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La ansiedad es un proceso natural, según explican las entidades, especialistas y expertos en este trastorno. Ese proceso lo que hace es activar fisiológicamente el organismo y nos pone en guardia ante posibles amenazas. En principio, sería simplemente un sistema de defensa, pero la alteración de la salud mental aparece cuando nuestro organismo se activa para defenderse ante estímulos que no son un peligro o amenaza real.

Buscando en la web o acudiendo a cualquier librería o biblioteca se pueden encontrar cientos de libros sobre ansiedad, libros de autoayuda y publicaciones que explican e investigan el proceso, cómo se desencadena y cómo controlar la ansiedad.

La ansiedad es una patología habitual, de complejidad diversa y que no se debe confundir con estrés u otros términos, que realmente no son “ansiedad” en sí mismos.

Se denomina trastornos de ansiedad a un grupo de afecciones que tienen en común la sintomatología ansiosa física y psicológica, según afirma la Asociación Catalana para el Tratamiento de la Ansiedad y Depresión, teniendo características particulares según cada persona y lo que origina la ansiedad.

La doctora Olga Albaladejo Juárez, especialista en Psicología y miembro de Top Doctors, nos da su explicación personal sobre esta afección: “Como todas las emociones, la ansiedad tiene una utilidad práctica: nos mueve a la acción. ¿Qué acción? Exactamente la ansiedad nos prepara físicamente para afrontar un peligro que anticipamos en el futuro. Es la respuesta de mi cuerpo ante lo que imagino que puede pasar. Por eso, al contrario del estrés, no necesito que el peligro esté presente; solo que esté en mi cabeza”.

La ansiedad puede aparecer en cualquier momento de la vida e incluso en algunas ocasiones no se busca ayuda hasta que la persona es adulta.

¿Por qué se desarrolla la ansiedad?

La psicóloga Olga Albaladejo reflexiona sobre las causas del desarrollo de la ansiedad. Ella misma indica que "Aquí es donde viene la gran dificultad: cualquier cosa puede causar ansiedad”.

Desde su amplia experiencia en este campo afirma que la ansiedad se desarrolla por “Cualquier cosa peligrosa que yo imagine que puede pasar o que me puede pasar. No hay límites y cada persona somos únicos, así que la lista de miedos y preocupaciones causantes de ansiedad es infinita: desde la posibilidad de quedarme atrapada en el ascensor, hasta que a mi hijo le suceda algo, que me despidan; en los tiempos que corren, contagiarme de COVID, o que la vacuna no funcione, o contagiar a otros…". La ansiedad puede desarrollarse por muchos factores y miedos, en cada persona el detonante puede ser diferente "Ni siquiera es importante que eso que temo sea algo concreto; puede ser tan difuso como los ruidos fuertes, los espacios abiertos o enfermar".

Desde la Sociedad Española de Psiquiatría comparten un documento sobre “Ansiedad, pánico y fobias” en el que muestran que, aunque la ansiedad es un sentimiento que puede llegar a protegernos ante situaciones de riesgo, si la persona no es capaz de controlar ese sentimiento y aparece de forma ilógica y desmedida puede llegar a interferir en cualquier área de la vida.

Según esta sociedad puede haber varios factores que pueden hacer que se desarrolle más fácilmente la ansiedad, los dividen en tres puntos:

  • Genética. Ciertos estudios consideran que puede haber un valor genético que hace que la persona sea proclive a ese nerviosismo desmedido o que incluso se herede en los genes.
  • Diversas circunstancias traumáticas. Hay personas a las que un problema o elemento concreto les crea ansiedad, eliminado ese problema, la ansiedad desaparece. Pero en otros casos, ese momento o circunstancia es tan traumática que la persona desarrolla lo que se llama trastorno de estrés postraumático, y uno de los síntomas de esta alteración es la ansiedad.
  • Consumo de sustancias tóxicas o drogas. Las drogas o incluso abusar de la cafeína pueden generar ansiedad en algunas personas.
  • Experiencias de vida cotidianas. Los cambios, una mala experiencia o cualquier hecho de la vida (una entrevista de trabajo, un examen, una mudanza…) que genere en la persona inquietud, incertidumbre y malestar, pueden provocar ansiedad.

La doctora Olga Albaladejo nos confirma que “existen personas que reaccionan de forma más intensa ante situaciones puntuales y/o que lo hacen de forma sostenida en el tiempo”.

Es cierto que, aunque todos podamos responder con ansiedad intensa ante ciertas circunstancias de la vida “por ejemplo ante el último examen de la carrera o por una entrevista de trabajo” es un sentimiento que no llega a repetirse.

En cambio, hay personas en las que ese sentimiento si se repite y puede “convertirse en incapacitante o en fuente de sufrimiento”. Es en esos casos “si esta respuesta se repite de forma frecuente, en ataques de pánico, o se mantiene en el tiempo generalizándose en la vida de la persona, cuando necesitaremos ayuda psicológica”.

Las causas de la ansiedad son un tema controvertido y objeto de estudio, ya que la mayoría de las veces, no hay una causa concreta específica que haga que desarrollemos la patología. Desde el Instituto Europeo de Psicología Positiva también han analizado este tema y observan los factores genéticos y las experiencias vitales, como posibles elementos a tener en cuenta, aunque añaden también otros puntos que podrían ser generadores de este sentimiento descontrolado:

  • Factores neurobiológicos.
  • Ambientales
  • De la propia personalidad del paciente.
  • Generada por una alteración en el estado de salud.
  • Efectos secundarios de algún tratamiento farmacológico.

Se puede indagar tanto en fuentes nacionales como internacionales, y la mayor parte de investigadores y especialistas coinciden en enumerar los factores que se han comentado en esta sección.

Desde el Instituto Nacional de Salud Mental en Estados Unidos también analizan el desorden de ansiedad y han identificado y definido un poco más en profundidad algunos de estos puntos, como, por ejemplo, concretando la timidez entre aquellos rasgos de personalidad que pueden hacer que una persona pueda sentir mayor ansiedad ante ciertos acontecimientos (ansiedad social), o sobre el estado de salud, correlacionan alteraciones de tiroides o cardíacas, con la posibilidad el desarrollo de la ansiedad.

Por eso a la hora de buscar un diagnóstico, no está de más también realizar un examen de salud física, ya que se pueden identificar factores que pueden generar este posible trastorno de ansiedad.

Síntomas

Al igual que con las causas, los síntomas que experimenta un paciente con ansiedad también son de lo más diversos.

Una de las peculiaridades de la ansiedad es que los síntomas pueden ser tanto físicos como mentales e incluso modificar la conducta.

Las diferentes asociaciones dedicadas a informar y orientar a personas con ansiedad, como, por ejemplo, la Asociación para el Tratamiento de la Ansiedad o ACTAD, explican que la ansiedad se muestra en diferentes rasgos o señales que presenta la persona cuando se ve expuesta a esa amenaza irracional.

Por un lado, pueden aparecer sudores, sensación de mareo, temblor o nauseas. La taquicardia, hormigueo en las extremidades, tensión muscular o dificultad para respirar, también pueden ser otras de estas señales que experimenta el organismo con la ansiedad. Sin olvidarnos que esta tensión también puede llegar a generar diarrea o dolores de cabeza, o ambos.

A nivel mental o psicológico la persona experimenta la sensación de perder el control, pueden incluso aparecer ideas obsesivas respecto a esa amenaza, y también puede haber déficit de memoria, atención, indecisión e inseguridad.

Respecto a la conducta, la persona puede sentirse paralizada ante situaciones de amenaza y estar en estado de constante vigilancia para sortear cualquier situación de riesgo.

No se tienen que presentar todos los síntomas y de hecho cada paciente experimentará unos u otros en mayor o menor medida. Lo que sí suele común en todos ellos es la necesidad de evitar esas amenazas o situaciones para poder eliminar los síntomas, que de otra manera el sujeto piensa que aparecerán en cascada.

Todos estos síntomas hacen que la persona viva en un estado de tensión y agotamiento y se pueden desarrollar alteraciones del sueño.

La ansiedad llega a ser una alteración que puede afectar a la persona en su trabajo y en su vida personal, ya que hace que poco a poco debido a esos temores evite situaciones, pierda autonomía y baje su autoestima.

Tipos de ansiedad

La doctora miembro de TopDoctors, Olga Albaladejo, considera que una característica fundamental de la ansiedad es que no tiene que ver con aquello que anticipo, real o imaginario, sino cómo vive cada persona esas situaciones o pensamientos.

Por este motivo “es una experiencia muy personal. Única. Así que hay tantos tipos de ansiedad como personas que la sufren”, indica.

“Por eso tiendo a huir de los diagnósticos donde etiquetamos a la persona en función de su sintomatología. Sin embargo, si nos referimos a esto, también hay diversos tipos establecidos: desde la ansiedad generalizada, a fobias específicas pasando por el estrés postraumático o los trastornos obsesivos compulsivos”, explica Olga.

El COVID ha hecho que muchas personas generen ansiedad, aunque antes de esta epidemia, los expertos consideraban “la ansiedad como la epidemia silenciosa del siglo XXI siendo una de las primeras causas de consulta en atención primaria y un acompañante frecuente de la mayoría de las enfermedades”. Ahora, inmersos en la pandemia, los datos de incidencia de la ansiedad en la población nos indican que la próxima pandemia será la de las enfermedades mentales, presagia.

Desde el canal de YouTube de los “Hermanos Lacasa” la psicóloga Rocío Lacasa, especializada en ansiedad y estrés, destaca cuatro tipos de ansiedad más comunes:

  1. Crisis de pánico: La persona siente de repente un temor desmedido sin motivo aparente y el organismo reacciona ante esa amenaza. Esa persona vivirá con el miedo a que ese episodio se repita.
  2. Ansiedad generalizada: Este tipo de ansiedad se muestra como un tipo de tensión e inquietud que aparece de forma cotidiana y que puede estar presente durante todo el día ante muy diversas circunstancias. Conlleva un estado de agotamiento físico y mental en la persona que lo padece.
  3. Ansiedad social: La persona experimenta miedo o angustia ante encuentros o reuniones que tiene que afrontar. Su mayor temor es quedar en ridículo o no encajar. En este tipo de ansiedad se pueden dar ataques de pánico o desarrollar ansiedad generalizada, aunque el detonante central de su ansiedad será la interrelación social.
  4. Ansiedad obsesivo compulsiva: La persona presenta muchas dudas sobre sí mismo, su conducta, sus deseos o anhelos, y puede presentar ideas recurrentes, que llegan a ser pensamientos obsesivos. Las obsesiones generan angustia y la persona comienza a repetir acciones o pensamientos para reducir esa sensación.

El Manual de diagnóstico y estadística de los Trastornos Mentales de la American Psychiatric Association (DSM-5) con la colaboración de diferentes especialistas en salud mental presenta su clasificación, que se va actualizando a lo largo de los años, y detallaba hasta 8 tipos de ansiedad en 2013.

Por su parte, la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) también hace su propia clasificación, donde incluso llegan a apuntar hasta 16 tipos de lo que ellos llaman trastornos neuróticos, secundarios a situaciones estresantes y somatomorfos.

Diferentes tipos de fobias pueden desarrollarse con ansiedad e incluso lo que se denomina “mutismo selectivo”, que no es muy conocido, pero se desarrolla cuando la persona deja de comunicarse con ciertas personas en concreto y es otro tipo de ansiedad.

La ansiedad por separación también está presente en estas categorías y que puede ser natural hasta cierta edad, por ejemplo, la infancia, pero sobre lo que hay que trabajar si se mantiene en la adolescencia o edad adulta. Las personas con este tipo de ansiedad sienten miedo intenso si tiene que viajar o distanciarse de su zona de confort (su casa, su ciudad, su familia).

Un último tipo se presenta como un trastorno mixto de ansiedad y depresión. Se presenta en personas que pueden tener ansiedad con rasgos de depresión, o depresión y presentar algunas características de ansiedad. Este tipo de alteración puede radicar en lo que se llama “dolor emocional”. Poder incidir en el origen de ese dolor puede ayudar al tratamiento.

De cualquier forma, los expertos afirman, que no es tan importante conocer el tipo de ansiedad, aunque puede orientar y ser efectivo para el tratamiento, sino, principalmente detectarla y tratar la ansiedad en sí misma, con la características y factores que afectan a cada paciente de forma particular.

La ansiedad generalizada

Uno de los tipos más destacados de ansiedad es la ansiedad generalizada.

Se diferencia del resto de tipos en que en esta alteración la persona siente un miedo constante, no sabe muy bien por qué o a qué se debe, pero que le crea angustia e inquietud prácticamente durante todo el día.

Las personas con trastorno de ansiedad generalizada (TAC) vive en un estado de alerta continuo que hace que llegue a sentirse muy cansado y siempre está alerta pensando que pasará algo malo.

La intensidad de los síntomas y de la sensación irá variando a lo largo del día y el temor, la inquietud irá variando y se presentará ante ciertas situaciones que se puedan ir presentando.

El TAC puede llegar a convertirse en un problema cuando comienza a afectar a los diferentes ámbitos de la vida y nos condiciona a la hora de realizar unas actividades u otras, pudiendo crear limitaciones, incapacidad y gran malestar.

El Instituto Nacional de Salud Mental de EE. UU. afirma que este trastorno aparece cuando se puede controlar la preocupación. “La ansiedad, en ocasiones, es parte normal de la vida”, el problema surge, cuando la preocupación llega a una forma extrema y las personas se sienten nerviosas por cualquier motivo. “No les es fácil a las personas con el trastorno de ansiedad generalizada controlar su ansiedad y mantenerse concentradas en las actividades diarias”, explican.

Algunos de los síntomas que detallan son los siguientes:

  • Preocupación excesiva por cualquier situación cotidiana
  • Problemas para controlar la preocupación y nervios
  • Son conscientes de la situación
  • Dificultad para relajarse
  • Alteración del sueño
  • Cansancio
  • Dolores de cabeza, muscular o estomacal
  • Dificultad para tragar
  • Temblor
  • Sensación de mareo o falta de aire

Eso sí, los especialistas destacan que no porque coincidan muchos de estos factores una persona ya tiene ansiedad generalizada. Eso debe decidirlo un especialista analizando cada síntoma, su intensidad, su frecuencia y cuánto lleva la persona experimentando esa situación.

A veces al ser síntomas más leves que en otros tipos de ansiedad las personas siguen sus vidas sin buscar ayuda, pero sintiendo esa presión y tensión constante cada día, con ansiedad incluso por afrontar un nuevo día.

Suele aparecer entre los 20-40 años.

Conocer el origen de este y otros trastornos de ansiedad sería muy útil para poder avanzar en tratamientos y diagnósticos, pero por el momento, los investigadores barajan diversas opciones, como es el origen hereditario, procesos biológicos del cerebro o incluso factores como el estrés o ambientales varios.

La investigación sigue su curso para poder profundizar en todos ellos.

Ansiedad y depresión en mamas de bebes prematuros

Uno de los boletines de la Federación de Matronas analiza los casos de ansiedad y depresión en madres de bebes prematuros. Al pasar una situación muy estresante como es el parto antes de tiempo, las madres se pueden ver inmersas en una serie de emociones y sentimientos al ver frustradas sus expectativas sobre una vivencia de embarazo y parto habitual.

La madre debe separarse del niño al nacer y además los cuidados del bebe pasarán a ser responsabilidad de la unidad neonatal del hospital.

Todas estas circunstancias han generado situaciones de alteración de la salud mental, que esta federación, con prevención y tratamiento, esperan disminuir en las futuras mamas.

No confundir estrés y ansiedad

No se debe confundir una situación de estrés, que es la respuesta que puede generarse ante ciertos aspectos externos, como tener mucho trabajo, afrontar una grave enfermedad, etc. con un caso de ansiedad, explican desde el Instituto de Salud Mental de Estados Unidos.

Por el contrario, la ansiedad es una de las formas en que las que el cuerpo puede reaccionar ante ciertas situaciones de estrés.

El estrés desaparece cuando desaparece esa motivación externa que lo provoca.

La ansiedad en cambio puede mantenerse, y continuar el temor ante una posible amenaza.

Prevalencia

Desde la Sociedad Española de Psiquiatría afirman que la ansiedad y las fobias afectan al menos a 1 de cada 10 personas en algún momento de su vida.

La Encuesta de Salud de España (ENSE) difundida por el Ministerio de Sanidad muestra que en España 1 de cada 10 adultos y 1 de cada 100 niños tienen un problema de salud mental

En concreto, en lo que se refiere a ansiedad el 6,7% de los adultos refiere ansiedad crónica, 9,1% de las mujeres y 4,3% de los hombres.

En el ranking de los 32 problemas de salud incluidos en la encuesta, la ansiedad ocupa el puesto número 10 en prevalencia autodeclarada.

Tratamiento

Los especialistas que tratan las diferentes alteraciones y trastornos de ansiedad son tanto psicólogos como psiquiatras.

Según la intensidad y rasgos de los pacientes pueden incluso trabajar en equipo para el tratamiento.

La Confederación de Salud Mental España comparte una “Guía de Práctica Clínica para el Manejo de Pacientes con Trastornos de Ansiedad en Atención Primaria” editada por Ministerio de Sanidad y Consumo, Plan Nacional para el SNS del MSC ; Unidad de evaluación de tecnologías sanitarias y la Agencia Laín Entralgo, donde la entidad ha colaborado, cuyo fin es orientar a los profesionales de atención primaria ante la detección de pacientes con ansiedad.

En dicha guía dan orientaciones prácticas para saber detectar y tratar de forma efectiva la ansiedad.

Para dar un diagnóstico se deben tener en cuenta factores como la intensidad de los síntomas, su duración y desde cuándo el paciente afirma estar sintiendo esas sensaciones y malestar.

Desde ACTAD se ofrece un Test con preguntas y respuestas para que las personas puedan orientarse y buscar ayuda si finalmente la mayoría de las preguntas apunta a que puedan tener ansiedad generalizada.

Diagnóstico

El especialista dará un diagnóstico basándose en los síntomas y características que le detalla el paciente, y realizando una evaluación psicológica del mismo.

Se evaluarán posible historial de alteraciones de salud mental en familiares, si han sucedido o no circunstancias estresantes en su vida, o cuáles son sus miedos y preocupaciones exactamente.

También se puede realizar un examen físico para descartar otras posibles patologías que estén generando ese estado nervioso, como podría ser, por ejemplo, alteraciones de la tiroides.

Y, por último, es importante para el doctor saber los hábitos de esa persona, si consume drogas o algún fármaco que pudiera estar provocando esa situación.

Tratamiento/terapias

Tanto el tratamiento farmacológico como el psicológico pueden ser útiles de forma combinada para tratar la ansiedad.

Principalmente se busca reducir los síntomas y ayudar a afrontar mejor y controlar los pensamientos recurrentes de miedo e inquietud.

Los tratamientos pueden ser los siguientes:

  • Psicoterapia. Se trata de terapias donde la persona puede hablar con su terapeuta y encontrar formas para controlar esas preocupaciones irracionales o desmedidas.
  • Terapia de exposición al elemento causante de la ansiedad y ejercicios para controlar el estrés.
  • Farmacológico. Pueden ser antidepresivos o fármacos para tratar alteraciones de ansiedad.
  • Grupos de ayuda mutua. Grupos de pacientes que comparten sus sentimientos y emociones y charlan para ayudarse y dar apoyo en grupo.
  • Musicoterapia.
  • Técnicas de relajación.

En ansiedad generalizada el tratamiento también pasa por psicoterapia, llamada también terapia cognitiva-conductual, y medicación.

Esta medicación puede ser, según el Instituto Nacional de Salud Mental de EE. UU.:

  • Inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS)
  • Inhibidores de recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN)
  • Otros medicamentos serotoninérgicos
  • Benzodiacepinas

La psicóloga Olga Albaladejo, miembro de TopDoctors, afirma que “La ansiedad se manifiesta en un abanico de síntomas que podemos encuadrar en cognitivos (o del pensamiento), emocionales, fisiológicos (respiración, palpitaciones…) y conductuales (evitación, huida…). Por tanto, un buen tratamiento nos enseñará a gestionar nuestros pensamientos negativos y transformarlos en positivos, o al menos, neutralizarlos. Nos llevará a entender la ansiedad y a potenciar la confianza en nosotros mismos sintiéndonos capaces de gestionar aquello que tememos (en caso de que alguna vez se presente). Nos entrenará para entender y calmar nuestra activación fisiológica; por ejemplo, a través de la respiración. Y nos acompañará para seguir avanzando en nuestras vidas y enfrentar nuestros temores”.

Asimismo, indica que “Todo ello puede hacerse bajo el paraguas de una técnica concreta o de un conjunto de ellas. Personalmente, prefiero combinarlas para lograr una mayor eficiencia. Por eso trabajo tanto con técnicas cognitivo-conductuales, como con hipnosis, respiración y mindfulness y otras tantas que han demostrados su validez en el tratamiento de la ansiedad tanta clínica como científicamente”.

Desde ACTAD recomiendan también la psicoterapia y lo definen como “el proceso de cambio conductual, cognitivo y emocional que se produce gracias a la interacción entre el psicólogo clínico y el paciente. Mediante el diálogo, la reflexión, la realización de ejercicios, el aprendizaje de técnicas y la utilización de herramientas adecuadas; el psicoterapeuta como guía del cambio, logra reducir considerablemente o eliminar por completo los síntomas que producen el malestar psicofísico y emocional”.

Consejos de prevención

¿Se puede prevenir la ansiedad?

Olga Albaladejo considera que sería esencial trabajar en un sistema preventivo de salud.

“Esto sería lo ideal: trabajar en un sistema de salud preventivo y no en un sistema que solo trate con la enfermedad. Debería formar parte del currículum escolar aprender a gestionar nuestras emociones, a enfrentar nuestros miedos y a “producir” pensamientos que nos empoderen, en vez de asustarnos y limitar nuestras posibilidades”.

En su opinión, “Si no lo aprendemos de pequeños, podemos trabajarlo de mayores. Tener un psicólogo de cabecera tendría que ser algo tan normal como el médico de familia. Y aprender a resolver nuestra ansiedad ante pequeños conflictos, nos permitiría evitar que se convierta en algo generalizado e incapacitante en nuestras vidas. Cuanto antes empecemos, mejor”.

Por su parte, el Instituto Europeo de Psicología Positiva, afirma que, escuchando tu cuerpo, cuidando tu descanso, con una alimentación adecuada, haciendo deporte y actividades que te gusten y te motiven, se puede ayudar a prevenir la ansiedad y otros trastornos.

Intentar ser menos perfecto, priorizar tareas o necesidades, acudir a la naturaleza y buscar momentos para reflexionar y desconectar, son importantes para no sobrecargarnos y llegar a situaciones de estrés que pueden desembocar más tarde en trastornos de ansiedad.

Y, sobre todo, la actitud positiva y rodearte de tus personas queridas, familia y amigos, ayudan, mucho, a afrontar el día a día.

Desde la Junta de Andalucía, su Servicio Andaluz de Salud, a través de la Consejería de Salud y Familias, comparten una Guía de autoayuda para la depresión y los trastornos de ansiedad, que puede ser muy útil.

En la misma se ofrece con detalle información sobre qué es la ansiedad, cómo afrontar el estrés, recomendaciones para dormir mejor e información sobre ciertos tipos de tratamientos farmacológicos. Una guía que para personas con ansiedad puede orientar y ayudar a prevenir y controlar los síntomas.

Envejecimiento saludable

Las personas con ansiedad afrontan esta etapa de su vida como cualquier otra… es importante que hayan acudido a un especialista y que sigan el tratamiento.

La doctora Olga Albaladejo nos explica que se puede envejecer de forma saludable con ansiedad “Aprendiendo a gestionarla. Acudiendo a un psicólogo. En estos momentos mi paciente más joven tiene 7 años, el mayor 85. No hay una edad límite para aprender a vivir, ni para llenar de calidad y bienestar nuestros días”.

Cada día es importante y cada afrontamiento para emprenderlo de la mejor forma es posible.

En mayores con ansiedad, se deben seguir las recomendaciones que se dan en general para otras personas con esta patología en otras edades:

  • Mantenerse activos física y mentalmente.
  • Realizar hobbies o tareas que nos enriquezcan.
  • Compartir momentos en familia y con amigos.
  • Acudir al especialista siempre que sea necesario buscar ayuda.

Publicaciones, documentos técnicos y websites con información (enlaces externos abren en ventana nueva)

Contactos de interés (enlaces externos abren en ventana nueva)

  • AMTAES (Asociación Española de Ayuda Mutua contra Fobia Social y Trastornos de Ansiedad)
    e-mail: amtaesasociacion@gmail.com
    web: https://amtaes.org
  • Confederación Salud Mental España
    C/ Hernández Más, 20-24, Madrid
    Teléfono: 91 507 92 48
    e-mail: confederacion@consaludmental.org
    web: https://consaludmental.org/
  • ASSADEGA´M Asociación para la Superación de la Ansiedad y la Depresión. Grupos de Ayuda Mutua (Barcelona y su Área Metropolitana)
    C/ Castellví N.º 8 (Casa de Cultura de Sant Cugat, junto a los Jardines del Monasterio) Sant Cugat del Vallès (Barcelona)
    Teléfono: 646 715 394
    e-mail: assadegam@ansietat.org
    web: https://www.ansietat.org
  • ACTAD. Asociación Catalana para el Tratamiento de la Ansiedad y Depresión
    C/Europa, 22, 2ª-3ª Barcelona
    Teléfono: 93 430 1290
    e-mail: info@actad.org
    web: http://www.actad.org/
  • Federación de Euskadi de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Fedeafes)
    C/ Tres Cruces, 14 Bajo Derecha Polígono Arza. Laudio - Llodio. Álava
    Teléfono: 944 069 430
    e-mail: info@fedeafes.org
    web: http://www.fedeafes.org/
  • Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) Facultad de Psicología. Universidad Complutense de Madrid
    e-mail: seas@psi.ucm.es
    web: https://www.facebook.com/ansiedadyestresorg
  • Sociedad Española de Psiquiatría
    C/ Arturo Soria, 311 - 1ºB Madrid
    e-mail: sep@sepsiq.org
    web: http://sepsiq.org
  • Asociación Mentes Abiertas
    Calle Guzmán El Bueno, 74 - 1 Izquierda. Madrid
    Teléfono: 91 005 99 15
    e-mail: info@mentesabiertas.org
    web: https://www.mentesabiertas.org/
  • Consejo General de la Psicología de España
    C/Conde de Peñalver, 45- 3ª planta. Madrid
    Contacto
    web: https://www.cop.es/index.php
  • Asociación Ansiedad
    Contacto
    web: http://www.asociacionansiedad.com/

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es un proceso natural, según explican las entidades, especialistas y expertos en este trastorno. Ese proceso lo que hace es activar fisiológicamente el organismo y nos pone en guardia ante posibles amenazas.

La alteración mental sucede cuando la persona permanece permanentemente en guardia ante posibles amenazas, ya sean reales o no, e incluso comienza a actuar de forma diferente, para evitarlas.

¿Se puede prevenir?

Los psicólogos coinciden en que sería conveniente tener un sistema de salud preventivo, tanto para este trastorno como para otros.

Si a las personas se les enseña a gestionar sus emociones, sus sentimientos, podrán en un futuro afrontar mejor posibles situaciones que pueden provocarles estrés o ansiedad.

Incluso desde el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España se ofrecen recomendaciones de Bienestar Emocional y pautas de prevención de la ansiedad.

Aprender a relajarse y controlar el temor desmedido son un comienzo y siempre si es necesario se debe acudir al especialista para que apoye en ese tratamiento.

¿Se puede curar?

La doctora en psicología Olga Albaladejo, miembro de TopDoctors, afirma con contundencia que sí.

“Por supuesto. Y de hecho está demostrado que el tratamiento psicológico es mucho más efectivo y eficiente que el farmacológico. Es fundamental que aprendamos a gestionar nuestros pensamientos, a utilizarlos de forma que nos aporten bienestar y nos ayuden a enfrentarnos a cualquier situación que la vida nos depare ya sea peligrosa realmente, o no. Un fármaco, o evitar aquello que nos da miedo, sencillamente perpetuará nuestra ansiedad y nos generará nuevos problemas tanto a nivel emocional, como físico y social”, explica.

¿Qué tratamiento se recomienda a las personas con ansiedad?

El tratamiento puede combinar tanto fármacos como psicoterapia.

También se ofrecen múltiples opciones como musicoterapia, terapia de grupo o terapia de exposición, entre otros.

Aprender a usar técnicas de relajación y/o meditación es importante para controlar las emociones que puedan surgir.

¿Cuáles son los síntomas que pueden indicar que una persona tiene ansiedad?

Una de las peculiaridades de la ansiedad es que los síntomas pueden ser tanto físicos como mentales e incluso modificar la conducta.

Por un lado, pueden aparecer sudores, sensación de mareo, temblor o nauseas. La taquicardia, hormigueo en las extremidades, tensión muscular o dificultad para respirar, también pueden ser otras de estas señales que experimenta el organismo con la ansiedad. Sin olvidarnos que esta tensión también puede llegar a generar diarrea o dolores de cabeza, o ambos.

A nivel mental o psicológico la persona experimenta la sensación de perder el control, pueden incluso aparecer ideas obsesivas respecto a esa amenaza, y también puede haber déficit de memoria, atención, indecisión e inseguridad.

Respecto a la conducta, la persona puede sentirse paralizada ante situaciones de amenaza y estar en estado de constante vigilancia para sortear cualquier situación de riesgo.

La fatiga, cansancio o alteraciones del sueño, también son comunes en personas con ansiedad.

  • Benzodiacepinas
  • Fármaco con efecto sedante y ansiolítico.
  • Norepinefrina
  • Hormona que se introduce en el torrente sanguíneo y que se suele usar para tratar a personas con presión arterial baja.
  • Psicoterapia
  • Es la terapia psicológica en la que el paciente habla con su especialista.
  • Serotonina
  • Llamada la hormona de la felicidad, se encuentra en el organismo y está relacionada con los estados de ánimo.
  • Terapia cognitiva-conductual
  • Es otra forma de llamar a la psicoterapia, ya que trata de actuar desde el conocimiento de uno mismo y modificar su conducta.
  • Tiroides
  • Es una glándula endocrina situada en el cuello. Regula muchas funciones del cuerpo, como el ritmo cardíaco. La alteración de esta glándula puede producir ansiedad.