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Descripción

La migraña es una patología de carácter neurológico que puede llegar a ser discapacitante.

Es un tipo de cefalea, que se caracteriza por la presencia de dolores de cabeza que se repiten, variando su intensidad, duración y periodicidad, según los pacientes.

Las cefaleas son uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga a la cefalea como una de las patologías más discapacitantes en el mundo. Según sus cálculos la mitad de los adultos en todo el mundo tuvo al menos un episodio de cefalea en el último año. Solo la migraña es la 6ª causa mundial de discapacidad.

Las migrañas comienzan con un dolor de cabeza muy fuerte. Según la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE) este dolor se puede presentar en una zona de la cabeza, por ejemplo, la parte frontal, o afectar a toda la cabeza en global, con un dolor intenso y pulsátil.

Las migrañas, también conocidas como jaquecas, aparecen como crisis o episodios acompañados de más síntomas, en los que las personas que tienen esta patología tienen que seguir una serie de recomendaciones para experimentar mejoría.

La doctora Sonia Santos, neuróloga y coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN), nos explica que “la migraña es una enfermedad muy discapacitante que interfiere en la esfera personal, social, laboral y familiar del paciente. Ello se debe a que, además del dolor, hay otros síntomas como alteración en la capacidad de concentración, atención, dificultad para pensar, que, en algunos pacientes, pueden persistir entre los ataques”.

A lo largo de estas páginas explicaremos qué tipos de migrañas existen, cuál es su causa, cómo prevenir los episodios de migraña y cuál es el tratamiento recomendado por especialistas, que variará en función de cada persona y el tipo de dolor y causas.

¿En qué se diferencia la migraña de otros tipos de dolor de cabeza?

“En dos aspectos: la sintomatología asociada (náuseas, vómitos, fotofobia, sonofobia, osmofobia) y la discapacidad que genera en los pacientes”, afirma la neuróloga Sonia Santos.

La Fundación del Cerebro difunde un folleto explicativo realizado por el Grupo de estudio de cefalea de la Sociedad Española de Neurología donde detalla qué son las cefaleas y qué son las migrañas. En el mismo señalan que la cefalea significa “dolor de cabeza”.

La migraña sería un tipo de cefalea con unas características muy concretas.

Tipos

Las cefaleas, dolor de cabeza, pueden ser primarias, cuando el dolor en sí es el síntoma principal que aparece, y secundarias, si en realidad el dolor de cabeza es síntoma de otra patología.

Dentro de las cefaleas primarias se encuentran las siguientes patologías, según clasifica la SEN:

  • Migraña.
  • Cefalea tipo tensión.
  • Cefalea en racimos.
  • Cefalea por comprensión externa.

La migraña se clasifica en 2 tipos según la duración del dolor:

  • Puede darse de forma episódica. Migraña episódica. Según explica AEMICE si el dolor aparece hasta 9 días por mes, es una crisis episódica poco frecuente. Pasará a ser muy frecuente si la persona tiene migraña de 10 a 14 días al mes.
  • O puede ser una patología de carácter crónico. Migraña crónica. Si la persona tiene dolor de cabeza y el resto de los síntomas durante 15 días o más cada mes.

Además, AEMICE apunta a tres tipos de migraña según los síntomas que aparecen:

  • Migraña sin aura. Es el tipo más habitual.
    Provoca un dolor muy fuerte de cabeza que puede aparecer en un lado, pero que se puede ampliar a otras zonas del cráneo. La persona puede notar a veces la sensación de un dolor intermitente o pulsátil.
    Este dolor de cabeza aparece de repente y puede durar entre 4 horas y hasta 3 días. En las personas más jóvenes o niños puede durar algo menos.
    El dolor aumenta si la persona no está en reposo.
    Algunas personas también ven que su dolor no mejora si hay luz o ruidos.
    También pueden aparecer vómitos o sensación de náuseas y rechazo a ciertos olores.
  • Migraña con aura. En este tipo aparecen una serie de síntomas, que se reconocen como “aura”, antes del comienzo del dolor, y en ocasiones durante y después del episodio migrañoso.
    Si la persona puede detectarlos a tiempo puede comenzar su tratamiento y minimizar la intensidad del episodio.
    El aura afecta a los sentidos, por ejemplo, en el visual pueden aparecer luces o destellos desplazándose en el campo de visión.
    El aura sensitiva hace que la persona note una especie parestesias, con hormigueo que sube de la mano hasta la boca.
    Un tercer caso de aura podría acompañarse de los síntomas previos de las auras vistas y además afectar al lenguaje y la comprensión o comunicación del paciente.
    Otros casos que aparecen mucho menos pueden afectar a la movilidad de la persona con migraña, paralizando de forma parcial un lado de su cuerpo y acompañarse de otros síntomas de otros sentidos.
  • Migraña menstrual. Este tipo afectaría a las mujeres dado la alteración de hormonas durante el ciclo menstrual. Puede aparecer antes o durante el ciclo menstrual. En ocasiones puede mejorar cuando la mujer tiene la menopausia.

Síntomas

Como hemos visto según el tipo de migraña los síntomas previos pueden variar y también su duración.

Aunque hay síntomas comunes en todos los tipos de migrañas, como es el fuerte dolor de cabeza, que incluso puede requerir reposo, sin ruido ni luz, para que pase el episodio.

Síntomas más destacados:

  • Dolor de cabeza intenso, en una parte o en toda la cabeza. El dolor se va haciendo más fuerte a medida que pasan las horas.
  • El dolor dura desde unas horas a varios días.
  • El dolor aparece de forma latente, como un latido del corazón.
  • La persona refiere empeoramiento si está en lugares con luces (fotofobia), ruidos (fonofobia) o si se mueve.
  • En ocasiones aparece sensación de vómitos y náuseas.
  • Hipersensibilidad a olores.
  • AEMICE refiere también en ocasiones congestión nasal y lagrimeo.
  • La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL CCC) afirma que, a veces, aunque no detallan cuál puede ser su relación causa-efecto, aparece una relación entre el vértigo y las migrañas. Existen pacientes con vértigo que afirman tener episodios frecuentes de migraña y al revés.

La Sociedad Española de Neurología recomienda que los médicos de atención primaria deriven al especialista en casos donde aparece el dolor de cabeza de forma muy repetida, provocando limitaciones en la vida diaria del paciente, y sobre todo en estos casos:

  • Si comienza de forma brusca.
  • Si aparecen también síntomas como fiebre, disminución de la fuerza e incluso alteración en el lenguaje o forma de actuar.

¿Cuáles son las causas de la migraña?

La doctora Sonia Santos, neuróloga experta en cefalea de la Sociedad Española de Neurología, nos explica que “la migraña es una enfermedad de la función del cerebro por la que éste reacciona de forma patológica ante determinados estímulos internos (alteración del ritmo de sueño, menstruación) y externos (luces o sonidos intensos…). Esta reacción patológica se manifiesta en forma de dolor”.

La causa exacta que provoca la alteración neurológica se desconoce, aunque diversos estudios apuntan posibles cambios en el tronco encefálico del cerebro, alteraciones químicas o cambios en la dilatación de los vasos sanguíneos cerebrales que pueden estar relacionados con el dolor.

Esta alteración puede estar desencadenada según los especialistas por estos factores principales:

  • Factores genéticos.
  • Factores ambientales.

Sonia Santos refiere sobre la causa genética, que “es habitual que la migraña afecte a más de un miembro de la familia y, según los estudios, los familiares de personas con migraña tienen 4 veces más riesgo de sufrirla”.

Además, los expertos describen una larga serie de factores muy diversos que pueden desencadenar las migrañas, aquí describimos los más destacados:

  • Psicosociales y/o psicológicos. Por ejemplo, el estrés o patologías de salud mental como ansiedad o depresión.
  • Hábitos no saludables como dormir poco, comer mal o saltarse comidas, no beber suficiente agua, tomar demasiado alcohol o abusar del café, no tomar suficiente azúcar.
    La dieta es importante para controlar la migraña, por ejemplo, los expertos afirman que los alimentos procesados, aquellos que sean especialmente estimulantes o con diversos aditivos, no están recomendados. En el apartado de prevención incluiremos algunos datos más sobre la dieta y prevención.
  • Al forzar la vista. Si la persona fuerza mucho la vista y pasa muchas horas leyendo o ante pantallas de televisión, ordenadores o móviles, puede llegar a desencadenar fatiga ocular que puede provocar brotes de migraña.
  • Debido a malas posturas de cuello o espalda.
  • Ante alteraciones hormonales, como el ciclo menstrual.
  • Por hipertensión.
  • Como efecto secundario de algunos fármacos. Abusar de analgésicos puede ser contraproducente para controlar las migrañas.

Las personas que son propensas a tener migrañas pueden experimentar episodios de esta patología ante cambios que afectan a su vida cotidiana.

Por ejemplo, durante el año los cambios de estación, al viajar el cambio de presión, y también diversos elementos que inciden directamente en los sentidos. Este es el caso de la exposición a luces intensas, tomar demasiado el sol, soportar olores fuertes, contaminación o ruidos extremadamente altos o molestos.

Incluso, como refiere la web Midolordecabeza.org, avalada por la Fundación del Cerebro y la Sociedad Española de Neurología, hay personas que, si realizan ejercicio de forma brusca, sin entrenamientos previos, pueden tener episodios de migraña.

Eso sí, el deporte y la actividad física en sí misma, si se realiza de forma habitual y controlada es una buena forma de mantener una buena circulación cardiovascular, y, por ende, evitar posibles ataques de migraña. Si aparecen episodios de migraña repetidamente al hacer ejercicio se debe consultar al especialista, por si hubiera de forma latente otra patología asociada.

Prevalencia

Esta patología se produce con mayor frecuencia en mujeres, algo que se puede explicar dado que una de las causas de los episodios puede ser hormonal.

La Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE) explica que es hasta “3 veces más frecuentes en mujeres que en hombres”.

El rango de edad en el que aparece más es desde los 25 a los 55 años, aunque también puede haber casos de migraña que aparece de forma precoz en la infancia.

En España se estima que más de 5 millones de personas tienen migraña, según la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Desde la SEN quieren prevenir esta patología, ya que inciden en “la alta prevalencia de los distintos tipos de cefaleas crónicas a nivel poblacional, en especial de la migraña crónica”. Un porcentaje de las migrañas crónicas, en torno al 0,7-1,7%, está provocado por un uso inadecuado de las medicinas, normalmente por abuso de estas.

AEMICE difunde en su web el Atlas de la migraña. Impacto y situación de la enfermedad. Se trata de un estudio realizado en 2018 que abarca la experiencia de casi 1.300 personas con migraña.

El estudio concluye que un 12 por ciento de españoles tienen migraña.

La gran mayoría refieren el tipo migraña episódica.

La escala MIDAS afirma que más de la mitad de las personas con migraña tienen una discapacidad grave o muy grave, y pueden cursar otras patologías que afectan a su salud mental como la ansiedad o la depresión.

La lectura del estudio es recomendable ya que se apuntan diversos factores que relacionan esta patología con un impacto en su calidad de vida y mundo laboral.

Seguir el tratamiento preventivo y las indicaciones del especialista puede ser una buena forma de tratar de llevar una vida normalizada.

Aunque aún hoy hay muchas personas que no han sido diagnosticadas y precisan un tratamiento, según afirman en el día mundial dedicado a esta patología, que se celebra cada 12 de septiembre. La SEN explica que 25 de cada 100 pacientes no consultan al médico y la mitad abandona su seguimiento tras acudir a algunas consultas. Ante un episodio de migrañas más de la mitad optan por automedicarse y eso hace que la patología se pueda cronificar.

También desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG)  instan a los pacientes a acudir al médico ante un posible cuadro de migraña, ya que solo con la atención médica y el tratamiento adecuado, se puede evitar esa cronificación y controlar la patología. 

Recomendaciones (enlaces externos abren en ventana nueva)

Tratamiento

La Sociedad Española de Neurología en su documento informativo sobre cefalea afirma que los profesionales de Atención Primaria están capacitados para tratar y diagnosticar la mayor parte de los dolores de cabeza. Eso sí, ante un cambio en el tipo de dolor, o si se vuelve un dolor de cabeza muy repetido y que incapacita a la persona que lo tiene, puede ser necesario derivar a un especialista en neurología.

La SEN destaca que un dolor de cabeza de inicio brusco o si la persona además del dolor de cabeza tiene fiebre, falta de fuerza o cambios en su lenguaje y/o conducta, es importante acudir a un especialista.

El tratamiento y seguimiento de las migrañas puede estar en ocasiones acompañado por la visita a otros especialistas como pueden ser ginecólogos, nutricionistas, psicólogos o fisioterapeutas. Estos diferentes especialistas pueden tratar otros síntomas o causas desencadenantes que provocan las migrañas, según cada paciente.

¿Qué pruebas realizan los profesionales para detectarlas?

La doctora Sonia Santos de la SEN explica que el diagnóstico de la migraña es clínico y se basa en una adecuada historia clínica y exploración neurológica. “No son necesarias exploraciones complementarias para el diagnóstico de esta enfermedad”, indica.

La Asociación Española de Migraña y Cefalea  explica que no existe una prueba concreta que confirme esta patología.

El especialista o personal sanitario atenderá al paciente evaluando su historial, si existen antecedentes de migraña en su familia, dónde se posiciona el dolor y cómo es (latente, punzante, fijo, intermitente, etc.), cada cuanto presenta esos episodios de dolor de cabeza, y muy importante, especificar todos los síntomas que acompañan al dolor.

Esos síntomas, asociados al dolor de cabeza, pueden indicar al especialista si es migraña o no. Por ejemplo, las náuseas o vómitos son indicadores de estar ante un episodio migrañoso.

En ocasiones, el especialista puede requerir un examen neurológico si tiene necesidad de descartar otras patologías que pudieran desarrollarse con síntomas similares. También podría ser necesario un examen oftalmológico, ya que uno de los síntomas de la migraña son los destellos, pero también hay otras patologías oculares que comienzan de esa forma.

En el documento del Atlas de la migraña de AEMICE y SEN se muestra que los pacientes en seguimiento por migrañas pueden precisar escáner o tac, resonancias magnéticas o punción lumbar. Estas pruebas se realizan en mayor porcentaje a personas con migraña crónica y repetidos episodios migrañosos.

Tratamiento y terapias

La doctora en neurología Sonia Santos afirma: “El tratamiento de la migraña se basa en tres aspectos: educación sanitaria (evitar el sobrepeso, mantener una adecuada higiene del sueño, no consumir analgésicos de forma excesiva…), tratamiento adecuado de las crisis con fármacos específicos y tratamiento preventivo en aquellos pacientes con una frecuencia de crisis elevada (≥ 3 crisis al mes) y/o una deficiente calidad de vida”.

De esta forma, los tratamientos para las personas con migraña se podrían dividir en estos tres aspectos:

  • Por un lado, se tratará con fármacos los síntomas. Se intentará minimizar la intensidad del episodio de migraña. Para ello se aconseja tomar el fármaco al inicio del dolor (pueden ser antiinflamatorios o triptanes), dependerá de cada paciente el que use unos u otros, y el tipo de migraña y su causa. Por ejemplo, en migrañas de tipo menstrual suele usar el antiinflamatorio, siempre bajo pauta médica. En personas que presentan vómitos o náuseas se pueden pautar antieméticos.
  • Por otro lado, los especialistas trabajan también en la prevención de esos episodios de migraña, en aquellos casos en los que la migraña aparece repetidas veces, con gran intensidad y el tratamiento para minimizar el dolor no funciona. Para ello usan otro tipo de fármacos, por ejemplo, los betabloqueantes, los neuromoduladores o calcioantagonistas. Para ello el especialista hará un seguimiento pormenorizado y evaluará su efecto.
  • En tercer lugar, los especialistas también recomiendan seguir una serie de pautas que se basan en mantener unos hábitos saludables y evitar ciertos aspectos que puedan condicionar el inicio de las migrañas.
    Ejemplo: tener unos hábitos saludables de sueño y descanso, alimentarse correctamente, alejarse de tóxicos como como drogas o tabaco o evitar el vino tinto.
    Desde AEMICE también indican la utilidad de terapias complementarias como el yoga, técnicas de relajación o la fisioterapia.

Es importante tratar la migraña en sus estadios iniciales para evitar que la intensidad del dolor aumente.

A veces la persona necesita estar en reposo y en lugares sin ruido y con poca luz para mejorar su estado.

En los casos que el episodio migrañoso ya ha comenzado y sigue avanzando o se mantiene con un dolor de grado alto el paciente puede requerir acudir a un centro hospitalario donde valorarán la posibilidad de inyectar el fármaco por vía intravenosa.

Cada persona tiene unos factores propios que pueden propiciar un episodio migrañoso. Por eso es importante detectarlos y evitarlos.

En el aspecto de la dieta es importante tener una dieta equilibrada y evitar ciertas comidas como el chocolate o el queso, que puede ser desencadenantes para algunos pacientes.

Evitar el estrés, los perfumes u olores muy fuertes o tomar demasiado el sol, elementos desencadenantes de las migrañas, pueden prevenir los cuadros de dolor intenso.

La Asociación Española de Migraña y Cefalea afirma que, aunque no hay un tratamiento curativo, es una patología que se puede controlar y aprender a manejar.

Por su parte la Sociedad Española del Dolor (SED) explica que, en patologías como las cefaleas y migrañas, que cursan con dolor, una vez realizadas las pruebas que descarten otras posibles patologías neurológicas, el tratamiento a seguir tiene que dirigirse principalmente a tratar ese dolor. Aunque la patología es crónica siempre se puede trabajar en minimizar el dolor. En diferentes centros hospitalarios cuentan cada vez más con “unidades de tratamiento del dolor” donde profesionales expertos en dolor crónico pueden evaluar diversos tratamientos a seguir o aspectos complementarios para minimizar el dolor.

¿Hacia dónde avanza la investigación hoy?

La neuróloga Sonia Santos expone que “en los últimos años disponemos de más información acerca de las estructuras y moléculas implicadas en la fisiopatología de la migraña. Ello nos ha permitido diseñar tratamientos específicos, como los anticuerpos monoclonales contra el péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP), que han demostrado ser seguros y eficaces en la prevención de las crisis de migraña”.

Consejos de prevención

Al desconocer la causa concreta que actúa a nivel genético y qué provoca las alteraciones cerebrales que desencadenan el dolor y desarrollo de las migrañas no se puede prevenir la aparición de la patología como tal.

Pero, la especialista en cefaleas Sonia Santos afirma que “sí podemos mejorar la frecuencia de los días de cefalea al mes y la calidad de vida del paciente, con tratamientos preventivos aprobados para el manejo de la migraña”. 

Es primordial detectar las señales que nos indican qué ha provocado la migraña o cómo se ha desencadenado. La Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE) propone anotar tanto las fechas y horas en qué comenzó el episodio de migraña, detallar qué habías comido o bebido ese último día antes del episodio, si dormiste bien o no y cuánto, qué estabas haciendo cuándo comenzó el dolor.

También es clave conocer la duración de los cuadros de migraña y cómo se logró resolverlos, es decir, que medicación y pautas se siguieron para mejorar el dolor.

Cada dolor de cabeza es diferente y en el caso de las migrañas lleva unos síntomas asociados que hacen que el episodio no solo se presente con ese dolor, sino con más síntomas, como las náuseas, los destellos visuales, etc. Cada paciente responderá de una forma distinta a los tratamientos, por lo que no son intercambiables. Es decir, no es recomendable usar tratamientos farmacológicos que le han recetado a otra persona, ya que cada persona responde al tratamiento de forma distinta.

Usar un tratamiento que no es el adecuado puede hacer que el dolor se cronifique según explica la SEN.

La educación y conocimiento sobre la patología y la aceptación de esta hará que la persona pueda manejar mejor los síntomas.

Mantener unas rutinas puede ser positivo para controlar la aparición de la migraña. Tener un tiempo dedicado al descanso, otro para el estudio o el trabajo, unas horas orientativas para las comidas diarias y un espacio para el ejercicio, es beneficioso.

¿Qué debes saber sobre la dieta para prevenir las migrañas?

Las personas con migraña saben que para evitar los cuadros de dolor a veces deben evitar ciertos alimentos y bebidas que podrían desencadenar la patología.

Se recomienda evitar las comidas copiosas y el abuso de alcohol o cafeína.

Además, los expertos aconsejan eliminar las comidas con nitritos, aspartamo y glutamato monosódico.

Las comidas con nitritos se presentan por ejemplo en algunas verduras, lácteos o cereales, entre otros.

El aspartamo se encuentra en las bebidas carbonatadas, algunos tipos de sirope y aguas con sabor, chicles, alimentos preparados o precocinados, etc.

Por su parte, el glutamato monosódico es un tipo de sal para potenciar el sabor de los alimentos puede estar en quesos, embutidos o en la soja.

Que no tomar…

  • No abusar del alcohol, en concreto la mayoría de los pacientes experimentan episodios de migraña al tomar vino tinto u otras bebidas con mucha graduación alcohólica
  • No abusar del café y otras bebidas estimulantes como las bebidas energizantes
  • Evitar el chocolate
  • Alimentos precocinados
  • Soja y otros alimentos con glutamato monosódico
  • Alimentos lácteos, sobre todo quesos muy curados.
  • Embutidos y productos ahumados
  • Algunos tipos de frutos secos
  • Conservas de pescado
  • Vinagres aromáticos

Los especialistas recomiendan una dieta equilibrada, libre de muchos condimentos y/o grasas.

Lo que sí puedes tomar:

  • Alimentos con vitamina B2 o riboflavina que según los estudios ayudan a paliar la migraña.
  • Alimentos con omega 3 o 6 como es el caso de los pescados azules, si puede ser frescos, y no en conserva.
  • Alimentos con vitamina C.
  • Alimentos con vitamina B6 como el arroz integral.
  • Carnes con poca grasa.
  • Y tomar el líquido adecuado para evitar la deshidratación, beber agua es la mejor opción.

Cada persona debe tomar conciencia de su patología y analizar detenidamente aquellos alimentos o bebidas que haya tomado antes de un cuadro de migraña, ya que podría detectar la clave de qué productos le hacen desencadenar el dolor y demás síntomas.

Lo ideal es llevar un listado donde identifique posibles alimentos o bebidas que han podido desencadenar una migraña y consultar el tema con su especialista.

El especialista además puede orientar sobre verduras o frutas que, si pueden ser beneficiosas en su caso, y aquellas que quizá no están tan recomendadas, para tenerlo en cuenta en su dieta.

Asimismo, desde la página midolordecabeza.org cuentan con contenidos enfocados al día a día de las personas con migraña y otros tipos de cefaleas, que pueden ser muy útiles para controlar la patología en el trabajo, las vacaciones o viajes o en casos especiales como el embarazo en mujeres con migraña.

Envejecimiento saludable

La doctora Sonia Santos ofrece estos consejos para el envejecimiento saludable en personas con migrañas:

“La educación sanitaria es fundamental: hacer ejercicio físico, mantener un adecuado horario de comidas, una buena calidad de sueño y evitar un consumo excesivo de medicación analgésica serían los mejores consejos que podemos a los pacientes”.

Las personas con migraña, al ser una patología crónica que aparece con mayor frecuencia a partir de los 25 años, llegada la edad adulta y el proceso de envejecimiento, probablemente tengan ya su diagnóstico, tratamiento y seguimiento más que asimilado, por lo que afrontar esta etapa no tiene por qué ser un problema.

Asimismo, según las estadísticas es una patología que en ciertos pacientes se reduce con la edad, por ejemplo, las migrañas que aparecen en la mujer debido a alteraciones hormonales o relacionadas con el ciclo menstrual.

Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología señalan que se debe prestar especial atención a los dolores de cabeza en las personas mayores y descartar que pudieran estar asociadas a otros problemas de salud.

En resumen, como en cualquier otro caso las claves para un envejecimiento saludable se basan en:

  • La actividad física de forma regular y moderada, adaptada a las características y resistencia de cada persona. Lo ideal es dedicar un tiempo cada día a realizar algún ejercicio, aunque también se puede repartir entre varios días en semana.
  • Dieta equilibrada y correcta ingesta de líquido.
  • No realizar ayunos ni saltarse las comidas.
  • Descansar y dormir las horas necesarias para un sueño reparador
  • Alejarse del estrés, situaciones que puedan crear ansiedad y trabajar la relajación con ejercicios respiratorios, yoga, etc.

Con un adecuado seguimiento y control de la patología, las personas con migraña pueden llevar una vida lo más normalizada posible, y sobre todo controlar y prevenir los posibles cuadros migrañosos.

Recursos de interés (documentos, guías, contactos) (enlaces externos abren en ventana nueva)

Publicaciones, documentos técnicos y websites con información

Contactos de interés

Preguntas frecuentes

¿Por qué se producen las migrañas?

La migraña es una patología de carácter neurológico que puede llegar a ser discapacitante.

La doctora Sonia Santos, neuróloga y coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología, nos explica que “la migraña es una enfermedad de la función del cerebro por la que éste reacciona de forma patológica ante determinados estímulos internos (alteración del ritmo de sueño, menstruación) y externos (luces o sonidos intensos…). Esta reacción patológica se manifiesta en forma de dolor”.

La causa exacta que provoca la alteración neurológica se desconoce, aunque diversos estudios apuntan posibles cambios en el tronco encefálico del cerebro, alteraciones químicas o cambios en la dilatación de los vasos sanguíneos cerebrales que pueden estar relacionados con el dolor.

Esta alteración puede estar desencadenada según los especialistas por estos factores principales:

  • Factores genéticos.
  • Factores ambientales.

¿Qué tipos hay?

La migraña se clasifica en 2 tipos según la duración del dolor:

  • Migraña episódica. Según explica la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE) puede ser poco frecuente o muy frecuente.
    Si el dolor aparece hasta 9 días por mes, es una crisis episódica poco frecuente.
    Pasará a ser muy frecuente si la persona tiene migraña de 10 a 14 días al mes.

  • Migraña crónica. Si la persona tiene dolor de cabeza y el resto de los síntomas durante 15 días o más cada mes.

Además, AEMICE apunta a tres tipos de migraña según los síntomas que aparecen:

  • Migraña sin aura. Dolor en un lado de la cabeza pulsátil. Puede aparecer también en toda la cabeza.

    Este dolor de cabeza aparece de repente y puede durar entre 4 horas y hasta 3 días. En las personas más jóvenes o niños puede durar menos.

    También pueden aparecer vómitos o sensación de náuseas y rechazo a ciertos olores.

  • Migraña con aura. En este tipo aparecen una serie de síntomas antes del comienzo del dolor. Se reconocen como “aura”, y en ocasiones aparecen también durante y después del episodio migrañoso.

    Si la persona puede detectarlos a tiempo puede comenzar su tratamiento y minimizar la intensidad del episodio.

    El aura afecta a los sentidos, por ejemplo, en el visual pueden aparecer luces o destellos desplazándose en el campo de visión.

    El aura sensitiva hace que la persona note una especie parestesias, con hormigueo que sube de la mano hasta la boca.

    Un tercer caso de aura podría acompañarse de los síntomas previos como las auras visuales y además afectar al lenguaje y la comprensión o comunicación del paciente.

  • Migraña menstrual. Puede aparecer antes o durante el ciclo menstrual. En ocasiones mejora cuando la mujer tiene la menopausia.

¿Es hereditario?

Existe un componente genético, aunque los expertos aún no han detectado en qué elementos reside el factor que desencadena la patología.

La neuróloga Sonia Santos explica respecto a la causa genética, que “es habitual que la migraña afecte a más de un miembro de la familia y, según los estudios, los familiares de personas con migraña tienen 4 veces más riesgo de sufrirla”.

¿Se puede prevenir?

No se puede prevenir la aparición de la patología como tal ya que aún se desconoce la causa concreta que la provoca. No se ha detectado el elemento que actúa a nivel genético y qué provoca las alteraciones cerebrales que desencadenan las migrañas.

Pero, la neuróloga Santos afirma que “sí podemos mejorar la frecuencia de los días de cefalea al mes y la calidad de vida del paciente, con tratamientos preventivos aprobados para el manejo de la migraña”.

Mantener unas rutinas puede ser positivo para controlar la aparición de la migraña. Tener un tiempo dedicado al descanso, otro para el estudio o el trabajo, unas horas orientativas para las comidas diarias y un espacio para el ejercicio, es beneficioso.

Hacer ejercicio regular, dormir las horas necesarias, tomar el tratamiento recetado y llevar una dieta equilibrada y una correcta hidratación pueden ser claves para prevenir los cuadros de migraña.

¿Qué tratamientos existen?

Los tratamientos para las personas con migraña se podrían dividir en estos tres aspectos:

  • Tratamiento farmacológico de los síntomas. Para minimizar la intensidad del episodio de migraña y otros posibles síntomas. Se recomienda tomar el fármaco recetado al comienzo del cuadro de migraña.

  • Tratamiento de prevención. Los especialistas trabajan también en la prevención de esos episodios de migraña, en aquellos casos en los que la migraña aparece repetidas veces, con gran intensidad y el tratamiento para minimizar el dolor no funciona. Para ello usan otro tipo de fármacos, por ejemplo, los betabloqueantes, los neuromoduladores o calcioantagonistas. Para ello el especialista hará un seguimiento pormenorizado y evaluará su efecto.

  • Pautas y hábitos saludables. Evitar posibles desencadenantes de las migrañas.

Es primordial seguir unas rutinas, descansar bien y alimentarse correctamente.

Desde la Asociación Española de Migraña y Cefalea también indican la utilidad de terapias complementarias como el yoga, técnicas de relajación o la fisioterapia.

Para muchas personas el dolor migrañoso mejora si están en reposo, en lugares sin ruido y con poca luz para mejorar su estado, tras haber tomado el fármaco recomendado.

¿Qué diferencia una migraña de otros dolores de cabeza?

“En dos aspectos: la sintomatología asociada (náuseas, vómitos, fotofobia, sonofobia, osmofobia) y la discapacidad que genera en los pacientes”, afirma la neuróloga Sonia Santos.

La Fundación del Cerebro difunde un folleto explicativo realizado por el Grupo de estudio de cefalea de la Sociedad Española de Neurología donde detalla qué son las cefaleas y que son las migrañas. En el mismo señalan que la cefalea significa “dolor de cabeza”. Por tanto, la migraña sería un tipo de cefalea con unas características muy concretas.

Glosario

  • Aditivos. Elemento alimentario que se incluye en los productos de comidas y bebidas para dar más sabor o mejorar el aspecto.
  • Antieméticos. Fármaco que se usa para paliar los síntomas que cursan con náuseas o vómitos.
  • Aspartamo. Es un tipo de edulcorante para endulzar alimentos. Se puede encontrar en las bebidas carbonatadas, sirope, aguas con sabor, chicles, alimentos preparados o precocinados, entre otros.
  • Aura. Tiene diferentes acepciones, pero en medicina es la sensación o síntomas que aparecen de forma previa a un cuadro o crisis de una patología.
  • Betabloqueante. Fármaco que se usa para bajar la tensión en pacientes hipertensos.
  • Calcioantagonista. Es un fármaco que actúa bloqueando la entada de calcio en el organismo. Se usa para tratar patologías cardiovasculares.
  • Calcitonina. Hormona que actúa regulando el metabolismo del calcio y otros minerales.
  • Cefalea. Significa dolor de cabeza. Dentro de ese nombre se engloban todos los dolores de cabeza.
  • Encefálico. En el texto se refiere al tronco encefálico, que se encuentra en el encéfalo, que es una parte del sistema nervioso central y está en el cerebro. Regula la mayoría de las acciones vitales del ser humano.
  • Estimulantes. Elemento, que se puede encontrar en bebidas como el café, y excitan el organismo.
  • Fisiopatología. Estudia con funciona el organismo cuando se produce una patología o enfermedad.
  • Fonofobia. El término define el miedo extremo a ruidos fuertes. En este caso se relaciona con el malestar que provoca el ruido en personas con migraña.
  • Glutamato monosódico. Es un tipo de sal para potenciar el sabor de los alimentos puede estar en quesos, embutidos o en la soja.
  • Jaqueca. Sinónimo de migraña, que es un tipo de cefalea que presenta dolor de cabeza, pero también otros síntomas como vómitos y náuseas y puede generar discapacidad.
  • Monoclonales. Se refiere a células formadas por un solo clon. Clon se refiere a organismos o células idénticas.
  • Neuromodulador. Elementos que pueden regular el metabolismo. Se usan para modular el dolor.
  • Nitritos. Especie de sal que puede encontrarse en alimentos como algunas verduras, lácteos o cereales, entre otros.
  • Patológico/a. El término se relaciona con las enfermedades. Puede ser una enfermedad o parte de ella.
  • Péptido. Elemento formado por varios aminoácidos. Los aminoácidos son sustancias químicas.
  • Pulsátil. Dolor que aparece de forma latente, como un latido del corazón o el pulso.
  • Triptanes. Tipo de fármaco usado para tratar la migraña. Se usan en concreto cuando hay un cuadro agudo de migraña.