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MENORES CON CARDIOPATÍA

Las actividades físicas en los menores con cardiopatías congénitas

Solo en muy contados casos el cardiólogo recomendará que un niño o un joven con una cardiopatía congénita no realice ningún tipo de actividad física, entendiendo por actividad física toda clase de movimiento de grupos musculares.

En el caso del ejercicio físico –una actividad que se hace con carácter repetitivo- y del deporte, entendido como un ejercicio físico competitivo, siempre cada caso será evaluado de manera personalizada y habrá que atender las recomendaciones del especialista sobre qué tipo de ejercicio o deporte es más recomendable y cuáles deben evitarse.

Al considerar el papel que las actividades físicas tienen en el desarrollo de los niños y los jóvenes, hay que considerar:

1.- En general, los juegos que implican cierta actividad física son una manera efectiva en que los niños aprenden a aceptarse y a potenciar su autoestima puesto que:

  • Ofrecen la oportunidad de usar y desarrollar un repertorio de habilidades y talentos en el niño
  • Ayudan a los niños a conocerse y a descubrir su relación con el mundo
  • Potencian las relaciones con sus iguales
  • Para los adultos, sirven de vía de comunicación para dialogar y acercarse a ellos

2.- Si se restringe en el niño toda actividad que implique actividad física, entre las posibles consecuencias negativas están:

  • La limitación del descubrimiento de habilidades
  • La disminución del desarrollo de sus propias estrategias en su entorno
  • La aceptación de su indefensión
  • La pérdida de una vía de relaciones sociales
  • La imposición de una diferencia sin alternativa a la integración

3.- Entre los muchos beneficios que la actividad física y el ejercicio regular conllevan en general para los menores y jóvenes con una cardiopatía congénita, desarrollar una actividad física adecuada ayuda a:

  • Mejorar la función del corazón y de la circulación
  • Reducir los niveles de colesterol ‘malo’ en la sangre
  • Incrementar la flexibilidad y la movilidad
  • Rebajar los índices de estrés
  • Contribuir a la sensación de bienestar

QUÉ TIPO DE EJERCICIO FÍSICO DESARROLLAR

A la hora de elegir, se debe considerar que el ejercicio isotónico, también llamado dinámico o cardiovascular, es en general preferible para personas con cardiopatías congénitas: caminar, nadar, montar en bicicleta, bailar…

En cambio, el ejercicio isométrico o estático, que se realiza en actividades como levantamiento de pesas, ejercicios con máquinas en gimnasios, boxeo, artes marciales o remo, es menos apropiado puesto que supone mayor presión en el corazón.

Igualmente, en el caso de muchas cardiopatías congénitas se recomendará evitar actividades dinámicas de alta intensidad, como el baloncesto o el triatlón y la natación, el ciclismo y la carrera a nivel de competición, al igual que los deportes de equipo competitivos.

CONSIDERACIONES IMPORTANTES

Después de la operación de corazón de un niño: es importante evitar ejercicios intensos, como correr y saltar, y evitar juegos bruscos y de contacto físico. Es importante también para su recuperación física y psicológica ir aumentando la actividad física de forma progresiva: paseos caminando y en bicicleta, juegos de pelota suaves y natación.

  • Si el menor toma anticoagulantes o es portador de un marcapasos: es recomendable evitar actividades con alto riesgo de contacto brusco con otras personas o superficies duras, como en el caso del hockey, rugby, fútbol, judo o gimnasia con aparatos.
  • Recordar mantenerse siempre hidratado, especialmente en el caso de cardiopatías cianóticas
  • Hacer conscientes a los menores de la importancia de “escuchar” su cuerpo y regular sus actividades dentro de su capacidad.
  • Consultar siempre al médico antes de iniciarse en un nuevo ejercicio o deporte.
  • Es recomendable para la salud de los menores practicar al menos 30 minutos de ejercicio físico al día.

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