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Foto de dos personas hablando y una de ellas sonriendo y sentado en una silla de ruedas

Ser voluntario es recibir más de lo que das.  La inclusión del voluntariado como forma activa de colaboración con la sociedad. 

No es nuevo escuchar el poder de transformación que tienen tanto para los empleados como a las propias empresas, la inclusión del voluntariado como forma activa de colaboración con la sociedad. 
Hoy quiero contar mi experiencia, como un voluntario más, y animar a todos aquellos que en algún momento han pensado en serlo, y que por diversos motivos no han podido o no han sabido encontrar la manera de darle forma.

Soy Raúl Santa Cruz y trabajo desde hace 15 años en Caser. Acabé casi de rebote en el mundo del marketing y la comunicación, aunque de pequeño imaginaba mi futuro portando una bata blanca y fonendoscopio, o quizás delante de una pizarra. Pienso que ya asomaba esa voluntad de ayudar a los demás, y que ha seguido conmigo hasta hoy.
Y la voluntad es precisamente lo que creo que es lo más importante porque, aunque llegar a ser voluntario es fácil, una persona no nace “voluntaria”. 

En realidad, si te pones a pensar, vas un poco a contracorriente dentro de un mundo donde nos machacan continuamente con mensajes que nos prometen un beneficio inmediato (y creedme que de esto sé un rato). En este contexto, valores como la disciplina, el esfuerzo o la renuncia a parte de tu tiempo no encajan de forma natural en este estilo de vida de lo “quiero ya”, por lo que mantener la voluntad será la herramienta para mantener siempre vivo el compromiso.

Ser voluntario es un proceso, y cada uno debe encontrar sus propias razones para actuar, así que hazte la siguiente pregunta: ¿por qué quiero ser voluntario? La respuesta es solo tuya, y si crees que tenerlo claro, hay un montón de opciones donde elegir. Portales web como hazloposible.org, instituciones como tu propio Ayuntamiento, ONG´s como Greenpeace o Médicos sin Fronteras, o empresas que, como Caser, apuestan por el voluntariado corporativo.

En mi caso, he colaborado en muchos tipos de voluntariado, pero me he centrado casi siempre en la infancia y juventud. Desde impartir talleres de iniciación a la informática para inmigrantes hasta acompañamiento de chavales después de clase en Cruz Roja.

En Caser llevo colaborando con la Fundación desde 2019, cuando impartimos un primer taller de búsqueda de empleo con el objetivo de mejorar la empleabilidad y facilitar la integración al mercado laboral de colectivos en riesgo de exclusión social.

Después vino la Pandemia en la que el mundo se paró, pero que no hizo más que acrecentar las necesidades sociales, sobre todo de los más vulnerables. Por ello, y aunque de forma online, la Fundación Caser consiguió sacar adelante con la Fundación Íntegra, la Escuela de Fortalecimiento en competencias laborales. Y aunque no pudieras estar con ellos físicamente, vivías su interés, las ganas y la ilusión con la que te escuchaban, haciéndote sentir que sea como sea, el espíritu “voluntario” es una forma de entender la vida. 

Es muy emocionante recibir de vez en cuando en tu bandeja de entrada, como tu pequeña aportación ayuda a encontrar empleo a las personas con las que trabajaste.

Y ya en 2022, viví mi última experiencia con la Fundación Caser, junto al maravilloso equipo de Down Madrid. Varias sesiones en las instalaciones de Caser en las que compartimos experiencias vitales con personas con algún tipo de discapacidad intelectual, para ayudarles en 2 momentos muy importantes en la búsqueda de empleo: realizar un buen currículum y la entrevista de trabajo.

En el caso del currículum nos centramos en ideas muy útiles como:
•    La importancia del formato del currículum para captar la atención. De hecho, aceptaron con entusiasmo la idea de incluir un código QR con acceso a su página personal, linkedin o un incluso un vídeo corto donde explicasen sus cualidades personales.
•    La capacidad de adaptar el contenido a cada oferta de trabajo, no quedarse en un CV estándar. 
•    Cómo es la mejor forma de destacar los datos más importantes.

Y en cuanto a las entrevistas de trabajo, nos enfocamos mucho en la preparación previa, por ejemplo, aconsejándoles la búsqueda de información útil de la empresa en Internet, aprender a mantener la tranquilidad y mejorar la seguridad en uno mismo. Esto último es fundamental para que en el caso de que no consigan finalmente el puesto al que aspiran, estén preparados para seguir adelante y no desanimarse.

Y esto es muy importante para ellos, porque no solo es encontrar trabajo, es demostrar su autonomía, su independencia y su valía, en un mundo que quizás va demasiado rápido, pero para todos.

En solo 3 horas que estás con ellos cada día, ya te llevas multitud de anécdotas, lecciones de vida y bastantes risas. Comenté tras la finalización en una de las jornadas, que había sido uno de los días más bonitos en los 15 años que llevaba trabajando en Caser. Sales con un “chute” de energía y positivismo brutal, haciéndote ver los problemas desde otras perspectivas. 

Y es que estamos tan metidos en nuestras obligaciones diarias que no salimos de nuestras “zonas de confort” o la comodidad de la rutina diaria, y no nos paramos a pensar que si queremos que en estos tiempos convulsos el mundo avance y mejore, debemos empezar por lo que hacemos, porque el verdadero poder de transformación está en uno mismo, y si nosotros nos transformamos la sociedad irá detrás.  

 

Raúl Santa Cruz Patiño
MARKETING DE CLIENTES
Voluntario de la Fundación Caser