteraciones dentales, caída del cabello o aparición de hematomas con facilidad, en muchas ocasiones debido a la anemia.

¿Cómo realizar una dieta equilibrada?

Pese a eliminar el gluten de la dieta sí es posible llevar una dieta equilibrada.
Manteniendo a raya el gluten, la patología celiaca no presentará síntomas, y sumando a la dieta frutas, verduras, carnes y pescados, se puede llevar una dieta equilibrada que aporte al organismo los nutrientes necesarios.

En las personas mayores, que a veces cuentan con más medicación que a edades más tempranas, es importante que sus especialistas conozcan su patología, para poder recetar fármacos sin gluten.

Publicaciones, documentos técnicos y websites con información (enlaces externos abren en ventana nueva)

Contactos de interés (enlaces externos abren en ventana nueva)

  • Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE)
    Calle de la Salud, 17, Madrid
    Teléfonos: 91 547 54 11- 717 786 609
    E-mail: info@celiacos.org
    Web: https://celiacos.org
  • Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten de la Comunidad de Madrid
    C/ Lanuza, 19, bajo – MADRID
    Teléfono: 917 130 147
    Contactar
    Web: https://www.celiacosmadrid.org
  • Sociedad Española de Enfermedad Celiaca
    Facultad de Medicina
    Dpto. de Pediatría, Inmunología / Ginecología-Obst., Nutrición-Brom.
    Psiquiatría e Hª de la Ciencia
    Avda. Ramón y Cajal s/n 7ª planta, Valladolid
    Teléfono: 626 461 988
    E-mail: bertavg@gmail.com
    Web: http://www.seec.es 
  • Associació Celíacs de Catalunya
    C/Independència, 257, bajos. Barcelona
    Teléfono: 93 412 17 89
    E-mail: info@celiacscatalunya.org
    Web: https://www.celiacscatalunya.org/es/index.php 
  • Celiacos On Line
    E-mail: celiaconline@gmail.com
    Web: www.celiaconline.org
  • Comunidad de Celiaquía. Conectando Pacientes.
    E-mail: info@conectandopacientes.es
    Web: https://www.conectandopacientes.es/celiaquia
  • Asociación Juvenil de Celíacos de España (FACE Joven)
    Contacto
    Web: https://www.facejoven.org
  • Asociación Europea de Sociedades de Celíacos
    Contacto
    Web: https://www.aoecs.org
  • Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas
    Calle Luis Morondo n º 4 oficina 5. Pamplona
    Teléfono: 93 487 00 80
    E-mail: secretaria@fedn.es
    Web: http://www.fedn.es 
  • Fundación Española de la Nutrición (FEN)
    C/ del General Álvarez de Castro, 20, 1ª Planta. Madrid
    Teléfono: 91 447 07 59
    E-mail: fen@fen.org.es
    Web: http://www.fen.org.es 
  • Organización Mundial de Gastroenterología
    Teléfono: +1 414 918-9798
    E-mail: info@worldgastroenterology.org
    Web: https://www.worldgastroenterology.org

¿Por qué se produce la celiaquía?

El doctor Yago González Lama, especialista en Aparato Digestivo en el Centro Médico D-Médical y miembro de Top Doctors, afirma que la patología se produce por la inflamación “de la mucosa del intestino como consecuencia de la exposición al gluten, que es una proteína que se encuentra básicamente en el trigo, la cebada, el centeno, la avena o la espelta”.

Se trata de un desorden de tipo sistémico y su base es inmunológica.

Desde la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten se especifica que existen los llamados grupos de riesgo. ¿Qué son? Son personas por lo general asintomáticas pero que tienen más riesgo de desarrollar celiaquía que otras personas.

¿Es hereditaria?

El Doctor Yago González, especialista en aparato digestivo, nos expone que la patología “tiene un componente genético evidente, pero no se puede decir que se transmita sistemáticamente de padres a hijos. Los genes que conocemos, y que porta un porcentaje importante de la población, proporciona susceptibilidad para desarrollar la enfermedad, lo que no significa que se desarrolle sistemáticamente”.

Por eso, no todas las personas con antecedentes de familiares con celiaquía desarrollarán la patología.
Entre los grupos de riesgo que pueden desarrollar celiaquía se encuentran sobre todo familiares directos de una persona con celiaquía. Su porcentaje de tener celiaquía es entre un 10 y 30 por ciento más que el resto de población.

También hay riesgo en personas con patologías de tipo inmune o síndromes cromosómicos como el Síndrome de Down o Síndrome de Turner.

Los investigadores buscan cuál puede ser la causa medioambiental que desarrolla la patología.

¿Qué síntomas tienen las personas con celiaquía?

La patología puede dar o no síntomas, ya que uno de los tipos de celiaquía se da en personas asintomáticas, pero que, aunque no tengan ninguna señal de alerta, si estarán sufriendo o lastimando su aparato digestivo al consumir gluten.

Los síntomas irán variando según la etapa vital del paciente.

Los principales síntomas son sobre todo de tipo intestinal. Pero como explicamos anteriormente no son los únicos, al ser una patología sistémica.

Cuando el gluten entra en el organismo la respuesta es una reacción inflamatoria que se produce en la pared intestinal, aunque sus derivaciones pueden ser muy diversas.

El especialista González Lama explica que los síntomas pueden variar dependiendo la gravedad y afectación de la patología en cada persona.

“Los síntomas son muy variados, ya que el espectro de gravedad es muy amplio. En los casos más evolucionados y que han desarrollado mayor lesión, los síntomas son fundamentalmente diarrea, pérdida de peso y malnutrición, generalmente con dolor abdominal”, expone.

Asimismo, indica que en los casos más leves pueden tener pocos síntomas o incluso pasar desapercibidos para el paciente, entre estos síntomas se pueden encontrar los siguientes:

  • Dolores abdominales inespecíficos
  • Sensación de aerofagia
  • Hinchazón abdominal
  • Hábito intestinal variable

Los síntomas no son solo digestivos y pueden abarcar tanto alteraciones endocrinas como dermatológicas, ginecológicas o incluso neurológicas.

¿Se puede prevenir?

Aunque el desarrollo de la patología como tal no se pueda prevenir, si es posible prevenir las alteraciones que produce, y siguiendo las pautas y dieta recomendada se puede llevar una vida normalizada.

El tratamiento más eficaz para mantener los síntomas y posibles alteraciones a raya es una dieta sin gluten.

¿Se puede curar?

El doctor especialista en Aparato Digestivo, Yago González Lama, nos recuerda que “la enfermedad celíaca no se puede curar ni prevenir”. Eso sí, se puede tratar y conseguir un intestino sano, “a expensas de evitar la exposición al gluten, pero sabiendo que la enfermedad reaparecerá si se vuelve a comer con gluten”, recalca.

Siguiendo una dieta sin gluten es posible tener una vida normalizada y evitar posibles lesiones intestinales y otras alteraciones asociadas a la patología.

¿Qué tratamientos existen?

El tratamiento principal es una dieta sin gluten.

Debe ser una dieta que la persona siga durante toda su vida. No debe saltársela, aunque crea que se encuentra mejor, ya que puede volver a tener síntomas y lesiones intestinales.

En estudio e investigación se encuentran otros tratamientos que pretenden revertir la patología. Gracias a este tratamiento que aún está en fase de estudio para comprobar su seguridad y eficacia los pacientes que lo han probado pudieron ingerir gluten sin tener inflamación intestinal.

¿Cómo es posible? Gracias a una tecnología que inserta “nanoparticulas” biodegradables con gluten en el organismo. Su función es que el cuerpo se familiarice con el gluten y pueda restaurar la normalidad en el sistema inmunitario.

¿Cómo evitar la contaminación cruzada en alimentos?

Se da la contaminación cruzada cuando se preparan diferentes comidas sobre una misma superficie o usando los mismos utensilios de cocina.

Esta contaminación quiere decir que, si se prepara un alimento con gluten y luego otro sin gluten sobre esa superficie, se pueden quedar partículas del primero, y entonces esa comida ya no es libre de gluten.

Para evitar que eso suceda se deben separar los alimentos muy bien y guardarlos bien cerrados, para evitar cualquier contacto entre unos y otros.

Se recomienda etiquetar unos y otros para saber qué alimentos tienen gluten y cuáles no, e incluso si es posible, situarlos en la parte superior de los armarios.

Para evitar esta mezcla de alimentos incluso en ocasiones los restaurantes usan tostadoras diferentes para tostar cada tipo de pan, a fin de que no exista esta contaminación cruzada.

¿En qué alimentos se encuentra el gluten?

El gluten se encuentra en la harina de los diversos cereales de secano que existen.

Los más conocidos son el trigo, la cebada y el centeno, y todas sus variedades.

El gluten en sí es un conjunto de proteínas y aporta la consistencia al alimento.

Las personas con patología celiaca deben eliminar de su dieta todos los productos hechos con trigo y sus variedades.

En cuanto a la avena, FACE explica que pueden surgir dudas. La avena no tiene gluten, pero dado que a veces se cultiva o transporta junto a otros tipos de grano que, si contienen gluten, lo aconsejable es tomar avenas que estén certificadas.

La Asociación de Celíacos de Cataluña ha realizado un documento donde orienta sobre alimentos con y sin gluten.

Los panes y pastas suelen ser alimentos que se debían eliminar de la dieta ya que se realizaban a base de gluten. Hoy día se elaboran con harinas especiales sin gluten y entonces si son aptos para las personas con esta dieta.

El gluten puede estar presente en los siguientes alimentos, por lo que es importante consultar si existen otros productos que los sustituyan y de no ser así no incluirlos en la dieta:

  • Harinas o galletas
  • Verduras que hayan sido precocinadas o manipuladas
  • Patatas fritas congeladas
  • Mermeladas o zumos de frutos
  • Carnes preparadas o precocinadas
  • Sucedáneos de pescado o marisco
  • Leches en polvo

Como se puede observar todos los alimentos que hayan sido manipulados, precocinados o alterados, son un riesgo en la dieta sin gluten.

No son recomendables alimentos con aditivos, aromas o que puedan llevar restos de almidón para las personas con patología celiaca.

¿Es cierto que hay medicamentos que contienen gluten?

Claro que sí. Hay ciertos fármacos que pueden contener gluten, por lo que es importante consultar con el médico o farmacéuticos y avisar de la patología celiaquía antes de que sean pautados.

Existe un documento de la Agencia Española de Medicamentos donde se muestra tanto la legislación que existe al respecto como indicaciones sobre medicamentos y el porcentaje de gluten que no es tolerable para las personas celíacas.

Se pueden hacer búsquedas concretas por medicamento en este buscador del cima o Centro de información online de medicamentos de la Agencia del Medicamento.

¿La celiaquía puede afectar a la hora de querer ser padres?

La celiaquía a veces puede provocar alteraciones ginecológicas, como menarquias, menopausia precoz u otras patologías, por eso es importante que la mujer con celiaquía tenga un diagnóstico, tratamiento y seguimiento por su especialista.

En principio una dieta sin gluten, tratamiento primordial de la celiaquía, sería suficiente para normalizar y regular las funciones del organismo, incluida la función ginecológica, y no ser una barrera para ser mama.

Desde el Instituto Bernabéu de Medicina reproductiva afirman que una celiaquía no tratada puede provocar anemias, ciclos menstruales irregulares y en caso de embarazo aumenta el riesgo de tener un aborto o que el feto tenga alteraciones.

Por su parte, la Asociación de Celiaquía de Murcia afirman que el riesgo más importante en una mujer con celiaquía embarazada es la desnutrición.

"Si no se cumple la dieta estrictamente libre de gluten" el intestino se inflamará y habrá una mala absorción de nutrientes explican desde la organización.

La asociación murciana explica que estas alteraciones en el bebe y complicaciones en el embarazo solo aparecen en casos extremos en los que no se cumple la dieta o que la futura mama aún no sabe que es celíaca.

Para evitar la desnutrición se puede consultar al especialista por si es necesario consumir algún aporte vitamínico extra que compense la dieta.

¿Y el bebe? ¿Nacerá con celiaquía?

La celiaquía tiene una predisposición genética pero no todos los hijos de personas con celiaquía desarrollan la patología. Por lo tanto, no se puede conocer si el bebe será celíaco o no.

Asimismo, la leche materna de una mama con celiaquía no entraña ningún riesgo para el bebe.

¿Qué pasa con la dieta sin gluten en el colegio?

Cuando se diagnostica celiaquía a un niño o niña es importante que tanto la casa como el entorno escolar se adapten a esta situación.

El tratamiento principal es una dieta sin gluten, por lo tanto, en ambos lugares ha de haber alimentos sin gluten.

En el colegio hay menús escolares sin gluten gracias a un convenio de Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) con empresas de restauración.

Resaltar la importancia de esta dieta sin gluten y los riesgos de la contaminación cruzada harán que seguir las recomendaciones médicas sea más fácil.

  • Aerofagia. Se trata de una alteración que produce gases. Su causa suele ser una entrada de aire alta a través del tubo digestivo.
  • Astenia. Sensación de cansancio y debilidad ante acciones cotidianas que se realizaban sin esfuerzo.
  • Atrófica. Lesión en el intestino en personas con celiaquía. Se denomina así por producir atrofia en las vellosidades del intestino. Es decir, las vellosidades desaparecen y se absorben peor los alimentos.
  • Biodegradables. Se define así cuando un elemento puede descomponerse gracias a la acción de componentes químicos de origen natural.
  • Biopsia. Prueba médica por la que se extrae del organismo un poco de tejido y se analiza.
  • Celiaquía. Es una patología multiorgánica e inmunológica en la que al ingerir gluten la persona experimenta inflamación en su intestino y puede provocarle alteraciones, lesiones y otras patologías asociadas.
  • Dermatitis herpetiforme. Reacción adversa en la piel debida a la ingesta de gluten en personas con celiaquía.
  • Endoscopia. Prueba médica por la que se introduce un tubo con una cámara en el organismo para ver su interior.
  • Espelta. Grano de la familia del trigo. Se puede usar en la realización de pastas, galletas y cervezas, entre otros.
  • Gastroenteritis. Patología que provoca la inflamación de los órganos del aparato digestivo y que está provocada por un virus.
  • Gastroscopia. Prueba clínica por la cual se introduce por la boca un endoscopio por el tubo digestivo y se visualizan y analizan posibles lesiones o alteraciones en el aparato digestivo.
  • Gluten. Es una proteína que se encuentra básicamente en el trigo, la cebada, el centeno, la avena o la espelta.
  • Hiperplásica. Denominación dada a lesión en el intestino en personas con celiaquía. Se produce cuando se crean criptas hiperplásicas en el mismo. Las criptas son bolsas o pliegues en el intestino y tendrán un aumento en el número de células del tejido. 
  • Hipotrofia muscular. Se denomina así a un desarrollo inferior a lo normal del musculo y sus células.
  • Infiltrativa. Se denomina así a la lesión en el intestino que actúa invadiendo el tejido.
  • Multiorgánico. Que afecta a varios órganos.
  • Nanopartículas. Son partículas diminutas, no perceptibles al ojo humano, y que se pueden encontrar en muchos productos como ropas o maquillajes. En este caso formarían parte de medicinas en estudio para tratar la celiaquía.
  • Refractario. La denominación “refractario” se refiere a la oposición a algo. En el tipo de celiaquía refractaria se clasifican aquellas personas que no responden adecuadamente a la dieta sin gluten, tratamiento eficaz para la mayoría de personas con celiaquía.
  • Serológico. Estudio. Análisis de sangre donde se analizarán los anticuerpos que corresponden a la enfermedad celíaca