Cargando...

Descripción (enlaces externos abren en ventana nueva)

El asma es una patología de tipo respiratorio y de carácter crónico.

Fisiológicamente se produce por la inflamación de los bronquios, algo que provoca que se estrechen estos conductos de las vías respiratorias y haya dificultad para respirar.

 

El asma puede afectar a todo el conducto desde nariz hasta bronquios.

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) explica que, aunque el asma no se cura, se puede tratar y controlar. ¿Cómo? Conociendo a fondo la patología, siguiendo el tratamiento y evitando aquellos agentes que provocan las crisis de asma.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que las patologías respiratorias con bastante frecuencia carecen de diagnóstico clínico. Por lo tanto, para todas esas personas sin diagnosticar es difícil poder controlar su patología, por eso la OMS tiene un programa para apoyar a los países, especialmente los menos desarrollados, en lograr un mayor control de las patologías respiratorias crónicas.

Vigilar el impacto de estas patologías, controlar las tendencias futuras y trabajar en prevención, son algunos de sus puntos clave. En cuanto al asma, desde la OMS tienen una perspectiva esperanzadora, ya que afirman que los “niños con formas moderadas de la enfermedad superan sus síntomas con los años” y un adecuado control sanitario.

¿Por qué se desarrolla el asma?

La inflamación de los bronquios se produce por la alteración de diversas células del organismo.

En las analíticas de personas con asma aparece una alteración en los eosinófilos, que son un tipo de glóbulos blancos. También pueden verse alterados los linfocitos y mastocitos. Todas estas células pueden provocar efectos inflamatorios en el organismo.

Los glóbulos blancos son parte del sistema inmunitario y tienen la función de proteger el organismo ante posibles infecciones o patologías. El problema aparece cuando su función no se desarrolla con normalidad.

Las personas con asma tienen propensión a que sus bronquios se puedan irritar o inflamar ante diversos estímulos o como respuesta ante ciertos factores, aunque se desconoce la causa exacta que hace que una persona desarrolle o no la patología.

Parece que puede haber cierta predisposición genética, ya que los niños con familiares con asma pueden desarrollar de forma más temprana esta patología. Aunque aún es objeto de investigación el genoma que desarrolla el asma. Eso sí, la respuesta ante la exposición ambiental a ciertos factores si se ha comprobado que desencadena el asma.

El neumólogo Joaquín Lamela, autor de diversos libros y partícipe en investigaciones sobre patologías respiratorias, considera que en efecto “hay una predisposición familiar; los hijos de padres asmáticos la padecen con mayor frecuencia”. Aunque también afirma que se baraja la aparición de la enfermedad en la infancia influida por “infecciones respiratorias víricas y los alérgenos, aunque este hecho tampoco ha sido demostrado”.

Por tanto, la causa concreta que desarrolla la patología aún es objeto de investigación. Muchos trabajos se encaminan a estudiar la relación entre el sistema inmunológico y el asma.

Los investigadores buscan la relación entre ambos factores para poder actuar sobre el origen y ayudar a su tratamiento y prevención.

Según el tipo de asma, cuya clasificación analizaremos en esta página, los desencadenantes pueden ser factores ambientales y en muchos otros casos puede aparecer incluso una alteración en las células que actúan en el sistema inmunológico.

Es ahí donde quieren llegar los investigadores y analizar cómo actúa el sistema inmunológico en personas con asma. Las estadísticas muestran que casi la mitad de las personas con asma tienen altos niveles de eosinófilos en sangre, eso hace que sus vías respiratorias se inflamen y haya dificultad respiratoria. ¿Por qué se produce?

Desde la Asociación Española de Pediatría recogen algunos de documentos en sus anales de la pediatría donde tratan este tema y su investigación en profundidad.

¿Qué puede desencadenar el asma y las crisis asmáticas?

Hay muchos factores que intervienen en el desarrollo del asma y en las crisis asmáticas que tienen las personas con esta patología. Desde la SEPAR destacan los siguientes:

  • Elementos medioambientales: contaminación, cambios climáticos, frío.
  • Elementos alérgenos: polvo, polen, productos de limpieza o irritantes químicos, caspa de animales, hongos, etc.
  • Hábitos tóxicos: fumar o en personas no fumadores estar expuestos al humo de tabaco.
  • Emociones intensas. A veces la ira, el estrés o el miedo pueden desencadenar un ataque de asma, según afirma la propia OMS.

Asimismo, las personas con asma deben controlar la intensidad del ejercicio físico, para lograr controlar posibles crisis. Y las infecciones respiratorias también pueden ser un hándicap en personas con asma. El doctor Joaquín Lamela López, especialista en Neumología en Clínica Joaquín Lamela y miembro de la plataforma Top Doctors, explica que, según estadísticas, “la prevalencia del asma es mayor en las ciudades que en la zona rural.

Tal vez tenga que ver la polución o las distintas condiciones de vida en la infancia”, lo que confirma el factor medioambiental.

Asimismo, ante la cuestión de quiénes pueden ser más susceptibles de padecer asma nos indica que “la población infantil que tenga familiares cercanos que padezcan asma. Tal vez también la que viva en viviendas con deficiente salubridad o en ambiente con humo de tabaco”.

Desde la Agencia para Sustancia Tóxicas y el Registro de Enfermedades del Departamento de Salud de Estados Unidos destacan la predisposición genética como principal factor para desarrollar la patología.

¿Qué síntomas presenta una persona con asma?

El asma provoca dificultad para respirar debido a la inflamación de los bronquios, por eso esa dificultad es el primer síntoma clave de la patología.

El neumólogo Joaquín Lamela López afirma que al ser una patología inflamatoria de los bronquios provoca “tos y dificultad respiratoria. Estos síntomas en la mayoría de los enfermos asmáticos son leves”, pero informa que “no siempre el asma comienza con dificultad respiratoria y “pitos en el pecho”. A veces se manifiesta solo por tos de preferencia vespertina que puede empeorar al acostarse, al estar en decúbito”, y otros síntomas que comparten en su web.

Apuntamos aquí otros síntomas comunes que pueden aparecer si una persona presenta asma:

  • Pitos o sibilancias. Son sonidos que hace la persona con asma al respirar, ya que el aire entrar y sale con dificultad del aparato respiratorio.
  • Sensación de opresión en el pecho.
  • En ocasiones se puede presentar tos. Sobre todo, por la noche, por las mañanas al despertarse o al realizar alguna actividad.
  • Producción de más mucosidad.
  • Sensación de ahogo o disnea.

La aparición e intensidad de los síntomas dependerá de cada paciente y de sí se encuentra en una crisis de asma o no.

La patología es variable por lo que una persona con asma puede experimentar diversos síntomas en un mismo día, que estos duren horas o días, o que vayan cambiando.

La Agencia para Sustancia Tóxicas y el Registro de Enfermedades del Departamento de Salud de Estados Unidos apunta que una gran parte de los niños con asma tienen a su vez síntomas de rinitis alérgica. Ambas, el asma y la rinitis alérgica forman parte del conocido como síndrome respiratorio alérgico crónico.

Tipos

El doctor Joaquín Lamela López, especialista en Neumología en Clínica Joaquín Lamela y miembro de la plataforma Top Doctors, afirma que, aunque la enfermedad es la misma, las manifestaciones clínicas pueden ser algo distintas si están desencadenadas por alérgenos (por ejemplo, pólenes, ácaros del polvo, etcétera).

“Podemos hablar de asma alérgico o extrínseco y asma no alérgico o intrínseco. Aunque a algunos tipos de asmas se les pueda poner el apellido de alérgico, esto no significa que solo los factores alérgicos desencadenarán síntomas ya que también pueden hacerlo las infecciones víricas de vías altas respiratorias (resfriado común) que son la causa más frecuente de empeoramiento de los pacientes con asma”, afirma el neumólogo.

Por lo general, se dividen los tipos de asma por el factor que puede desencadenar las crisis:

  • El más conocido como comentábamos es el alérgico. Una persona expuesta a factores que activan su alergia puede además desencadenar crisis de asma.
  • Asma ocupacional. Este tipo de asma se produce por reacción a elementos nocivos a los que el individuo está expuesto en su lugar de trabajo.
  • Asma provocada por el ejercicio o actividad física. Sus siglas son AIE, asma inducida por el ejercicio. Aunque el ejercicio en sí mismo no hace que una persona desarrolle asma si puede crear dificultad para la actividad de las vías respiratorias.
  • Asma por ingesta de fármacos. Ciertos medicamentos, como aspirina o algunos tipos de antiinflamatorios pueden exacerbar el asma.
  • Asma nocturna. La persona con asma presenta síntomas por la noche, momento en el que debería descansa, por lo que su sueño no será reparador. Notará opresión en el pecho, tos y dificultades respiratorias. La Fundación del Sueño afirma que las investigaciones no acaban de dilucidar por qué ocurre. Puede ser por una alteración en el ritmo circadiano o una alteración en los niveles de melatonina, hormona encargada de regular el sueño.

Asimismo, según los especialistas, la forma en que aparece el asma en cada persona es diferentes, por lo que podría haber múltiples tipos.

Otra forma de clasificar los tipos de asma es según su intensidad:

  • Asma leve.
  • Asma moderada.
  • Asma grave o severa.

Los especialistas apuntan que a veces lo más importante no es la severidad de la patología, sino su control. Una persona con asma severa, si tiene un buen seguimiento y control de su asma, podrá tener una buena calidad de vida. La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) difunde un Programa de Formación para el manejo práctico del paciente en el asma grave no controlada orientado a la formación continuada y acreditada de los profesionales.

En el mismo se especifican los diferentes niveles de clasificación, refiriéndose al control del asma, y se dividen en tres:

  • Asma bien controlada.
  • Parcialmente controlada.
  • Mal controlada.

Asimismo, según cuando aparecen los síntomas y crisis asmáticas se clasifica en asma persistente o intermitente.

¿Qué sucede con el asma de las tormentas?

Poco se habla de este otro tipo de asma que aparece tras las tormentas, pero es cierto, que muchos pacientes acusaban empeoramiento tras un cuadro de tormenta.

En los últimos años se ha estudiado más sobre ello y se ha encontrado relación entre un pico de cuadros de asma cuando hay tormenta… ¿por qué?

Medios de comunicación como la BBC o a nivel nacional Antena 3 han ofrecido informaciones y noticias sobre este extraño fenómeno que se asocia a las tormentas eléctricas.

La explicación que se da es que al llover el polen absorbe la humedad y se expande. Las partículas de polen aumentan en el ambiente y se reparten más por el aire. Eso hace que las personas con asma y alergia puedan ver aumentados sus síntomas en días con este tipo de fenómenos atmosféricos.

Prevalencia del asma

SEPAR afirma que en España tienen asma al menos 2.500.000 de personas.

Se da mayoritariamente en mujeres, 2 de cada 3 pacientes son féminas. Y también afecta a la infancia, 12 de cada 100 niños han desarrollado esta patología, siendo la patología crónica más frecuente en este rango de edad. Aunque es una patología que puede aparecer a cualquier edad.

La OMS afirma que 235 millones de personas en el mundo tienen asma y se encuentra presente en países de todo el mundo.

La Sociedad Española de alergología e inmunología clínica (SEAIC) afirma que el reto hoy es controlar los síntomas de la patología, ya que un mal control de esta puede derivar en más crisis o exacerbaciones de asma.

SEAIC señala que en España entre un 3 y un 7 por ciento de habitantes tienen asma.

El lugar de residencia también puede contribuir a su aparición. En España la comunidad con más personas con asma son las Islas Canarias.

Hoy día los casos de asma en la infancia son un número que va en aumento. Además, SEAIC explica que el tipo de asma más común es el alérgico, y suele aparecer también junto a otras patologías como la dermatitis atópica o las alergias alimentarias.

La detección del asma tanto en la infancia como en otros estadios de edad es importante, ya que permitirá poner un tratamiento y hacer un seguimiento, que permita su correcto control. En la infancia hay que estar muy atentos para poder detectar cualquier señal que pueda alertar sobre la patología, ya sea al jugar, hacer deporte o en los momentos de descanso. Si aparecen síntomas o posibles señales de tener asma se debe acudir al profesional médico.

Recomendaciones

Tratamiento

Los especialistas encargados de realizar el diagnóstico y seguimiento del asma son los neumólogos. En el equipo multidisciplinar, y al ser el asma a veces producto de las alergias, el paciente puede requerir también atención del equipo alergólogos.

Todo dependerá del tipo de asma a tratar y su intensidad, así como el nivel de control sobre la patología.

Con un buen diagnóstico y un tratamiento de control la persona con asma puede llevar una vida normalizada. Aunque, según las estadísticas y estudios, hay un alto porcentaje que no logran controlar la patología. Según estadísticas difundidas por la Sociedad de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) alrededor del 60-70 por ciento de personas diagnosticadas con asma no tienen bien controlada su patología. Por eso en la actualidad lo más importante es lograr ese control y dar con los tratamientos que logren controlarla y prevenir nuevas crisis y exacerbación de la sintomatología.

¿Cómo? Los especialistas consideran que con más educación sobre el uso de los fármacos e inhaladores se puede conseguir un mejor seguimiento del tratamiento.

¿Qué pruebas se precisan para diagnosticar el asma?

El doctor Joaquín Lamela López, especialista en Neumología en Clínica Joaquín Lamela y miembro de la plataforma Top Doctors, afirma que "Lo más importante es hacer una buena historia clínica o entrevista. Una espirometría con test broncodilatador es muy importante para el diagnóstico si hay sospecha de asma después de la entrevista y exploración. La analítica de sangre puede ayudar algo si hay elevación de los eosinófilos. La mejor confirmación del diagnóstico es que los síntomas del paciente respondan al tratamiento antiinflamatorio con corticoides".

El primer paso para el diagnóstico es realizar la exploración física in situ.

Es recomendable realizar este estudio antes que el paciente haya comenzado con el tratamiento, para poder valorar el tipo de asma y su intensidad real.

En esta exploración en personas con asma pueden aparecer sibilancias o pitos. Se muestran durante la auscultación médica de la cavidad torácica. El especialista indicará al paciente que respire normal y también que realice una espiración forzada, es decir, que suelte el aire de forma forzada, para obtener más información sobre su capacidad respiratoria y si aparecen estos silbidos tan característicos del asma.

Además de esta exploración física el especialista también realizará preguntas sobre la situación actual y la historia clínica, los síntomas que refiere el paciente, etc. El siguiente paso es realizar pruebas que puedan medir la capacidad y la función pulmonar.

Las pruebas son básicamente pruebas respiratorias donde la persona inhala y exhala aire, en función de la cantidad de aire que puede inhalar, mantener y expulsar, se podrá hacer un gráfico con indicadores para el experto.

Las pruebas son:

  • Espirometrías. Se realiza con un dispositivo sencillo que consiste en respirar normal y de forma forzada para observar niveles de volumen de aire que puede una persona mantener en sus pulmones y a su vez conocer la velocidad del flujo de aire. Hay diferentes clases de espirometrías: simple y forzada. También existe la posibilidad de realizarlas sentado o tumbado.
  • Medidor de flujo máximo. Esta prueba se realiza con un sencillo aparato que lo que mide es el aire que expelen los pulmones. Para realizar la prueba se sopla dentro del aparato. Se suelen usar para el seguimiento y control del asma.

Estas pruebas respiratorias se pueden hacer sin medicación, y también tras tomar la medicación (el broncodilatador) para poder comparar ambos datos y también observar si el paciente responde a ese posible tratamiento. En ocasiones también se requerirá análisis de sangre e incluso una gasometría arterial si el especialista necesita indagar más sobre los niveles de oxígeno y dióxido de carbono, e incluso se puede solicitar una radiografía de tórax para mayor visualización pulmonar.

Si el asma está asociada a factores alergenos el alergólogo puede realizar pruebas cutáneas para dilucidar qué elementos producen esa reacción alérgica. Con todos estos datos el especialista puede dar un diagnóstico.

Pruebas complementarias

En ocasiones, el especialista también podrá pedir otras pruebas adicionales, una es la conocida como prueba de provocación, donde dan a inhalar al paciente metacolina. Si se reacciona a este elemento capaz de estrechar las vías respiratorias es probable que la persona tenga asma.

Por otra parte, está el análisis de FeNO o examen de óxido nítrico exhalado, también una referencia para determinar su inflamación pulmonar.

Y, por último, existen pruebas de esfuerzo, adecuadas para aquellas personas que presentan síntomas cuando hacen ejercicio, pruebas con frío, o en análisis de saliva y moco para determinar nivel de eosinófilos.

Tratamiento del asma

El tratamiento del asma tendrá dos objetivos principales:

  • Prevenir los síntomas y crisis de asma.
  • Controlar el asma.

El doctor Joaquín Lamela López, especialista en Neumología, responde así a nuestra pregunta ¿Se cura el asma?

“No, no disponemos de medicamentos para curar el asma. Sin embargo, aproximadamente una mitad de los pacientes jóvenes con asma dejan de padecer los síntomas en la adolescencia o en la juventud sin importar el tratamiento que hayan recibido; no influye en esto el tratamiento con inmunoterapia (“vacunas”) como defienden algunos alergólogos. En la edad adulta, el porcentaje de desaparición de los síntomas disminuye hasta el 2 o 3 por ciento”.

Una respuesta alentadora para aquellos que han sido diagnosticados de asma en su juventud.

Ahora bien, para los que sí siguen teniendo asma y síntomas… ¿Cuáles son los tratamientos o terapias recomendadas para su mejora?

El doctor Lamela indica que el tratamiento principal del asma se realiza con corticoides. Explica que son capaces de mejorar la inflamación bronquial y “cuando esta se controla se disminuyen progresivamente las dosis hasta la mínima que controle los síntomas y prevenga su aparición”.

“Los broncodilatadores inhalados se utilizan en las agudizaciones y a veces se asocian a los corticoides inhalados cuando se precisan dosis altas de estos para tratar de controlar los síntomas con menores dosis. Los corticoides orales se utilizan en las agudizaciones severas. En los casos con síntomas más difíciles de controlar se pueden asociar otros fármacos a los corticoides, también con efectos adversos, como los anticuerpos monoclonales”, detalla sobre los tipos de fármacos usados para cada momento.

Tipos de medicamentos utilizados para controlar el asma Se usan dos tipos de medicamentos:

  • Unos para la prevención y seguimiento del asma.
  • Otros de rescate. Esos se usan solo en momentos de crisis de asma que aparecen incluso tomando los medicamentos habituales.

Desde la web para pacientes de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) afirman que el tratamiento preventivo en patologías como el asma, rinitis o dermatitis atópica se usa de forma habitual durante todos los días, durante el tiempo estimado por el especialista. Normalmente se trata de un largo periodo de tiempo.

En otros casos, en los que la patología es más leve, puede que el especialista solo lo recomiende cuando la persona sabe que va a exponerse a sustancias que desencadenarán sus síntomas.

El tratamiento preventivo se usa para evitar la inflamación de los bronquios. Si la persona está tomando su tratamiento y este funciona correctamente, la exposición a elementos desencadenantes provocará menos síntomas y menor dificultad respiratoria.

Si el especialista ha pautado que el tratamiento preventivo se tome todos los días, este se debe tomar así, y no abandonarlo, aunque el paciente experimente mejoría. En las pruebas de seguimiento del asma el profesional médico podrá observar los avances de la medicación y si está ha sido tolerada bien por el paciente. Una evolución positiva con el tratamiento preventivo permite que las personas con asma tengan que recurrir menos al tratamiento de rescate.

Este tipo de fármacos de prevención se suelen tomar un largo plazo de tiempo y a diario.

Es esencial dar con el correcto y que funciona mejor al paciente para controlar el asma.

Entre los fármacos usados se encuentran: inhaladores con corticoides. Su efecto es antiinflamatorio y no se observa de forma inmediata y se toma por vía oral.

Dentro de los medicamentos de prevención también se sitúan los inhibidores de leucotrieno, también con efecto antiinflamatorio. Los leucotrienos son elementos que actúan en la inflamación crónica de ciertos órganos o zonas del organismo.

Otros inhaladores trabajan para abrir las vías respiratorias, son los agonistas beta de acción prolongada, pero solo se pueden tomar en combinación con otro inhalador con corticoides.

Por su parte, los medicamentos de rescate se usarán como se comentaba antes solo en ocasiones excepcionales, en las que se necesita una respuesta rápida de la capacidad respiratoria, ya que, por el motivo que sea, se ha visto reducida. Su finalidad es la de un efecto inmediato. En ocasiones, habrá especialistas que recomiendan tomar esta medicación antes de realizar una actividad física importante, en personas, más susceptibles ante este tipo de ejercicios.

Todo dependerá del tipo de asma y la respuesta en cada persona, por lo que lo que se pauta a un paciente no se debe usar en otra persona sin el consejo médico expreso. Los medicamentos de rescate son, por ejemplo, los inhaladores agonistas beta de acción rápida. Se trata de dilatadores de los bronquios. También se usan, pero solo para casos de asma grave, los corticoides tomados por vía oral o bien por vía intravenosa.

Como complemento a estos dos tipos de medicamentos, el paciente puede requerir medicinas para alergia, si su asma es de tipo alérgico:

  • Espray nasal con corticoides para restar mucosidad.
  • Gotas oculares para síntomas en los ojos.
  • antihistamínicos.
  • Posibilidad de vacunas para reforzar la respuesta inmunológica ante el factor que desencadena la alergia y el asma.

Fisioterapia respiratoria

Desde FENAER, la Federación Europea de Asociación de Pacientes con Alergia y Enfermedades Respiratorias, presentan una página sobre la fisioterapia respiratoria. La fisioterapia respiratoria es una técnica de rehabilitación cuyo objetivo es ayudar a los pacientes con asma y otras patologías respiratorias a mejorar su calidad de vida. Los ejercicios van orientados a mejorar el funcionamiento del aparato respiratorio y su capacidad pulmonar. Los ejercicios deben estar adaptados al perfil físico de cada persona.

Los tutoriales de esta página son gratuitos y comparten vídeos con diferentes ejercicios donde un fisioterapeuta especializado ofrece las recomendaciones para realizarlos. Forman parte de este banco de ejercicios actividades para respirar con el diafragma, ejercicios para mejorar el rendimiento muscular de brazos y piernas e incluso ejercicios para ayudar a expulsar las secreciones bronquiales.

Asma y COVID-19

Con motivo de la aparición de la COVID-19, conocido también como nuevo coronavirus, los especialistas informan a través de FENAER que es importante que los pacientes sigan sus tratamientos. Recalcan que en ningún caso seguir correctamente el tratamiento puede enmascarar posibles síntomas de la infección por este virus. Es importante seguir siempre el tratamiento pautado.

Consejos de prevención

¿Se puede prevenir el asma? El doctor Joaquín Lamela López, especialista en Neumología, afirma que no. “Aunque a los hijos de familiares asmáticos se les debe recomendar no fumar cigarrillos por si pudiera influir en la aparición de los síntomas”.

Por su parte, la Agencia para Sustancia Tóxicas y el Registro de Enfermedades del Departamento de Salud de Estados Unidos, afirma que se pueden seguir una serie de estrategias de prevención primaria en niños. Estas se componen de las siguientes recomendaciones:

  • Espacios libres de humo de tabaco.
  • Evitar la exposición a sustancias alergénicas como los ácaros
  • Evitar exposición a ciertos insectos, como las cucarachas. La web para pacientes alérgicos de la Sociedad de Española de inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) afirman que la alergia a la cucaracha puede causar asma, rinitis y conjuntivitis, dato corroborado por la Organización Mundial de la Salud en diversos estudios.
  • Evitar exposición a humedad y moho
  • Siempre que sea posible mantener la lactancia materna al menos los primeros cuatro meses de vida.

También ofrecen estas recomendaciones para prevención primaria en adultos:

  • Evitar hábitos como el tabaco
  • Controlar las posibles exposiciones en el lugar de trabajo que puedan desencadenar el asma. Este tipo de asma se denomina asma ocupacional. Existen estudios de trabajadores que presentan síntomas por la exposición repetida a diversos elementos que pueden desencadenar su asma. En su día el Ministerio de Sanidad llegó a desarrollar unos Protocolos de vigilancia sanitaria específica para el Asma Laboral.

La conocida como prevención secundaria se refiere a reducir al máximo posible la exposición a elementos ambientales como el polvo para reducir la reacción asmática.

Además de usar aspiradoras especiales que puedan tener filtros de partículas en el aire, se recomienda no tener peluches, alfombras o muebles tapizados en el hogar.

Si es indispensable tener peluches para los más pequeños, lavarlos con agua caliente y secar bien, a menudo.

Para las personas asmáticas tampoco son recomendables el uso de humidificadores ni tener mascotas en casa.

Lavar con frecuencia el material y ropa de cama, e incluso, hacerse con fundas y materiales que repelen los ácaros.

Otros consejos para prevenir son evitar exposición a materiales o productos con fuerte olor e irritantes como insecticida, pinturas, productos de limpieza, etc., evitar la exposición a contaminación atmosférica y también cuando hay altos niveles de polen en el aire.

Desde la SEICAP insisten también en el correcto seguimiento del tratamiento farmacológico para mantener la inflamación crónica del aparato respiratorio a raya. Esta sería la llamada prevención terciaria.

El tratamiento preventivo o de mantenimiento sirve para disminuir la inflamación de los bronquios y así mejorar los síntomas ante posibles exposiciones a factores que desencadenan el asma.

El tratamiento se tomará de continuo, todos los días, o solo cuando el paciente va a estar expuesto a situaciones que puedan ser de riesgo para él, esa dosificación del tratamiento dependerá de lo que estime su especialista.

Tras tomar el tratamiento preventivo la persona con asma notará que las crisis y los síntomas aparecen menos y con menor intensidad. Eso hace que necesite menos también su medicación de rescate.

Para valorar si un tratamiento preventivo es el idóneo a veces se precisan desde unas semanas hasta incluso unos meses, para poder comparar y obtener resultados concluyentes sobre su efectividad.

Desde la Iniciativa Global por el Asma realizaron una Guía de bolsillo muy útil para profesionales de la Salud que engloba recomendaciones para el manejo y prevención del asma en personas adultas y niños de más de 5 años. Su finalidad es la de concienciar sobre el asma tanto a profesionales sanitarios, como a las autoridades de salud pública y la sociedad en general.

Gracias a los trabajos de prevención del asma las personas con esta patología pueden mejorar sus síntomas, ir poco a poco rebajando su medicación y tener una mejor calidad de vida.

Envejecimiento saludable

Es esencial que los pacientes asmáticos que fumen dejen de fumar, afirma el doctor Joaquín Lamela López, especialista en Neumología. El humo de tabaco aumenta la inflamación bronquial y agrava los síntomas, hace que precisen mayores dosis de corticoides para controlar peor la enfermedad y que la evolución sea más desfavorable con numerosos agravamientos o agudizaciones.

También deben evitar, en lo posible, todos aquellos factores o agentes conocidos que agravan la enfermedad. Pedir toda la información que precise al médico y seguir sus recomendaciones de tratamiento regular o “a demanda” para controlar los síntomas con las menores dosis de corticoides inhalados.

Una persona con asma controlada puede tener un envejecimiento más saludable y con menos síntomas.

Según estadísticas y análisis de la Iniciativa Global por el Asma esta patología a veces está infradiagnosticada en personas mayores. Algunos especialistas pueden confundir la disnea o dificultad respiratoria con una característica de ese envejecimiento, pero hay que profundizar en esas valoraciones para dar un correcto tratamiento al paciente. Por el contrario, la misma fuente afirma que puede haber un sobrediagnóstico de asma en este colectivo ya que la insuficiencia ventricular o cardiopatías pueden ser similares en síntomas a los que se experimentan al tener una capacidad respiratoria limitada.

Según los expertos, el asma en adultos mayores puede venir derivada de su historia clínica, en personas que ya han sido diagnosticados de asma, y, por otra parte, puede aparecer, pero en menor porcentaje, el asma tardía. Este tipo de asma normalmente no es de carácter alérgico y puede estar asociado a otras características de la persona, como la obesidad o por infecciones respiratorias resistentes.

En la actualidad el reto para un envejecimiento saludable es controlar el asma, hacer un seguimiento correcto del tratamiento y sobre todo, en personas que no tienen antecedentes de asma pero aparecen a esta edad los síntomas, profundizar en su sintomatología para dar un diagnostico y tratamiento que puedan ayudar a mejorar su calidad de vida.

Recursos de interés (documentos, guías, contactos)

Publicaciones, documentos técnicos y websites con información

Contactos de interés

Preguntas frecuentes

¿Por qué se produce el asma? ¿Qué factores lo desencadenan?

Las personas con asma tienen propensión a que sus bronquios se puedan irritar o inflamar ante diversos estímulos o como respuesta ante ciertos factores, aunque se desconoce la causa exacta que hace que una persona desarrolle o no la patología.

Hay muchos factores que intervienen en el desarrollo del asma y en las crisis asmáticas que tienen las personas con esta patología.

Desde la SEPAR destacan los siguientes:

  • Elementos medioambientales: contaminación, cambios climáticos, frío.
  • Elementos alérgenos: polvo, polen, productos de limpieza o irritantes químicos, caspa de animales, hongos, etc.
  • Hábitos tóxicos: fumar o en personas no fumadores estar expuestos al humo de tabaco.
  • Emociones intensas. A veces la ira, el estrés o el miedo pueden desencadenar un ataque de asma, según afirma la propia OMS.

Asimismo, las personas con asma deben controlar la intensidad del ejercicio físico, para lograr controlar posibles crisis. Y las infecciones respiratorias también pueden ser un hándicap en personas con asma.

¿Qué síntomas tienen las personas con asma?

La dificultad respiratoria y en ocasiones la tos son los principales síntomas.

Apuntamos aquí otros síntomas comunes que pueden aparecer si una persona presenta asma:

  • Pitos o sibilancias. Son sonidos que hace la persona con asma al respirar, ya que el aire entrar y sale con dificultad del aparato respiratorio.
  • Sensación de opresión en el pecho.
  • En ocasiones se puede presentar tos. Sobre todo, por la noche, por las mañanas al despertarse o al realizar alguna actividad.
  • Producción de más mucosidad.
  • Sensación de ahogo o disnea.

¿Es una patología hereditaria?

Parece que puede haber cierta predisposición genética, ya que los niños con familiares con asma pueden desarrollar de forma más temprana esta patología. Aunque aún es objeto de investigación el genoma que desarrolla el asma. Eso sí, la respuesta ante la exposición ambiental a ciertos factores si se ha comprobado que desencadena el asma.

El neumólogo Joaquín Lamela, autor de diversos libros y partícipe en investigaciones sobre patologías respiratorias, considera que en efecto “hay una predisposición familiar; los hijos de padres asmáticos la padecen con mayor frecuencia”. Aunque también afirma que se baraja la aparición de la enfermedad en la infancia influida por “infecciones respiratorias víricas y los alérgenos, aunque este hecho tampoco ha sido demostrado”.

¿Se puede prevenir?

La prevención de la patología como tal a veces no es posible si hay una predisposición genética.

Eso sí hay ciertas pautas y recomendaciones para prevenir la aparición de síntomas o crisis y mejorar el control de esta.

La Agencia para Sustancia Tóxicas y el Registro de Enfermedades del Departamento de Salud de Estados Unidos, afirma que se pueden seguir una serie de estrategias de prevención primaria en niños. Estas se componen de las siguientes recomendaciones:

  • Espacios libres de humo de tabaco.
  • Evitar la exposición a sustancias alergénicas como los ácaros
  • Evitar exposición a ciertos insectos, como las cucarachas. La web para pacientes alérgicos de la Sociedad de Española de inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) afirman que la alergia a la cucaracha puede causar asma, rinitis y conjuntivitis, dato corroborado por la Organización Mundial de la Salud en diversos estudios.
  • Evitar exposición a humedad y moho
  • Siempre que sea posible mantener la lactancia materna al menos los primeros cuatro meses de vida.

También ofrecen estas recomendaciones para prevención primaria en adultos:

  • Evitar hábitos como el tabaco
  • Controlar las posibles exposiciones en el lugar de trabajo que puedan desencadenar el asma. Este tipo de asma se denomina asma ocupacional. Existen estudios de trabajadores que presentan síntomas por la exposición repetida diversos elementos que pueden desencadenar su asma. En su día el Ministerio de Sanidad llegó a desarrollar unos Protocolos de vigilancia sanitaria específica para el Asma Laboral.

La conocida como prevención secundaria se refiere a reducir al máximo posible la exposición a elementos ambientales como el polvo para reducir la reacción asmática. Otros consejos para prevenir son evitar exposición a materiales o productos con fuerte olor e irritantes como insecticida, pinturas, productos de limpieza, etc., evitar la exposición a contaminación atmosférica y también cuando hay altos niveles de polen en el aire.

¿Qué tratamientos existen?

El tratamiento del asma tiene dos objetivos principales:

  • Prevenir los síntomas y crisis de asma.
  • Controlar el asma.

Para conseguir esos dos objetivos se usan dos tipos de medicamentos:

  • Unos para la prevención y seguimiento del asma.
  • Otros de rescate. Estos se usan solo en momentos de crisis de asma que aparecen incluso tomando los medicamentos habituales.

El tratamiento para la alergia y la fisioterapia respiratoria son también técnicas complementarias para mejorar la calidad de vida de los pacientes con asma.

Glosario

  • Bronquios. Conducto del aparato respiratorio que lleva el aire de la tráquea a los pulmones.
  • Circadiano. El ritmo circadiano es aquel que se rige por la luz solar. De esta forma, por la noche, sin luz, dormimos y por el día, con luz solar, estamos despiertos.
  • Corticoides. Medicina para tratar afecciones inflamatorias.
  • Disnea. Dificultad respiratoria.
  • Eosinófilos. Glóbulos blancos encargados de la defensa del organismo.
  • Espirometrías. Prueba realizada con un dispositivo sencillo que consiste en respirar normal y de forma forzada para observar la capacidad respiratoria.
  • Extrínseco. Tipo de asma que se produce por una reacción a alérgenos externos.
  • Genoma. Material genético del ADN en el organismo.
  • Intrínseco. Tipo de asma que no está producido por alergenos.
  • Linfocitos. Leucocito pequeño. Se encarga de la defensa inmunitaria.
  • Mastocitos. Controlan la respuesta inmunitaria del organismo.
  • Metacolina. Sustancia que se usa en las pruebas de asma para comprobar la respuesta de las vías respiratorias.
  • Salbutamol. Medicina para dilatar las vías respiratorias.
  • Sibilancias. Pitos que suenan cuando respira una persona con asma.