Cargando...

Descripción

El ictus es una patología cerebrovascular que puede afectar a cualquier persona, aunque hay cierta predisposición en personas mayores o/y personas con factores de riesgo, según afirman los expertos.

Según informa la Fundación Freno al ictus en un vídeo informativo de prevención, detección y actuación, el ictus se produce cuando la circulación de sangre al cerebro se ve alterada, limitándose o reduciéndose el flujo, y provocando el accidente cerebrovascular.

Se trata de un fallo neuronal.

El cerebro precisa para funcionar glucosa y oxígeno, y al menos una quinta parte de la sangre que bombea el corazón. Si el flujo se reduce o se para, se produce el ictus.

El ictus puede provocarse por bloqueo en ese flujo sanguíneo o debido a una hemorragia.

La rapidez en la gestión para atender a la persona con ictus permite recuperar el tejido neuronal lesionado.

Causas

La mayoría de los ictus son prevenibles.

Para ello los médicos recomiendan cuidar o controlar los factores que pueden detonar un ictus. Principalmente son factores cardiovasculares.

Entre los factores de riesgo para que se produzca un ictus se encuentran:

  • Hipertensión.
  • Hipercolesterolemia.
  • Fumar.
  • Consumir alcohol sin moderación.
  • No realizar ejercicio.
  • Obesidad o sobrepeso.

También hay factores que no se pueden controlar como la edad, según la Sociedad Española de Neurología, es más frecuente en personas a partir de los 65 años, aunque también afecta a personas más jóvenes.

Otros de los factores que escapan al control son:

  • Historia familiar.
  • Sexo.

Hay ciertas patologías que aumentan el riesgo de tener un ictus:

  • Patologías cardiovasculares como la arterioesclerosis.
  • Patologías cardíacas: haber sufrido un infarto de corazón o tener arritmia.
  • Diabetes.

En concreto, sobre esta última patología, la Fundación Freno al Ictus y la Federación Española de Diabetes (FEDE) celebraron un webinar sobre riesgos vasculares para personas con diabetes y confirmaron que duplica el riesgo de padecer un ictus en estos pacientes.

Al menos un 20 por ciento de los ictus se debe a la diabetes.

Además, la Fundación Atilano Sánchez Sánchez indica algunos factores que también pueden ser detonantes de un ictus como estar en tratamiento con terapias hormonales o anticonceptivas, algún proceso inflamatorio del organismo y la apnea del sueño.

Tipos

El ictus se divide en dos tipos:

  1. Isquémico. Este tipo se produce cuando un coágulo de sangre impide la correcta circulación del flujo sanguíneo. Es decir, se cierra un vaso que lleva sangre al cerebro, lo que se conoce también como infarto cerebral. Suelen ser más frecuentes. Los coágulos u obstáculos que impiden que pase la sangre al cerebro se pueden deber a inflamación o acumulación de grasa en las arterias.
  2. Hemorrágico. Este tipo se desarrolla cuando un vaso cerebral se rompe y provoca una hemorragia cerebral. La causa más frecuente de este tipo es tener la tensión demasiado alta. Sucede por ejemplo cuando hay un aneurisma y se rompe una arteria.

Síntomas del ictus

Es importante estar atento a diversas señales que pueden indicar que esa persona ha sufrido o está sufriendo un ictus para poder darle la atención sanitaria cuanto antes.

Hay que recordar que estos síntomas aparecen de repente y de forma brusca, por lo que la rápida actuación es primordial para evitar daños mayores en el cerebro. Los síntomas son similares en todos los tipos de ictus.

Las entidades de difusión de información sobre ictus y los profesionales médicos, señalan tres aspectos muy importantes, y recomiendan hacer tres pruebas con esa para persona, para confirmar si efectivamente ha podido sufrir un ictus:

  • La persona pierde fuerza. Se recomienda pedirle levantar los brazos, ya que, de haber tenido un ictus, no podrá realizar ese ejercicio con normalidad. La persona puede perder fuerza en un lado de su cuerpo, afectando al brazo y pierna de esa parte.
  • También se experimenta flacidez facial, con lo que, por ejemplo, esbozar una sonrisa, también sería complicado, ya que el labio tiende a estar caído, debido a esa debilidad muscular facial.
  • La tercera señal tiene que ver con el habla o la comprensión del lenguaje. Por lo tanto, se aconseja pedirle que repita una frase sencilla (“Hoy hace mucho sol”) o responder alguna pregunta básica (“¿Cómo te llamas?”). Si la persona presenta dificultad para ejecutar estas acciones, es una señal más para pedir ayuda urgente.

Solo uno de estos síntomas es suficiente para pedir ayuda sanitaria de urgencia. La rapidez al actuar es clave.

La persona también puede presentar:

  • Sensación de mareo o alteración del sentido del equilibrio.
  • Dolor muy fuerte de cabeza.
  • Alteración de la visión. Se puede presentar visión doble o no ver a través de uno o los dos ojos.

Según la Sociedad Española de Neurología (SEN) la propia persona también puede detectar estas señales que a veces comienzan, por ejemplo, con una alteración de la sensibilidad, ya sea en el rostro, brazos o piernas, en uno de los dos lados del cuerpo.

El doctor Miguel Láinez, especialista en neurología con más de 40 años de experiencia y una extensa formación en distintos ámbitos de la especialidad, y actualmente Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico Universitario de Valencia y miembro de Top Doctors, nos describe a continuación cuáles son los síntomas principales que nos tienen que alarmar.

“Pueden indicar que una persona está sufriendo un ictus:

  • la pérdida de fuerza generalmente en pierna y brazo de un mismo lado junto con desviación de la comisura bucal.
  • la pérdida de sensibilidad, incluyendo la cara en habitualmente el lado en el que se ha perdido la fuerza.
  • falta de coordinación.
  • alteración de la visión: perder la visión de un ojo o perder parte del campo visual.
  • alteración del lenguaje (hablar enredado, pero siendo capaz de decir lo que se quiere o incapacidad para la comprensión y la expresión del lenguaje).”

Los expertos recuerdan que si aparecen al menos uno de los síntomas se debe llamar a los servicios de emergencia en el teléfono 112.

Los sanitarios activarán el Código ICTUS y procederán a trasladar y tratar al paciente en el hospital.

El doctor Miguel Láinez indica “el mayor peligro es la muerte y las secuelas severas que dejen una situación de dependencia a partir del ictus. Lo deseable tras el ictus es la recuperación completa o casi completa, para ello es necesaria una valoración rápida tras el inicio de los síntomas”. El neurólogo es experto en cefalea, migraña, alzhéimer, epilepsia, narcolepsia y esclerosis múltiple, además de ictus y accidentes cerebrovasculares, entre otros.

¿Cómo actuar si a una persona le ha dado un ictus?

El neurólogo Miguel Láinez nos informa que hay que “acudir de inmediato a un hospital y ser valorado por un neurólogo, lo más importante es que pase el menor tiempo posible entre el inicio de la clínica y la valoración, para pautar el mejor tratamiento posible en cada caso”.

Es primordial detectar las señales de alarma rápidamente y llamar a emergencias.

Recordamos que el ictus impide que la sangre llegue correctamente al cerebro, por lo que éste va perdiendo su funcionalidad a medida que el tiempo pasa.

La persona debe esperar a los sanitarios estando en reposo, si puede ser con la cabeza ligeramente más alta que el cuerpo. Es importante anotar la hora de inicio de los síntomas, así los especialistas podrán saber cuándo comenzó el cuadro cerebrovascular y decidir mejor las intervenciones a seguir.

Tampoco se recomienda comer, beber, ni tomar ningún fármaco.

Si se detecta el ictus y se trata en las primeras tres horas hace que se pueda revertir la circulación y reducir las secuelas.

Secuelas tras ictus

Un ictus puede producir secuelas cerebrales que se manifestarán de diferentes formas según la afectación del paciente.

Serán más o menos graves e incapacitantes dependiendo del tipo de ictus y su gravedad. También juega un papel importante en la afectación del paciente el hecho de que se haya tratado el ictus a tiempo o no.

Las secuelas pueden ser variadas y afectan a diversas funciones del organismo:

  • Hay síntomas físicos, como la dificultad para moverse o caminar.
  • Síntomas que afectan al lenguaje, impidiendo la comunicación oral o creando limitaciones cognitivas. Estas limitaciones pueden afectar tanto a la comprensión de los mensajes que le llegan a la persona que ha tenido el ictus, como dificultad para realizar cálculos matemáticos que antes sí podía realizar o al escribir.

Otras secuelas que afectan a la persona con ictus son:

  • Problemas de memoria.
  • Problemas en la vista.
  • Mala coordinación.
  • Posibles cambios de conducta o a la hora de comportarse.

El doctor Láinez indica “según la parte afecta cerebral puede quedar alterada la capacidad de hablar y entender, la capacidad para caminar (ya sea por una afectación de fuerza y sensibilidad como de coordinación del movimiento) o una alteración de la visión. Tras ictus repetidos se puede ver afectada las funciones superiores como la memoria, la orientación, funciones ejecutivas”.

Asimismo, existen otra serie de trastornos ya sean de conducta o problemas de salud mental que se pueden desarrollar tras haber tenido un ictus.

Algunas personas pueden presentar depresión, ansiedad, tristeza o incluso anhedonia, que se produce cuando la persona pierde el interés por acciones que antes le eran placenteras o satisfactorias, y apatía.

También pueden aparecer patologías como afasia, apraxia o demencias.

La Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE) explica que gran parte de las personas con daño cerebral debido a un ictus desarrollan alteraciones de conducta. Según estudios e investigaciones de expertos en centros especializados de atención a personas con daño cerebral adquirido los trastornos más frecuentes son agresividad verbal o problemas para desarrollar habilidades sociales. Estos rasgos se presentaban en al menos un 86 por ciento de las personas que habían tenido un ictus.

Otras alteraciones de la conducta que se habían presentado tenían que ver con:

  • Falta de iniciativa.
  • Apatía.
  • Agresividad física hacia personas u objetos.
  • Conducta sexual inapropiada.

Más de la mitad de las personas que habían tenido un ictus presentaban al menos cuatro o más tipos de alteraciones en su conducta, por eso, es tan importante la atención de neuropsicólogos y el trabajo para poder controlar sus impulsos.

Desde FEDACE comparten sus cuadernos sobre daño cerebral donde ofrecen, entre otros temas de interés, pautas de “Rehabilitación de las alteraciones conductuales derivadas del Daño Cerebral”.

Prevalencia

La Fundación Freno al ictus afirma que es la segunda causa de muerte en el mundo y que sobre todo afecta a las mujeres, género en el que ocupa primer puesto en mortandad. Además, es la primera causa de discapacidad en las personas adultas.

Se calculan que unas 120.000 personas tienen un ictus cada año en España. Se estima que más o menos 1 de cada 6 personas puede tener un ictus a lo largo de su vida, según esta fundación.

Es importante trabajar en prevención y detección, ya que una de cada dos personas con ictus, no puede recuperarse, y por contra, el 90 % de los casos de ictus pueden ser prevenibles.

El miembro de Top Doctors, el doctor en neurología Miguel Láinez, afirma “se estima que la prevalencia de ictus en España es del 1,7%, lo que equivale a más de 600.000 personas (datos ENSE 2017)”.

FEDACE comparte en su web que al menos viven en España 420.000 personas con daño cerebral, según datos de un informe de 2015. El 78% de estos casos son personas que han tenido un ictus.

Recomendaciones

Tratamiento

“El especialista que trata el ictus es el neurólogo, que es quien valora al paciente, realiza el diagnóstico y decide el mejor tratamiento en cada caso. Es imprescindible la colaboración del Centro de control de emergencias (que contacta con Neurología para alertarle de la llegada al hospital de un paciente con ictus, en aquellos casos en que el paciente no acuda por sus propios medios y se avise a una ambulancia), del personal de Urgencias Hospitalarias y de radiología (realización de tomografía computarizada (TC) o Angio-TC cerebral urgente). En casos seleccionados se requiere la realización de tratamiento endovascular por neurorradiólogos intervencionistas. En ocasiones puede ser necesaria la colaboración de la UCI”, indica el jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, Miguel Láinez.

En la recuperación y tratamiento posterior se contará también con la colaboración de profesionales fisioterapeutas o neurorehabilitadores para la rehabilitación, logopedas si es preciso apoyo para el desarrollo del lenguaje y la cognición, terapeutas ocupacionales para recuperar funcionalidades cotidianas e incluso neuropsicólogos para los trastornos de salud mental y de conducta.

El tratamiento se suele ofrecer en unidades especiales que se crean en los centros hospitalarios con personal especializado en ictus (unidades de ictus)

¿Qué pruebas o controles se realizan en el hospital para obtener el diagnóstico?

“Es fundamental realizar una adecuada anamnesis y exploración clínica, seguida de una analítica con estudio de hemograma, bioquímica y coagulación junto con una prueba de imagen que en la mayoría de las ocasiones es mediante TC cerebral. Se debe llegar al diagnóstico en el menor tiempo posible para valorar el mejor tratamiento en cada caso”, afirma el neurólogo Miguel Láinez, miembro de Top Doctors.

Atención y tratamiento especializado

El doctor Dávalos Errando, neurólogo y miembro de Top Doctors, explica que hay varios aspectos para tener en cuenta sobre el tratamiento.

En un primer momento, se dará a la persona con ictus una atención aguda en emergencias, cuando el paciente llega al hospital. En ese momento se le administran fármacos o incluso se realiza un cateterismo, para poder revertir la circulación sanguínea que se encuentra obstruida y "restablecer el flujo cerebral". Si se realiza "en un período corto de tiempo, las posibilidades para que el paciente se recupere son máximas".

Tras esta primera atención, los especialistas se centrarán en evitar que el ictus repita. Para ello van a combinar dos acciones:

  • Pautar un tratamiento farmacológico. Por ejemplo, con medicinas que eviten la trombosis y mejoren la circulación sanguínea.
  • Controlando los factores de riesgo.

La Sociedad Española de Neurología afirma que, en ocasiones, ciertas hemorragias cerebrales requerirán de tratamiento quirúrgico para eliminar el hematoma ocasionado por el ictus.

Cuando se produce una hemorragia por la rotura de un vaso puede ser preciso también intervenir para cerrar esa rotura y evitar que la hemorragia continúe. Se trata de una intervención endovascular.

Por último, el tratamiento se completa con el seguimiento e intervención para paliar las posibles discapacidades que haya desarrollado el paciente como es el caso de la rehabilitación.

Investigación

La investigación científica es fundamental para avanzar en tratamientos y luchar contra el ictus.

La Fundación Freno al Ictus promociona la investigación y el apoyo a científicos e investigadores. Desde su web están abiertos a atender a expertos o profesionales que tengan una idea y quieran investigar sobre algún aspecto relacionado con el ictus.

Se comprometen a apoyar:

  • Proyectos de investigación.
  • Desarrollo e innovación sobre el ictus y el daño cerebral adquirido en el campo de tratamiento posterior.
  • Prevención y actuación.

Consejos de prevención

La Fundación Freno al Ictus trabaja sobre todo en prevención, detección y actuación.

Según indican, 90 de cada 100 casos de ictus se podían haber prevenido.

En su opinión el primer paso para frenar el ictus es ofrecer más información a la sociedad.

¿Qué recomiendan para prevenir el ictus?

Lo que se recomienda en cualquier patología para que el organismo esté saludable es: una alimentación equilibrada y adecuada, controlando la sal y las grasas, realizar ejercicio, alejarse de hábitos tóxicos como tabaco, drogas, y si se toma alcohol, que sea con moderación. El estrés y los nervios tampoco son buenos aliados para una vida saludable y libre de ictus, asique se aconseja afrontar el día a día controlando las emociones para cuidarse por fuera y por dentro.

Es muy importante también tener un seguimiento médico, en la periodicidad que el experto sanitario recomiende, ya que hay que controlar que las analíticas, tensión y corazón, están dentro de los niveles recomendados, y seguir el tratamiento farmacológico indicado.

El doctor Láinez explica qué factores de riesgo existen y cómo trabajar en prevención:

“Los factores de riesgo asociados al ictus son la hipertensión arterial (HTA), la diabetes mellitus (DM), obesidad, ser fumador y la edad avanzada. La edad es un factor de riesgo no modificable, el resto de los factores de riesgo son modificables, por lo que no fumar, realizar ejercicio físico aeróbico regular, mantener un adecuado control de la tensión arterial (TA), la glucemia y el colesterol disminuye el riesgo de presentar un ictus”.

Envejecimiento saludable

El especialista en neurología Miguel Láinez ofrece algunos consejos para personas mayores de 65 años que hayan tenido un ictus. En su opinión, es importante “realizar rehabilitación pautada por el equipo rehabilitador inmediatamente tras el ictus, ya que la máxima recuperación se consigue en los primeros 6-12 meses tras el ictus”.

Además, no hay que descuidar tampoco la alimentación ni ser sedentarios. “Mantener dieta y actividad cardiosaludable: realizar ejercicio aeróbico regular, no fumar, perder peso en caso de obesidad, adecuado control de la tensión arterial (TA), glucemia y colesterol”, detalla el doctor.

La Fundación Freno al Ictus indica que al menos un 20% de los casos de ictus se deben a la diabetes. Por eso, en personas mayores y cualquier paciente con diabetes, es importante que se controle bien la medicación y los niveles de glucosa en sangre.

También para controlar esta patología, factor de riesgo para sufrir un ictus, “es necesario mantener una alimentación sana, balanceada y baja en grasas; practicar una actividad física; evitar el consumo de tabaco y alcohol”.

Existe un vídeo divulgativo realizado por esta fundación cuyo objetivo es difundir la campaña “Ictus y Diabetes”, donde explican las características de la diabetes y su prevalencia, y el riesgo que supone para las personas. Al menos un 90% de los casos de diabetes, tipo 2, son prevenibles. Es importante actuar y cuidarse.

Recursos de interés (documentos, guías, contactos) (enlaces externos abren en ventana nueva)

Publicaciones, documentos técnicos y websites con información

  • Libro “ICTUS. Qué, cómo y por qué”. Autora Eva María Garzas Cejudo. Explica en qué consiste y los avances que están apareciendo gracias a la investigación. Editorial Formación Alcalá.
  • Libro “El médico en casa. Comprender el ictus. Infarto y hemorragia cerebral”. Autor José Álvarez. Editorial Amat.
  • Faqs. Preguntas frecuentes sobre el ictus. Publicación realizada por Federación Española del Ictus y Boehringer Ingelheim.
  • Guía “Cómo estimular a su familiar con daño cerebral”, que se puede descargar gratuitamente en la web de Dacer y que ofrece información para familias de personas que han sufrido un ictus.
  • Campaña “Héroes en casa”. La Fundación Freno al Ictus promueve esta campaña educativa para informar y formar sobre el ictus.
  • Folleto sobre “Espacio cerebroprotegido” orientado a empresas. Iniciativa de Fundación Freno al Ictus que busca reducir el tiempo de actuación de emergencias sanitaria cuando una persona tiene un accidente cerebrovascular.
  • Proyecto “Despertar”. Fundación DACER crea este vídeo para mostrar el día a día de las personas con ictus en su despertar, su rehabilitación y recuperación. Compartido en YouTube.
  • Información sobre “Ictus”. Servicio de Salud Vasco compartido en canal YouTube.
  • ¿Cómo detectar un ictus a tiempo?”. El doctor Dávalos Errando explica cuáles son los síntomas para detectarlo a tiempo. Realizado por Top Doctors España para el canal YouTube.
  • Vídeo sobre “Ictus, accidentes vasculares cerebrales”. Sociedad Española de Neurología para YouTube.

Contactos de interés

Preguntas frecuentes

¿En qué consiste un ictus?

La Fundación Freno al Ictus indica que el ictus se produce cuando la circulación de sangre al cerebro se ve alterada, limitándose o reduciéndose el flujo, y provocando el accidente cerebrovascular.

¿Por qué se produce?

El ictus se produce por motivos muy variados desde los hábitos tóxicos, como fumar o beber demasiado, como el sedentarismo o la obesidad.

Antecedentes familiares o tratamientos farmacológicos como los hormonales también pueden tener un papel decisivo en un accidente cerebrovascular.

Diversos aspectos de salud y algunas patologías también aumentan el riesgo de tener un ictus:

  • Hipertensión.
  • Hipercolesterolemia.
  • Patologías cardiovasculares como la arterioesclerosis.
  • Patologías cardíacas o haber sufrido un infarto de corazón o tener arritmia.
  • Diabetes.
  • Apnea del sueño.

El ictus afecta en mayor porcentaje a las mujeres.

¿Se pueden prevenir los ictus?

90 de cada 100 casos de ictus se podían haber prevenido, según la Fundación Freno al Ictus.

El historial familiar o el factor de la edad, no se pueden modificar, pero si se pueden mantener otra serie de hábitos y acciones diarias, que frenen la aparición del ictus.

Se recomienda una alimentación equilibrada y adecuada, controlando la sal y las grasas, realizar ejercicio, alejarse de hábitos tóxicos como tabaco, drogas, y si se toma alcohol, que sea con moderación.

También es importante saber manejar el estrés para que no afecte a la salud.

¿Qué tratamiento aconsejan para personas que han tenido un ictus?

El equipo de atención al ictus va a dividir el tratamiento en dos:

  • Agudo. El tratamiento de urgencia con fármacos o intervención quirúrgica para revertir la circulación sanguínea al cerebro.
  • Seguimiento. Para evitar que se vuelva a producir y tratar aquellas patologías o discapacidades generadas por el ictus. Se combinará de fármacos, rehabilitación, logopedia, terapia ocupacional y neuropsicólogos, con atención individualizada según las necesidades de cada paciente.

¿Qué síntomas alertan de que a una persona le está dando un ictus?

Hay varias señales que pueden alertar de que una persona ha sufrido o está sufriendo un ictus. Cuanto antes se actúe más menos daño cerebral tendrá esa persona.

Tres señales son las principales:

  • Perdida de fuerza. En brazos o piernas, normalmente del mismo lado.
  • Flacidez facial, debilidad muscular facial.
  • Dificultad para hablar con normalidad o entender lo que le dicen.

Solo uno de estos síntomas es suficiente para pedir ayuda sanitaria de urgencia (Emergencias 112). La rapidez al actuar es clave

La persona también puede presentar:

  • Sensación de mareo o alteración del sentido del equilibrio.
  • Dolor muy fuerte de cabeza.
  • Alteración de la visión, se puede presentar visión doble o no ver. En uno o los dos ojos.

Glosario

  • Afasia. Alteración del lenguaje que dificulta la comunicación en cualquiera de sus vías: oral, escrita o por señas. Se produce por una lesión cerebral.
  • Anamnesis. Es la exploración clínica que realiza un médico o especialista para conocer la situación y contexto familiar, ambiental y particular de un paciente. Sobre todo, son las preguntas iniciales para saber quién es el paciente, por qué acude a consulta, qué tratamientos está tomando, y a esta información, se suman los resultados de las pruebas que se le tengan que realizar.
  • Aneurisma. Se llama así a la alteración de la arteria que provoca que su tejido se estire de forma anormal pudiendo provocar una rotura de esta. Un aneurisma cerebral sería la rotura de una de las arterias del cerebro.
  • Angio-TC. Examen o prueba de imagen donde se pueden ver de forma muy precisa las arterias y sus tejidos. La abreviatura corresponde a angiografía por tomografía computarizada.
  • Anhedonia. Trastorno de la salud mental por el que la persona pierde el interés por realizar acciones que antes le eran placenteras o satisfactorias.
  • Apatía. Es el concepto para definir el estado de una persona que se encuentra sin ganas de hacer cosas, desmotivada, aburrida y cansada.
  • Apnea del sueño. Se produce cuando la persona está durmiendo. Se detecta porque ronca de forma muy ruidosa y tiene cortes de respiración intermitentes. Es una afección grave ya que cuando la respiración para, baja el nivel de oxígeno en la sangre.
  • Apraxia. Se produce debido a una lesión cerebral y consiste en la alteración e incapacidad para poder realizar diferentes acciones como funciones motoras o afectación de la capacidad del habla. La apraxia del habla hace que la persona tenga dificultad para hablar o incluso emitir sonidos.
  • Arterioesclerosis. Patología que consiste en la acumulación de grasa, calcio y otras sustancias, en las arterias, dificultando la circulación de la sangre por las mismas.
  • Cateterismo. Es la inserción de un tubo que se llama catéter en las arterias o venas, bien para hacer una intervención quirúrgica y facilitar la circulación sanguínea, o bien para hacer una prueba de imagen y ver el interior de las arterias.
  • Endovascular, tratamiento. Se trata de una intervención de cirugía vascular. La terapia se puede usar para reparar venas o vasos sanguíneos de forma mínimamente invasiva para el paciente.
  • Isquémico. Se llama así al ictus producido por un coágulo de sangre que limita la circulación de sangre al cerebro.
  • Neuronal. Se refiere a lo relacionado con las neuronas y el sistema nervioso. Un fallo neuronal puede provocar que a la persona le cuesto moverse, respirar o incluso que tenga alteración de la memoria o de sus emociones.
  • Tomografía, computarizada. Prueba de imágenes por rayos X que ofrece una exploración más completa de los órganos internos, huesos o arterias.